En otra de sus políticas regresivas, el gobierno nacional aumenta el boleto de colectivo el 37%. Desde que se inició la gestión Milei el servicio de transporte público solamente aumento el boleto pero no mejoró su calidad. El servicio sigue con pocas -y menos- frecuencias; no se renuevan unidades y líneas como la 60 (ex MONSA) redujeron tramos de recorridos para cobrar dos en lugar de un boleto -por ejemplo servicios a Maschwitz por Rincón de Panamericana, y Bajo, brillan por su ausencia-.

En diciembre de 2023 el boleto mínimo de colectivo costaba $52,96. Desde hoy lunes 12 pasará a costar 371,13, al menos siete veces más. Y el mínimo del Tren Mitre será de $ 200. Estos valores con la Tarjeta SUBE registrada. El área de Transporte del gobierno nacional dio a conocer el aumento por Res. 25/2024 publicada en el Boletín Oficial.
Tal resolución señala que “los cuadros tarifarios de los servicios públicos de transporte automotor urbano y suburbano de pasajeros de jurisdicción nacional han sido actualizados en último término a comienzos del mes de febrero de 2024”. Y tambien hace referencia tanto al DNU 70 como a la lay ómnibus aprobada por el Congreso.
Con bastante cinismo, la resolución señala que del DNU 70 “se desprende la existencia de considerables desequilibrios en las tarifas y que “…la situación exige la adopción de medidas urgentes, que no admiten dilación alguna, con el objetivo de romper ese círculo vicioso de empobrecimiento generalizado y crisis recurrentes.”.

Línea 60
El gobierno, en suma, ataca el contexto de “empobrecimiento generalizado y crisis recurrentes”, aumentando el boleto del transporte público. Creasé o no. Lo que no se ha visto es la presencia del Estado con políticas para que las líneas de colectivos mejoren su servicio. Que de hecho ha empeorado durante la gestión Milei.
En nuestra región una línea tradicional que hace muchos años era eficiente y estaba con unidades siempre en la calle, hoy es el paradigma del mal servicio. La Línea 60, ex Monsa, actualmente del grupo DOTA, ha recortado servicios -casi todos terminan en Puente Saavedra y Belgrano, en lugar de Constitución- y bajó las frecuencias.
Por ejemplo, el servicio del Bajo, que recorre av. Del Libertador en San Isidro y San Fernando, y Rincón en Tigre, se ve poco y nada. Lo mismo el recorrido a Maschwitz por Acceso Norte y Rincón. A veces las esperas son de dos horas, denuncian los pasajeros, y por más que denuncien el servicio y las frecuencias siguen siendo malas.
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