El columnista Prado, abogado de profesión y por vocación, aquel 6 de julio de 1977 era presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires. En esta columna recuerda esos días que supo relatar con más detalle en su libro “De ideales y compromisos” (Edit. Cátedra Jurídica 2008). La dictadura cívico militar fue contra los abogados laboralistas que defendían a trabajadores. Lo escribe en primera persona porque lo lleva y los llevará toda su vida consigo. Y no deja de relacionarlo con el presente, para que sepan los jóvenes y los desmemoriados. “El compromiso al recordar la noche de las corbatas -explica- fue es y será de paz, memoria, verdad y justicia”.
Por Juan José Prado*

“Los años difíciles vividos en la asociación de abogados de Buenos Aires (…)”. De esa forma, en el Capítulo VI pag.105, del libro que escribiera en el 2008 titulado “De ideales y compromisos” iniciaba la narrativa de la tragedia. Una nos noticia había conmocionado: secuestraron- desaparecieron a abogados y asesinaron al doctor Norberto Centeno.
El hecho comenzó a nombrarse como, La tragedia de Mar del Plata. Era aquel 6 de julio de l977 que la noticia vestía de luto a la abogacía argentina. Teníamos la experiencia en lo que se refería a asesinatos y desapariciones de abogados. Recordemos el tema se había originado con la desaparición de Néstor Martins y un cliente de él.
Supimos de los operativos aberrantes de la Triple A durante el período en nuestra entidad presidida por Isidoro Eisner. En ese entonces me desempeñaba como secretario. Y de las situaciones que siguieron bajo la presidencia de Ricardo Cogorno. Lo de Mar del Plata fue impactante por la magnitud del procedimiento.
No se trataba solo de Centeno. Que era perseguido por haber sido el ideólogo de la Ley del Contrato de Trabajo que reconocía derechos. La persecución, asimismo, se extendía contra los abogados que abogaban por los derechos de los obreros. En la “Ciudad Feliz” fueron reprimidos, torturados y desaparecidos los abogados sindicalistas.
Las voces de ciertos sectores políticos, en estos días, anunciando las medidas de cercenamiento de derechos, nos hacen acordar de los predicamentos de los represores del 76. Los discursos de Martínez de Hoz al respecto. Se extendía la acción de exterminio. De dinamitar sistemáticamente a los abogados que defendían la ampliación de derechos.
La política de la FACA era de “silencio”
Pero esto también hay que decirlo: además sumaban sus voces por un Estado de derecho más justo, una mejor distribución de la riqueza y más democracia. Sus nombres estaban en listas -los hacían desaparecer- que en el futuro lamentablemente se incrementarían. La experiencia del momento era dura, parecía sin precedentes.
Cuando, como presidente de la AABA, llegué al Colegio de Abogados de Mar del Plata, a horas del “operativo” contra los colegas, como expresé en mis memorias: “Es difícil crear callosidad en nuestro espíritu frente al dolor de la familia. Allí comencé a conocer el significado del duelo patológico (…) ver llorar a los que buscan y no encuentran respuesta sobre donde están los seres queridos”.
Mas tarde, casi a la medianoche, llegaron al Colegio de Abogados de Mar del Plata, Oscar Nanno, Ricardo D´Amico, Sisinio Fernández, representantes del Colegio San Isidro y de la FACA. Sorprendió mi presencia. La política de la Federación Argentina de Colegios de Abogados FACA y sus integrantes de signo desarrollista, era el “silencio” ante estos hechos.
Y mi presencia, como se hizo notorio con el paso de los años, les molestó (recién a finales de 1978 la FACA se pronunció sobre desapariciones, y la AABA lo había hecho mucho antes, como señalan diarios de la época, fines de abril de 1977). En principio no sabían cómo actuar. Y decidieron reunirse con el presidente del Colegio Local a puertas cerradas, sin mí.
No obstante, yo como presidente de la AABA, antes había hecho declaraciones, al pie del avión, y los medios de comunicación reproducían la denuncia que llevaba como consigna de la institución que representaba. Aquella noche no se dio a conocer ninguna declaración. El Colegio de Mar del Plata, no obstante, recibió muy bien la solidaridad de la ABBA.
“(…) mi soledad era tremenda. Igual la de los familiares de los abogados desaparecidos
que me rodeaban (…)”
Recuerdo y destaco qué, con calidez y afecto, el presidente del Colegio de Mar del Plata, el colega, Reynero Bernal, recibió la solidaridad de la AABA. Pero además tomó conciencia de que nuestra Asociación no lo iba a dejar solo en la estocada. Lo mismo advirtieron entonces los doloridos familiares de aquellos colegas.
Durante el tiempo que duró la reunión, a puertas cerradas, en el primer piso del inmueble del Colegio, al pie de la escalera que conducía al lugar, mi soledad era tremenda. Igual la de los familiares de los abogados desaparecidos que me rodeaban, y pedían que continuará viva mi solidaridad y la de la ABBA.
Esa experiencia me llevó a prometer, lo que en el tiempo y hasta estos días he cumplido en lo personal. No olvidarnos de luchar por la recuperación con vida de los abogados que lucharon y fueron ejemplo por ampliar los derechos de los trabajadores. “El compromiso al recordar la noche de las corbatas fue es y será de paz, memoria, verdad y justicia.
*Abogado. Ex presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires AABA. Miembro de la Mesa Directiva de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos). Gran Maestro de la UBA.
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