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No para la violencia represiva de la gestión Milei contra jubilados y periodistas

Gendarmería golpea a periodistas y fotoperiodistas (captura video CPM)

Gendarmería golpea a periodistas y fotoperiodistas (captura video CPM)

Con 82 personas heridas, y cuatro detenidas, reportadas por un organismo intachable de derechos humanos, como la Comisión Provincial por la Memoria, en la marcha de los jubilados, de ayer miércoles, el gobierno volvió a reprimir a las personas mayores y al periodismo que va a registrar los atropellos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, justificó la represión. El “argumento” poco creíble e improbable: “Hay grupos anarquistas de extrema violencia”. Lo dijo sin sonrojarse la funcionaria. Y por supuesto no presentó una mísera prueba.  

“La violencia represiva escala sin límite. 82 personas heridas y 4 detenidas en la marcha de jubilados”, informó la Comisión por la Memoria (CPM) , sobre la represión de la gestión Milei contra los jubilados que cada miércoles va a reclamar por sus derechos al Congreso. “Una represión que no encuentra límites”, evaluaron.

Desenfocado por la constancia de los jubilados, que no dejan pasar miércoles sin ir al Congreso a reclamar, la gestión Milei ahora incluyó al periodismo en la represión -también golpeó curas y pastores que manifestaron con las y los jubilados-. Se recuerda que la primera víctima grave fue el fotoperiodista, Pablo Grillo.

También, en marchas anteriores,  recibió golpes el padre Paco Olveira, de Curas en Opción por los Pobres. Es que salvo el gobierno nacional -al que las manifestaciones de los jubilados ponen en evidencia sobre la ineficacia de las medidas económicas del gobierno- muchos acompañan los reclamos de las y los jubilados.   

La CPM recorre puntos de la marcha

Periodistas agredidos

Por su parte, La CPM, sobre ayer miércoles,  dio testimonio de que “otra vez, decenas de personas resultaron heridas y fueron agredidas cuando se encontraban sobre la vereda”. Por la peligrosidad personal, en lo que se ha convertido el reclamo democrático, con el régimen de Milei, muchos periodistas van con cascos y máscaras anti gas, además de la identificación.

La CPM reveló que la mayoría de las personas heridas, tuvieron “quemaduras en el rostro producto de los gases químicos. Uno de los heridos debió ser hospitalizado con un corte en la cabeza, producto de un golpe con la tonfa por parte de un efectivo de la Prefectura”. Y hubo detenidos: Leandro Cruzado, Javier Iglesias, Pablo Luna.

Y asimismo, detuvieron al fotoperiodista Tomás Cuesta. Los ataques, no obstante, los recibieron varios. En este contexto, la Unión de Trabajadores de Prensa UTPBA, en otro comunicado, expresó su «repudió ante las agresiones a la prensa este miércoles 21 de mayo, durante la represión policial en la marcha de jubilados/as”.

La UTPBA también rechazó “el intento de amedrentar a los periodistas, fotógrafos y comunicadores de diversos medios que sufrieron ataques, golpes y detenciones mientras realizaban su tarea laboral”, Y manifestó “su profunda preocupación ante hechos que vulneran el ejercicio de la profesión y atentan contra el derecho del conjunto de la sociedad a ser informada”.

Armas y gases en manos de los represores de la Prefectura Naval

Víctimas de gas pimienta

Por otra parte la CPM, que además es Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, denunció: “Una vez más defensores de derechos humanos, entre ellos integrantes de la CPM, y periodistas fueron víctimas de gas pimienta, empujones y golpes, entre ellas la periodista de El Destape, Lula Álvarez, gaseada y golpeada en la cabeza”.

Y como broche de oro, si se supone que un funcionario público debe dar tranquilidad a la población, y demostrar equilibro, el caso de Patricia Bullrich es justamente lo contrario. La inefable ministra de Seguridad, antes de la represión de ayer, salió a decir en la TV que. “Hay grupos anarquistas de extrema violencia”.

Desde ya que no presentó ni una prueba. Y no se vio tal participación en la manifestación pacífica de las y los jubilados. Y en este contexto se especulaba con que la funcionaria trató de justificar la represión de antemano, e inventó la versión; o bien le bajaron ese “argumento”  para justificar el uso de armamento oneroso.

La incognita que surge es ¿Hasta cuando la democracia se va a permitir este caudal represivo sin tomar postura? Una parte de la respuesta la dio la última elección legislativa de la CABA, en ninguno de los barrios con nivel de vida más bajo, de la ciudad, fue el más votado el vocero presidencial, Manuel Adorni, perdió en todos.

Gustavo Camps

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