Tras el veto del actual presidente Milei al financiamiento universitario las y los alumnos -uno de los componente de su base electoral, en 2023- salieron al ruedo. Las y los universitarios rechazan la errada política educativa del gobierno. Universidades tomadas, manifestaciones y el paro nacional en las casas de altos estudios el jueves 17 son algunas de las actividades para que el gobierno pueda ver lo erróneo de sus políticas educativas.
Aunque seguramente esta vez no lo robó de Netflix, al cambiarle el nombre al Centro Cultural Kirchner -el ex palacio del Correo Argentino, en la CABA- el presidente Javier Milei “acusó” a las universidades de contener solo estudiantes de clase alta y media alta, tras el veto que firmó para desfinanciar las casas de estudio.
La respuesta a la errónea política universitaria, tras el veto, no se hizo esperar. Los rectores, los sindicatos docentes y no docentes del sector y los propios estudiantes salieron al ruedo . En nuestra región, por caso, las universidades nacionales de San Martín y de J.C Paz en asambleas estudiantiles, decidieron planes de lucha.
Sin ir más lejos, hoy lunes 14, alumnos de la UNPAZ y la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento UNGS coordinarán acciones conjuntas. Y se mantienen tomadas todas la sedes de las casas de estudio. Las tomas también se llevan a cabo en otras universidades nacionales, con clases públicas y otras demostraciones.

Paro el 17
El miércoles por la tarde los centros de estudiantes las universidades se va a hacer escuchar con cortes de calles, clases públicas y manifestaciones. Además, el Frente Sindical de Universidades Nacionales anunció un paro total y nacional de las universidades, por 24 horas, para el jueves 17 del actual.
El veto de Milei, por lo extemporáneo, lejos de calmar las aguas del campo universitario, exacerbó los ánimos. La norma vetada iba a apuntalar salarios docentes y no docentes; y actualizar montos de gastos de funcionamiento. Teniendo en cuenta que el gobierno actual ni presupuesto 2024 formalizó, y usa el de 2023.
Ya se había difundido que el costo fiscal, según fuentes oficiales, era ínfimo: 0,14% del PBI. La ley se consideraba racional. Por ejemplo, según se difundió, para 2024 proponía actualizar los gastos de funcionamiento por la inflación completa de 2023, y este año actualizarlos bimestralmente por el indice de precios IPC.
Pero la gestión Milei, empecinada en dibujar una situación equilibrada con números -no en el real funcionamiento del país- así como licuó jubilaciones, busca desfinanciar las universidades. Los índices de inflación bajos se basan en ese ejercicio ficticio. Hay recesión, baja el consumo y baja la inflación, aunque los precios reales aumentan.

Tomas y manifestaciones
Otro ejemplo, el salario real de los docentes universitarios cayó el 23,7% desde noviembre de 2023. Según difundió la federación de sindicatos Conadu, el salario de docentes universitarios aumentó hasta agosto el 76% respecto a diciembre 2023, cuando la inflación de ese período llegó al 94,80%.
También se reclama por la situación de los hospitales universitarios. Uno de los más conocidos es el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, donde desde agosto la comisión interna de APUBA denuncia el “ahogo presupuestario” que se traduce en desabastecimiento de insumos y deterioro de las condiciones edilicias del hospital.
Tras el veto, en definitiva, comienza -y no es que termina- otro conflicto que genera el gobierno por desconocer cuestiones básicas, como el derecho a la educación. Para la jornada de hoy, las y los universitarios convocan a un debate con docentes y no docentes. Las demostración comenzarán cerca del mediodía.
A partir de las 16 se realizarán asambleas, las casas de estudio no tomarán lista en las aulas desde esa hora. Y se espera que sigan las tomas pacíficas de las casas de estudio, las clases públicas y las manifestaciones en las calles con cortes totales o parciales, según la convocatorias que se concreten.
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