Cuando Zamora comenzó con esto de renovar las plazoletas y plazas de los barrios, o crearlas en descampados, eran las primeras, los periodistas locales se miraban descreídos cuando cierta vez dijo «cincuenta en 2019", o lo tomaron como quien dice «varias». El último domingo, Julio Zamora inauguró en El Talar la plaza número 41, y en la semana otra en Don Torcuato. La idea , o el leit motiv, son virtuosos pues lo que busca el intendente es que esos espacios vuelvan a ser comunitarios como antaño.
Juegos para niños y niñas sobre suelo de goma reciclada antigolpes, mesas de ping pong y fútbol tenis, tótem de seguridad autogestionado, y una inauguración con sorteos, grupos musicales y mesas con servicios municipales como la APP de seguridad «Alerta Tigre Global», acompañan la movida. Los diseños no varían, los actos tampoco, pero los barrios son muy distintos y allí está el valor de la propuesta: todos acceden a la misma calidad de servicio.
Y un detalle no menor. Son obras que se pagan con fondos municipales. Además la intendencia aprovecha la fuerte presencia vecinal, y anuncia otra obra o alguna novedad específica para el barrio. La semana última fueron dos plazas: una en Don Torcuato, en la calle Burgos, entre Francia y Suiza, la plaza San Martín; y la de El Talar, la plaza Rotary Club, en Paul Groussac, entre Las Heras y Belgrano, donde la lluvia permitió la jornada festiva.
En Don Torcuato
En Don Torcuato Zamora recordó la apertura del Hospital “Floreal Ferrara” y anunció la inauguración del primer Jardín municipal en la localidad, hoy martes. Como es usual hubo cientos de familias. Este es un bonus político bien conseguido, hay que reconocerlo, porque como dice el presidente en uno de sus spots publicitarios, «no es sarasa» lo de las plazas, y en esta época crítica, son espacios para cambiar el aire doméstico, aunque más no sea.
Zamora no deja de decir que estos espacios le sirvieron para escuchar más a los vecinos. Se le acercan para disparar la selfie, pero también para reclamarle un asfalto o pedirle trabajo para el hijo más grande que este año termina el secundario. Se lo ven al intendente hablando con un o y con otro, no son solo fotos. La crisis económica golpea fuerte y eso la oposición no puede taparlo con palabras, y menos después de cuatro años de gestión.
Esto último no ayuda a la oposición local, que por ejemplo días atrás estuvo en Don Torcuato, y criticó la falta de veredas pero no pudo mostrar alguna obra con fondos de Nación o Provincia allí. En la plaza San Martín el oficialismo local si enumeró: la colocación de 450mts. de veredas en el centro comercial de Riobamba y 1.000mts en instituciones, 2.300mts de cañerías (para erradicar zanjas), conexión de 430 postes de iluminación les y otras.
Otras dos acciones que se repiten en cada plaza -y la de Burgos, entre Francia y Suiza no fue excepción- son la plantación del árbol de Lapacho, un acto social más que naturalista, porque no dejan de explicar que «simboliza la fortaleza y el crecimiento de la ciudad». Y el banco rojo que recuerdas a las mujeres víctimas de violencia de género, otro tema acuciante para la sociedad, que además es transversal a las clases sociales.
Plaza Rotary Club
En la inauguración de la plaza Rotary Club, de El Talar, Zamora reafirmó: “Nuestras políticas llevan el compromiso de mejorar la vida de todos los vecinos (…) Es fundamental que el Estado municipal se ocupe del espacio público, porque se vincula directamente con el desarrollo de la comunidad que integran los vecinos”. Es la plaza 41, y la 42 será otra vez en Don Torcuato, cerca del Jardín de infantes municipal, en Padre Barruete y Riobamba.
La plaza situada en Paul Groussac, entre Las Heras y Belgrano, no es distinta a las 40 anteriores. Y Zamora lo explicó de esta manera: “Nuestra mirada debe ser integral. Debemos enfocar nuestro trabajo en todos los sectores de la ciudad, y cuantos más espacios públicos de calidad haya, más democratizada estará la vida en la sociedad de Tigre». Esta vez hubo un homenaje especial, en vida, al socio fundador del Rotary Club de El Talar, Luis Erizaga.
También aquí la comunidad dijo presente. El clima de tormenta no amedrentó a la vecindad aunque los actos tuvieron que hacerse cronómetro en mano. Además, el jefe comunal hizo entrega de un libro sobre la historia del distrito a Teresa Roldán, vecina de la localidad por más de 70 años, que expresó ante los vecinos la emoción que sentía por la inauguración del espacio y su orgullo de vivir en el barrio por tanto tiempo.
GC
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