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Las mujeres de Jorman en la Casa Nacional del Bicentenario

Jorman entre Madame Buttterfly y Pandora

Jorman entre Madame Buttterfly y Pandora

“Eternas: Rostros del mito, la Historia y la Imaginación” se llama la serie de retratos de mujeres que el artista colombiano, radicado en la Argentina, Jorman Gutiérrez, exhibe en la Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985, CABA. Las creaciones de Jorman -tal como se lo conoce en campo artístico- se pueden visitar hasta el 22 de junio, de miércoles a domingo, de 15 a 20. la curaduría de la muestra estuvo a cargo de Cristina Santa Cruz.

Jorman conversa sobre su obra. Detrás, una de sus miradas sobre el terremoto de su pueblo en 1999

Discípulo del gran maestro, Guillermo Roux (1929-2021), Jorman, a los 30 años, puede decir que tiene una carrera sólida en las artes visuales. Porque empezó a los 5, en su pueblo natal, Armenia (Quindío) -en Colombia-. Quienes lo conocen de cerca dicen que lo conmovió  el terremoto que en 1.999 arrasó su poblado.

Durante una charla con periodistas y críticos de arte, el martes último, en la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985, CABA), donde expone, Jorman relató parte de su vida de infancia, junto a su padre, a quien acompañaba a vender diferentes mercaderías, por los pueblos vecinos al suyo.

Allí, junto a la curadora de la muestra, la experta, Cristina Santa Cruz, pasó imágenes de la naturaleza de su pueblo, la vegetación, la fauna, la flora. Lo cual sirvió para entender cómo destacan los colores en sus obras, incluso en la serie de retratos de mujeres que exhibe esta vez en la Recoleta.

Eternas

La curadora de la muestra, Cristina Santa Cruz

Se trata de más de una docena de piezas, de gran formato la mayoria (hay algunas medianas) , donde además de las tonalidades de las obras se destaca el detalle de las miradas de las mujeres, sus pies, su manos. Y también las posturas, ya sea que se muestren paradas, sentadas o recostadas, y de varias edades.

Pero sobre todo las miradas y las posturas demuestran que no es una actitud condescendiente, ni neutra, ni dulcificada. La postura de la niña de Wonderland, por ejemplo, denota el ancestral cuidado que tienen las mujeres porque  este mundo no es maravilloso justamente para ellas; o la mirada de Pandora que interroga.     

No exagera la curadora Santa Cruz -mujer al fin y al cabo ella misma- cuando señala que “Eternas es más que una serie de retratos. Es un diálogo silencioso y vibrante (…)”. En efecto, mujeres como las nombradas Inmaculada, Aida, Antártida -solo por citar- interpelan con ese talante femenino típico entre la inocencia y el misterio.    

Por otra parte, relataba Santa Cruz, que Jorman es un inquieto observador de su alrededor. Eso también se ve en sus obras, el detalle de las formas, la dirección de los ojos, los dedos de manos y pies, la caída de las vestimentas. Nada aparece forzado. Y el conjunto despierta la sensibilidad, convoca a compartir el momento.

Capa de poesía

Inmaculada y El Conejo blanco

Santa Cruz también señaló que Jorman es un gran observador. E ir con él es acompañar a alguien que se para frente a objetos, u observa a una persona, que para otros pasa inadvertida. Saca fotos con el celular y sorprende Jorman es capaz de ver más allá. Lo que en fotografía R. Barthes llamó el “punctum”.

Puede ser belleza o una característica que irradia esa persona, o ese objeto y conmueve. “(…) Me puedo detener a ver un árbol, y me encanta la corteza y quiero pintar esa textura. O me encantan los ojos de alguien, entonces. quiero representarlos con la potencia que tiene esa mirada”, le dijo a Denorteanorte.com.

“O los rasgos, el cabello. La ropa, digo, también esas cosas hechas por personas, que están adaptadas para nosotros” completó. Y consideró: “Creo que la pintura les da esa capa de poesía que necesitan para que otros las contemplen con más precisión y más mediación. Esa belleza que puedo ver”.  

Eternas: Rostros del mito, la Historia y la Imaginación”, se puede ver hasta el domingo 22 de junio, de miércoles a domingo, de 15 a 20, con entrada libre y gratuita. La Casa del Bicentenario está en Riobamba 985, en el barrio Recoleta, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Gustavo Camps 

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