Gastronomía, Música, San Isidro, Tiempo Libre

Manola se llenó de canto el fin de semana

La apertura del micrófono abierto con Adriana Barcia

La apertura del micrófono abierto con Adriana Barcia

El micrófono abierto que organiza en Manola Pizza Bar, Adriana Barcia, reunió a más de quince cantantes -varios alumnas y alumnos de la folklorista sanisidrense- de diferentes géneros musicales. Esta vez fueron varios sanfernandinos de la Casa del Tango, de ese distrito. Los micrófonos abiertos tienen lugar los terceros sábados de cada mes y son un clásico, además. La idea es simple: ir y cantar.

Alejandra cantó Tarumba, un comprometido tema que suele interpretar Teresa Parodi

Con la guitarra de Adriana Barcia, y las voces de las y los comensales Manola se llenó de canto el fin de semana. El micrófono abierto del sábado último, como en otras oportunidades reunió a alumnos de la folklorista, cantores de otros grupos de la zona, amigos -aunque cualquiera de los otros entra en esta clasificación- y los que se animaron.

Es casi un rito, a esta altura, el encuentro que se repite cada tercer sábado de mes. Adriana abre y cierra el encuentro con su propio canto. Son dos momentos imperdibles. Y después durante toda la noche le toca al resto hacer lo suyo. Alrededor de las 21,30, 22 comienzan. Cada cual arregla el tono con Adriana, o le entrega su pista musical.

Acá estamos

Luis interpretó, El Tema, de Juan Baglieto

Lo demás es amor al canto, respeto. Alegría de escuchar todos los géneros imaginables y así, bastante después de la media noche, se festeja el final. El sábado último hubo una visita especial de sanfernandinos de la Casa del Tango, que se lucieron no solamente con el dos por cuatro, porque cantaron baladas y boleros también.

Rafael, Javier, Rubén, Alejandra. La que llamaba al escenario era Adriana. Con el nombre de pila es suficiente. Porque en el micrófono abierto no hay vidriera. Y las amistades se llaman por el nombre nomás. Oscar Antonio, Graciela, Sebastián. Carlos Osvaldo, otro sanfernandino, lo dijo en pocas palabras: “conocimos a Adriana, nos gustó, y acá estamos”.    

Canta Rosario

Zambas, rock de los 70 y posterior, pop, canciones napolitanas, valses, folklore testimonial. En español o en inglés, en otra lengua. El que llega al escenario Roberto Rivas -nombre que recuerda aun pionero de los micrófonos abiertos en Manola- elige. No hay más misterio que ese. Y Adriana Barcia apoya, acompaña. No se mueve de su banqueta.

“El que toca nunca baila, nunca come y nunca nada”, le dice risueña a una de sus alumnas que le acerca una porción de torta. Es que esa noche de sábado fue con canto, y con festejo de cumpleaños incluido. Claudia Andrea cantó y festejó allí también. En familia. Es que, con la música, lo que flota en el aire de los micrófonos abiertos es la camaradería.

Animarse

Adriana Barcia, como cierre del micrófono abierto

 El lugar acompaña también. “En Manola, como ellos dicen, cocinan con amor”, dice Adriana en un momento en el que suelta los dedos de la guitarra y conversa con el público. Pero enseguida sigue el canto. José, que lleva muchos abriles cantando en familia, le agradece a Adriana el que lo haya animado “a cantar delante de este público en serio”.

Y la lista sigue: otra Andrea, Luis, Yeni, Rosario. En las mesas también hay hijos pequeños, sobrinos, nietos. Que escuchan interesados, sorprendidos. Descubren que hay pasatiempos casi tan divertidos como los jueguitos del celular. Y cantan Marcos, Alejandra, Yamila. Marta, Franco, Adolfo. Cada cantante hace dos vueltas para que haya espacio para todos y todas.

Manola Pizza Bar está en Primera Junta 299. Cuando se acerca la fecha solo hay que reservar (4732-1171). De un tiempo a esta parte, allí mismo, Adriana dicta sus clases de canto. Por lo tanto, se puede pasar y averiguar algo más sobre los micrófonos. Pero ella lo resume cuando le preguntan: “es un momento para cantar y compartir”.

Gustavo Camps

Dejar una respuesta