Por Víctor Bruzzoni*
Redactor especial

La Justicia Divina se titulaba el documental que, a escondidas, tenía como figura a, Julieta Makintach (49). Abogada egresada de la Universidad Austral, máster de especialidad con excelentes notas. Hija del fallecido Juan Makintach, una destacada figura del fuero penal. La mujer ingreso al Tribunal de Transición Nº 4 del Dpto Judicial de San Isidro, en 1998.
Era en tiempo en que comenzó a regir el nuevo Código Procesal Penal que instauró el sistema acusatorio en la provincia. Estuvo luego en el Juzgado de Garantías Nº 3. Desarrolló su actividad como secretaria durante diez años. El 8 de marzo de 2017 la designaron Jueza en el Tribunal Criminal 2 siempre del mismo departamento.
Llegó a ser, no solo titular sino además subrogante por vacancia judicial. Este último cargo le permitió integrar el Tribunal que juzgaría el caso Maradona. Docente de grado y posgrado en el organismo educacional de su egreso hasta su destitución, Julieta Makintach es también coach ontológica.
La sentencia
La sentencia para Julieta Makintach consta de 116 páginas, dictada tras seis audiencias de debate. Con abundante prueba, las decisiones de los juzgadores resultaron unánimes. Es lapidaria para Makintach que estuvo ausente en su notificación pública. “Necesito paz para mí y para mi familia ahora” expresó a medios nacionales para justificarse.
Los once miembros del jurado bonaerense la encontraron responsable de incurrir en “incumplimiento de los deberes inherentes a su cargo”; “realización de actos de parcialidad manifiesta”; y “desarrollo de actividades incompatibles con la dignidad y austeridad que el cargo judicial impone”. Y trascendieron los argumentos de sentencia de varios jurados.
“La magistrada excedió los límites propios del ejercicio de la función judicial e incumplió los deberes inherentes a la magistratura al participar y colaborar de manera irregular en un proyecto comercial estrechamente vinculado con el juicio que tenía a su cargo”, argumentó Hilda Kogan, presidenta del jurado y de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
“En sus descargos –expresó Kogan, también- la magistrada tampoco logró disipar la apariencia de parcialidad ni la irregularidad funcional que las partes percibieron durante el proceso”. También señala que quedó “(…) expuesta su activa colaboración en la elaboración de un producto audiovisual cuyo eje narrativo era su propio desempeño en el juicio”.
Y, además, que hubo “Diversos indicios” los cuales “revelan comportamientos de la magistrada que (…) permiten concluir que su accionar estuvo orientado más a obtener notoriedad pública que a cumplir cabalmente con la función de impartir justicia». La sentencia, sin duda, generó graves consecuencias para la ahora ex magistrada.
Consecuencias
Entonces, Makintach no podrá matricularse en el Colegio de su Departamento Judicial. Y, de hecho, la institución anunció públicamente la baja de su matrícula. Queda sin fueros a disposición de la Justicia penal ordinaria. También pierde el derecho a jubilación de los jueces. Y, además, corre el riesgo de recibir causas civiles producto de su “inconducta”.
Por otra parte, recientemente, en la causa penal abierta por parte de las hijas de Maradona, se solicitó la detención de la ex magistrada, bajo el argumento de “hostigamiento a periodistas y probable desvío de pruebas”. Es que, en realidad, se intenta iniciar el juicio Maradona, el año próximo, con más garantías de ecuanimidad para las partes.
Además, cabe aclarar que las sentencias del Jury de Enjuiciamiento son inapelables. Sin embargo, el Superior Tribunal puede aplicar la doctrina de la “revisabilidad limitada”, una instancia excepcional, para establecer si en una causa se cumplió con el derecho de defensa y debido proceso. Cualquiera, en el lugar de Makintach, podría invocarla.












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