Es un emprendimiento laboral de la asociación de Familiares y Liberados FADELI, de San Martín, en el barrio Independencia. Entre sus trabajadores tiene liberados del sistema penal y familiares de estos. Hacen trabajos de herrería, albañilería y plomería. Si no saben el oficio empiezan como ayudantes y aprenden con los oficiales de cada especialidad. Ganaron un concurso de precios de municipio para fabricar 50 cestos de basura para plazas y lugares públicos.

¿Se puede empezar de nuevo después de una adversidad? La Cooperativa de Trabajo FADELI es prueba de que sí. El emprendimiento laboral tiene entre sus trabajadores y trabajadoras a personas que estuvieron en conflicto con la ley, repararon su situación y decidieron darle un cauce útil a sus vidas.
La cooperativa, como indica su nombre, es una iniciativa de la asociación de Familiares y Liberados FADELI, de San Martín. Está en el barrio Independencia. Una de las caras visibles es Andrés Pavón, que trabajó toda su vida en albañilería y afines, amén de estudiar ciencias políticas en la UNSAM, y militar políticamente en su barrio.
La cooperativa hace trabajos de herrería, plomería, albañilería, tinglados, techos, y parrillas chulengo, entre otros. Las horas de trabajo de pagan según el convenio del sindicato metalúrgico (la UOM). Los horarios son flexibles según las entregas. Y como es cooperativa, los excedentes se reparten entre los propios asociados.
Cooperativistas


“Es un trabajo horizontal, sin mandamás. Pero organizado por el propio trabajo y los oficiales que conocen a fondo las tareas”, explica Pavón sobre el funcionamiento general de la cooperativa que nació hace tres años. Y hace un mes ganó un concurso de precios municipal para fabricar cestos de basura para los espacios públicos.
El trabajo lo hacen tres oficiales herreros: Andrés Alberto, Martín y Marcelo; y los ayudantes Ruben y Luis, ambos liberados, de San Martín. En tanto Cecilia (22), una de las más jóvenes, estudiante de derecho en la UBA, familiar de un detenido en el complejo San Martín, es la encargada de tareas administrativas y de relaciones públicas.
Cecilia, que antes trabajó en un almacén, luego como mesera y también en un centro jurídico, valora la experiencia de trabajar en forma cooperativa. “Casi soy la única mujer. Pero me gusta el trabajo y mis compañeros son muy inclusivos, en ese sentido no hay problemas” relata sobre su actividad laboral en la cooperativa FADELI.
Sobre la jornada laboral Pavón informa que se empieza a trabajar a la mañana temprano. Algunas veces se corta a las 14,30. Pero cuando hay pedidos, a entregar en fecha, la jornada puede alargarse hasta las 20 o las 21. No obstante, siempre a media mañana se refuerza el desayuno; y el almuerzo lo paga la cooperativa también.
El trabajo

“El trabajo es ameno y cordial -evalúa Pavón y señala- No hay explotación ni autoexplotación, porque no tenemos jefes o patrones. Y cuando paramos tipo 9,30 aprovechamos para abrir momentos de conversación”. El referente de FADELI también observa que muchas veces los ayudantes llegan sin conocer el oficio y aprenden con la práctica.
Para Pavón es relevante la presencia del Estado. En este sentido destaca el asesoramiento y la cercanía con la Dirección de Integración y Políticas Post Carcelarias de San Martín, y con organismos como la Comisión Provincial por la Memoria. Pero también suma que se conozca el trabajo para aumentar la clientela.
Días pasados, asimismo, pasó por la cooperativa, para observar el funcionamiento, el concejal local (Frente de Todos), Alejandro Mamaní, abogado especialista en derechos humanos. “Experiencias como estas sirven para crecer y avanzar, más cuando se trata de liberados. Por eso es tan importante” evaluó tras la visita.
Mamani, que además es coordinador de Políticas Territoriales en el ministerio de Obras Publicas de la Nación, señaló que “el trabajo desde ya, pero no solo lo del momento, sino que es muy importante el oficio que se llevan. Porque eso da la posibilidad y la esperanza de crecer para bien”.
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