Miles de mujeres marcharon en las calles lindantes al Congreso Nacional. Aunque el actual presidente ultraconservador, Javier Milei, las provocó al cambiarle el nombre a una dependencia de la Casa Rosada –“Salón de las Mujeres”- no se amilanaron. Ni los ignorantes ni los misóginos podrán interferir en el 8M, patrimonio cultural de las y los argentinos. En los municipios de la región las mujeres y divergencias sexuales tuvieron asueto a mediodía para poder concurrir a la multitudinaria marcha.
Todos recuerdan lo estúpido que quedó el diputado nacional, Javier Milei, cuando intentó a los gritos llamar “presidente” a la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau. Y esta, con una inteligencia admirable, aunque no se aprovechó, tras un cruce de palabras, terminó respondiéndole a él: “Gracias diputada”. Corría setiembre de 2022.
El actual presidente, Javier Milei, ultraconservador misógino y acérrimo enemigo del feminismo, le cambió el nombre al Salón de la Mujer de la Casa Rosada (tal vez la pinte de otro color en el futuro). Y la llamará Salón de los Próceres. Muchos lo vieron como una provocación pues lo hizo justamente en el Día Internacional de la Mujer.
Miles de mujeres participaron de la Movilización por el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y Paro internacional Feminista, este viernes 8. Son muchas las reivindicaciones por las que luchan las mujeres desde hace muchos años. Y difícilmente las pare una insignificante piedrita en el zapato, que será polvo cuando ellas sigan en su lucha.
La marcha
La marcha tuvo su epicentro en las inmediaciones el Congreso de la Nación. El gobierno tiene vigente un protocolo que prohíbe cortar las calles, bastante inservible -pues muchas veces los propios policías que manda el gobierno terminan cortando-. Y esta vez no fue la excepción a la regla, pues las mujeres coparon las calzadas.
En varios municipios del conurbano dieron asueto a mujeres y disidencias sexuales a mediodía para que puedan concurrir a la marcha. También hubo actos organizados por los municipios, la provincia de Buenos Aires, organizaciones de la sociedad civil. Las mujeres no necesitan pedir permiso para conmemorar El Día Internacional de la Mujer.
No hubo vallas, protocolo. Solamente hubo muchas, muchísimas mujeres que visibilizan sus reclamos en la calle ¿Dónde Más? Cubrieron periodísticamente, por ejemplo, las y los trabajadores de la agencia Télam, que dicho sea de paso el gobierno quiere cerrar (prohibir y cerrar parecen ser las acciones que mejor caracterizan a la gestión Milei).
“Acá estamos: fuimos marea, seremos tsunami” es el título del documento consensuado, por todas las representaciones del movimiento Ni Una Menos y la campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Lo leyó la periodista, Liliana Daunes, en el escenario armado frente al Congreso, informaron los trabajadores/as de Télam.
Verde y violeta
Desde ya las mujeres se solidarizaron, como gran parte de la sociedad, con las y los trabajadores de Télam. Y también denunciaron el proyecto de hambre de Milei. Pero sus consignas más importantes fueron “Si tocan a una, nos tocan a todas” y “Hermana, yo sí te creo”. Y los colores verde y violeta unieron el sentido reclamo.
El documento consensuado tuvo seis ejes. Por el derecho al aborto seguro, legal y gratuito (que es ley). Por trabajo y contra los despidos. Para denunciar el extractivismo en los cuerpos y territorios. Contra el protocolo antes nombrado. Contra el “hambre y el ajuste” Milei, como se dijo. Y contra el DNU Milei.
Las mujeres también denunciaron la violencia institucional, y las violencias machistas. Y Daunes leyó: “Conocemos bien la campaña de desprestigio contra el trabajo estatal (…) La historia muestra que necesitamos más políticas públicas de calidad, no menos. Cada vez que se cierra un programa se dejan de garantizar derechos”.
El denominado Pacto de Mayo, impulsado por el gobierno nacional, también estuvo en el foco del reclamo de las mujeres. Y las islas Malvinas que son argentinas. Y las medidas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que sigue el gobierno a falta de un plan propio. Lo cual implica recortes a las políticas sociales y de género.
Hacia el final, la voz reveladora de Daunes señalaba: “Festejamos, nuevamente, la unidad del movimiento feminista. Y esta jornada histórica de lucha. Acá estamos en esta plaza y en todo el país en alerta y movilizades (así con “e” lo dijo). Y decimos “Ni un paso atrás. A Milei no le tenemos miedo”.
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