Lo pidieron miles de universitarios, trabajadores y trabajadoras del Garraham, jubilados, y gente común y sin banderas que manifestaron frente al Congreso. Hoy a la tarde, pasadas las 17, la Cámara baja rechazó los vetos a las leyes de financiamiento universitario (174 votos afirmativos) y a la emergencia pediátrica (181 votos afirmativos). En la plaza frente al Congreso una multitud vivo y aplaudió cuando se comenzaron a conocer las votaciones. Sin duda el gobierno se va a tener que poner a gobernar en serio con un proyecto útil de país si quiere mantener la confianza del electorado que lo llevó al poder en 2023.
“¿Por qué tanto miedo a educar?”, cuestionaba una de las tantas pancartas que llevaban manifestantes hoy desde mediodía en las inmediaciones del Congreso. A esa hora era incierto el panorama para el tratamiento de los vetos del presidente Milei al financiamiento universitario y a la Emergencia del Hospital pediátrico de excelencia Garraham.
Lo único concreto era la gran cantidad de manifestantes. Que –como en otras oportunidades- dieron por tierra con el llamado “protocolo antipiquete”, una absurda medida del gobierno –que da vía libre a reprimir y cortar calles- para dar miedo a los manifestantes que se oponen a sus medidas, y que hay que decirlo, cada vez son más.

El quorum para debatir se alcanzó pasado el mediodía. Pero todavía había que reunir dos tercios de los votos para descartar los vetos. La única desventaja visible para el gobierno nacional era que el Congreso ya había rechazado los vetos a la Discapacidad. Esta semana había empezado a seducir a gobernadores para que lo que pasó no pase.
La manifestación
Los diputados habían decidido debatir a la vez ambos proyectos para ahorrar tiempo. Así lo hicieron. Los analistas de medios nacionales señalan que los gobernadores le “soltaron la mano” al gobierno nacional. No es para menos. Los llamó y atendió con buenos modales días atrás, dicen. Pero luego vetó la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

La multitud de manifestantes se hizo notar temprano. El Congreso se vio aislado más de lo usual por las barricadas policiales. Por caso las había en Callao a pocos metros de B. Mitre, cuando en general están en Rivadavia. Pero no se puede tapar el sol con las manos mucho tiempo. Si bien hubo gran cantidad de militancia, también hubo ciudadanía hastiada.
Sin policías a la vista Callao y Corrientes, hacia Rivadavia estaba cortada ad hoc por los manifestantes. Y era impresionante ver que caminaban sin una pancarta o bandera que los uniera. Alguno llevaba un pañuelo azul con la consigna “La Educación Pública no se toca” comprado ahí mismo, Otros iban con uniformes de médica/o o enfermero/a.

Había jóvenes, adultos, sin duda jubilados por el tono del pelo y el caminar cansino. Las columnas de militantes estaban en la plaza frente al Congreso, sobre Rivadavia la izquierda mayormente, los universitarios un poco más atrás. Y sobre H. Yrigoyena, mayormente el peronismo, los sindicatos estatales y otras columnas.
El resultado
“No al veto”, “En defensa de la Universidad pública”, “Docentes en lucha”. “No al veto. Si a la Universidad y la Salud pública”, “La patria no se vende, se defiende” decían las pancartas. La verdad es que a esta altura se sabe muy bien a quienes perjudica, y a los pocos que beneficia, este gobierno. Estos últimos no estaban en la multitudinaria marcha.

Entre las 17 y las 17,30 gran cantidad de manifestantes comenzaron a gritar y aplaudir al unísono. Algo pasaba. Era el resultado de la votación que se daba a conocer entre las columnas. Había abrazos felices. Otros muchos se mantenían serios a la espera de información fidedigna, o más cercana para ellos. Pronto por altoparlantes se confirmó lo positivo.
Para el caso de la Emergencia del Garraham, hubo 181 votos a favor de bajar el veto, 60 en contra y una abstención. En el caso del financiamiento universitario, 174 votos eligieron bajar el veto, 67 mantenerlo y 2 se abstuvieron. En ambos casos la decisión es contundente y no ofrece duda sobre dónde mira la mayoría de legisladores de la cámara baja.

Ahora el proyecto deberá pasar a la Cámara alta. En el caso de los vetos rechazados anteriores el meollo estaba en la cámara baja no en el Senado. Esta misma semana lo tratará esta cámara alta. Si rechaza los vetos, al gobierno no le queda otro camino que gestionar los fondos y gobernar en esa línea. Los votos de la ciudadanía y de sus representantes se lo están avisando.












juan jose prado
La clase media se volco a las calles. Repitiendo las jornadas de los ochenta una vez mas pondrá freno al autoritarismo. Como sociedad una vez mas ha demostrado que Argentina posee ese estracto social unico…LA CLASE MEDIA… se organiza y hace estrepito fuori…