A raíz de una clase magistral de la vicepresidenta Kirchner, en Chaco, en mayo último, el columnista Prado recorre parte los vaivenes del peso argentino desde la creación del papel moneda nacional; y observa el rol de la oligarquía agroexportadora, siempre más proclive a ganar con operaciones financieras que con la modernización y el agregado de valor a su producto directo de la tierra. En ese camino revela una interesante coincidencia entre los dichos actuales de C. Kirchner y los de Carlos Pellegrini.
Por Juan José Prado*
Desde la provincia del Chaco en una clase magistral se nos recordaba (vicepresidenta, Cristina Kirchner: «Estado, poder y sociedad: la insatisfacción democrática. Mayo 2022) cómo se menosprecia el peso argentino. Resulta interesante, entonces, hacer un corto recorrido sobre nuestro signo monetario y los efectos de su desvalorización.
Un historiador que rescato de los anaqueles de mi biblioteca (Enrique Silberstein en «Vida y milagro de nuestro peso» Centro Editor de América Latina 1970) al referirse a la historia del peso argentino manifiesta que es contar una “locuela histórica”. Me impactó esta calificación y despertó mayor interés en la cuestión.
Descubro que desde 1901 a 1970 se desvalorizó 20.000 %, el peso argentino. También de 1810 a 1863 el 2.500%. Y de 1863 a 1881 se mantuvo no solo a nivel, sino que empezó a valorizarse, en forma bastante sostenida. También observé algo que se reitera en el tiempo ante la valorización de nuestra moneda.
Es la reacción de los terratenientes. Silberstein señala que ante la valorización de la moneda nacional “la oligarquía agropecuaria hizo lo imposible para detenerla (y lo consiguió, demás está decirlo)”; y señala que “en 1899 se valorizó en forma escandalosa puesto que de 480 a que había llegado en 1890, bajó a 220 en 1898”.
“La devaluación del peso significo que los poderosos terratenientes dueños de la tierra y del poder económico dispusieran sobre la pobreza no solo del pueblo, sino del estado”. Esa devaluación en 1898 permite de nuevo la aparición de la oligarquía agropecuaria y, en defensa de sus intereses y de su fortuna, puso una valla casi definitiva en toda futura valorización con la creación de la Caja de Conversión.
“En nuestra historia, cuando el peso argentino se valorizaba,
inmediatamente aparecía el gobierno, deteniéndola”
La Caja de Conversión creada en 1890 es una institución financiera predecesora del Banco Central (BCRA). Será la encargada de organizar las emisiones nacionales de circulante, y de la amortización gradual de la moneda en curso. Era independiente del gobierno nacional. En 1895 emite los primeros billetes nacionales. Desaparece en 1935, cuando se sustituye por el Banco Central.
Vale la pena recurrir a los discursos de Carlos Pellegrini, presidente entre 1890 y 1892, que se expresa claramente sobre el efecto devaluatorio de la moneda. “La exportación de los productos del país alcanzó a 150 millones de pesos oro; e incluyendo los consumos interiores podemos calcular en 200 millones de pesos oro, si el papel se hubiese mantenido alrededor de 250, hubieran recibido 500 millones de pesos papel, que se hubieran distribuido entre todos los trabajadores: pero habiéndolo recibido a 210, solo recibieron 420 millones.”
Lo que manifiesta Carlos Pellegrini es que si el dólar se cotiza a 3, 200 millones son 600 millones, en cambio si se cotiza a 2, son 400 millones. Y como bien se aclaró, en su época se comenzaba a manejar más con el dólar que con el peso oro. El discurso de Pellegrini, como el pronunciado por Cristina Fernández en el Chaco, hace referencia al bimonetarismo.
En nuestra historia, cuando el peso argentino se valorizaba, inmediatamente aparecía el gobierno, deteniéndola, cosa que se hizo en 1852; en 1866 en la provincia de Buenos Aires; y en 1899 con la determinación de un valor fijo para el peso. Se aseguraba, en la economía de esos tiempos y de esta forma, que los propietarios de la tierra recibieran menos dinero que sus productos, en manos del poder especulativo.
“Los ciclos de devaluación han significado la sistemática pérdida
de soberanía económica de nuestra Argentina.”
Y como no se podía actuar sobre el precio, que se fijaba en los mercados internacionales, arreglaban el fato por medio de maniobras en la cotización de la moneda, a cargo de la Caja de Conversión. En la referida clase magistral se recordó la devaluación y pérdida de poder adquisitivo del peso argentino.
La maniobra consiste en devaluar de la noche a la mañana abruptamente la moneda nacional. Se utiliza el Banco Central y se transfiriere a las corporaciones financieras suculentas ganancias. Fue una de las primeras medidas de Macri al asumir en 2015, por la vía de dejar sin efecto el llamado “cepo” a la compra de dólares; y liberar la cotización del dólar “al Mercado”, que no es otra cosa que las corporaciones.
Los ciclos de devaluación han significado la sistemática pérdida de soberanía económica de nuestra Argentina. Esta columna pretende solo ilustrar desde donde proviene la decisión de devaluar y no el repetido proceder de gobiernos de turno en el desarrollo a lo largo de su historia hasta nuestros días. Para el interesado los datos históricos de Abelardo Ramos en sus historias lo ilustraran exhaustivamente.
La devaluación es la maniobra utilizada para actuar sobre el precio de los productos del mercado. Esto desencadena y es causa de la inflación. Es menester enfrentar y confrontar con aquellos que maniobran la cotización de la moneda, concentrando grandes ganancias en perjuicio de una justa distribución de la riqueza. La gestión de gobierno debe apuntar con firmeza y celeridad un límite al abuso del mercado, el beneficiario de la devaluación.
* Abogado. Ex presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires AABA. Miembro de la Mesa Directiva de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos). Gran Maestro de la UBA.
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