El ex canciller, Santiago Cafiero, disertó invitado por el Centro de Estudios Arturo Sampay, un espacio de análisis políticos y sociales interdisciplinarios, y de elaboración de propuestas para el bienestar del país. Cafiero, actual diputado nacional y concejal mandato cumplido de San Isidro, se refirió al actual contexto político nacional e internacional; al lugar de la Argentina en la economía global y evaluó que en la Argentina: “nunca una gestión mesiánica tuvo un modelo de país”. El encuentro se desarrolló el viernes último en la Cámara Empresaria de Vicente López.
“¿De que nos sirve el alineamiento con EEUU o Israel?”, se preguntó el diputado nacional, Santiago Cafiero, durante una charla de actualidad política en la Cámara Empresaria de Vicente López. El excanciller Cafiero (2019-2023), edil mandato cumplido de San Isidro, fue invitado por el Centro de Estudios Arturo Sampay.
El centro Sampay es un espacio de análisis, debate y abordaje interdisciplinario de la situación política y social del país, con miras a elaborar proyectos y propuestas. Cafiero se refirió a la actualidad argentina en el concierto de las naciones; la política interna, el rol del peronismo; y el avance de posturas conservadoras y mesiánicas en el mundo.
Moderó la charla el periodista regional, Miguel Tano Armaleo. Y, particularmente, hubo referentes políticos y sociales del llamado campo popular; también del campo judicial; y de asociaciones sindicales. Y el amplio salón de la Cámara terminó repleto, con varios participantes que escuchaban parados, pese a la cantidad de sillas dispuestas.
Excusa para no actuar
Diputado de la oposición de Unión por la Patria, peronista, Cafiero no eludió hacer referencia a la actualidad política tras la aprobación de la ley ómnibus. Sobre la sociedad en general, evaluó que “estamos en un momento muy complicado”. Y sobre la oposición afirmó: ”no hay una síntesis ni alguien que proponga un camino”.
Cafiero criticó la “ley bases” -evaluó que “es bastante tóxica para el país”- pero aceptó que la aprobación constituyó una “victoria política” del gobierno nacional. Sin embargo, el diputado se preguntó: “¿Pero hacia dónde va?”, el gobierno. Y evaluó: “No tener la ley era una gran excusa para no actuar”; algo que quedó atrás, entonces.
En esta línea Cafiero explicó que tras la aprobación de la ley comienza “un nuevo tiempo para el oficialismo, pero también para la oposición”. Y consideró que en los tiempos que vienen la oposición necesitará la constitución “de una alternativa política”. Pero situó la cuestión como una experiencia que se vive a nivel global, no solo en la Argentina.
En este orden de ideas, consideró que “Entender que es lo que sucede en la Argentina. Y cuál es el rol del peronismo -afirmó Cafiero- Es entender qué pasa en el mundo”. Luego puso de relieve: “Pensar que la Argentina está desacoplada y esto que nos pasa, pasa solamente acá, es un error”, enfatizó.
Sur global
Cafiero señaló que actualmente en el mundo “se disputa un nuevo orden internacional”. Y que el que había, tiempo atrás, lo lideraban los EEUU, como símbolo del capitalismo; y la URSS (disuelta en 1991). Para Cafiero, la posición de nuestro país en torno al nuevo orden tiene íntima relación “en la elección que haga el país para desarrollarse”.
Y esa elección tiene lugar a partir de la oferta política de los partidos sobre “el modelo de desarrollo”. Cafiero explicó que tradicionalmente el peronismos optó por la llamada “tercera posición”. En la actualidad, tal postura, explicó, es eludir y evitar el conflicto por la hegemonía que disputan los dos bloques de superpotencias.
Por un lado, la Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN con EEUU y países europeos. Y por otro China y sus aliados. “En este escenario -destacó Cafiero- es donde la Argentina va a encontrar posibilidades de desarrollo”. Aquella “tercera posición” se conoce en la actualidad como la del “Sur global”.
Básicamente lo que debe buscar es tener relaciones comerciales -por exportar, por ejemplo- con los dos bloques hegemónicos. El actual gobierno, en cambio prioriza el alineamiento con los EEUU. “Las y los argentinos -señaló Cafiero- deben estar alineados con los intereses de las y los argentinos (…) en definitiva de esto se trata”.
Eludir el alineamiento
Cafiero recordó que esta posición no alineada le permitió a la Argentina “desarrollar todo el proceso de sustitución de importaciones, la industrialización (…) los ferrocarriles”. El diputado explicó que con esa visión “la Argentina producía lo que el mundo (no un bloque o un país hegemónico solamente) demandaba. Lo mismo debería pasar hoy”.
Luego explicó que “el Sur Global es Sudamérica, Brasil, La india, también Indonesia, Vietnam. Son países que se están desarrollando, culturalmente son muy distintos, pero evitan caer de un lado o del otro” del conflicto por la hegemonía. Para Cafiero, este es el desafío de la Argentina; “es donde la Argentina tiene que demostrar un rol”.
También explicó que es con los países del Sur Global, donde “la Argentina va a encontrar desarrollo, exportaciones con valor agregado (…) va a lograr saltear las dificultades con las monedas de cambio que tenemos (…) y así no tendrá más problemas de falta de dólares, de inflación”. Y volvió a repetir que “es el desafío que tenemos”.
A esta altura, Cafiero explicó que mientras el nuevo orden internacional se va gestando “sobre todo en occidente, se produce un proceso de gran insatisfacción social. Y allí se comienzan a ver los fenómenos políticos como Milei (actual presidente de la Argentina),que propone `volver a un pasado glorioso´ (…) en todo occidente pasa”.
Modelo de desarrollo
El diputado señaló que “las ultraderechas lo hacen en todo el mundo. En cada país distinto, según su historia. Milei propone al pasado agroexportador. Trump la Ford que construía el auto completo de Detroit (…) (no como ahora en EEUU, Alemania y China) Pero no lo van a poder hacer jamás. La Argentina cambió. El mundo cambió”.
Para Cafiero “la Argentina no puede jugar sola. Lo debe hacer dentro del Sur Global. Con un modelo de desarrollo. Esa es la opción, al modelo de Milei desanclado de cualquier tipo de desarrollo; que se inició peleando con todos. No es como dijo `este camino o la nada´ (…) Nunca un líder mesiánico llevó adelante un proyecto de desarrollo”.
“Porque en la Argentina hay empresarios, universidades, espacios de ciencias y tecnológicos. Todo eso siempre sobrevivió. Y es lo que va a generar el espacio para que desde la política se logre articular y desarrollar un proyecto de país. El gran desafío es empezar a juntar las partes (…) desde una mirada conjunta, cooperativa que piense un proyecto nacional”.
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