Graciela Nicola es la directora general de la Movida Teatral de las Dos Orillas, que hoy sábado y mañana domingo está presentando talleres y obras teatrales en el Centro Cultural Munro (al final de la nota se puede ver el programa completo). En esta entrevista Nicola cuenta cómo nació la Movida hace 10 años, también revela cómo la mantuvieron gratuita pese a que docentes y artistas son de excelencia, y por supuesto, habla de como cambiaron obras y espectadores duran te esta década de experiencia.
Graciela Nicola, en el mundo del ballet, se formó y se desempeñó en el Teatro Colón, luego pasó al teatro como directora, escenógrafa y docente teatral. La vecina de Vicente López, fue una de las pocas directoras mujeres, sino la única, que dirigió, Marathón, de Ricardo Monti. En 2008, junto a otros colegas, le dio génesis a la Movida Teatral de las Dos Orillas.
La Movida primero fue entre argentinos y uruguayos, pero después se sumaron gentes de teatro de varios países, y hoy tiene un reconocimiento como pocos eventos teatrales. Y lo que se destaca de la iniciativa es que siempre es con entrada libre y gratuita, más allá de los artistas y espectáculos de renombre que dan talleres y se presentan.
Graciela Nicola es la directora general. Hoy sábado 15 y mañana domingo, a 10 años de su creación la Movida Teatral de las Dos Orillas estará en el Centro Cultural Munro (Av. Vélez Sársfield 4650), de 10 a 21. En esta entrevista Nicola cuenta cómo nació y se desarrolló durante estos 10 años la Movida, y revela el leit motiv de los artistas que le dieron nombre y excelencia.
¿Cómo nació la movida de las dos orillas en 2008?
El primer evento lo hicimos en Uruguay, en la secretaría de Cultura de Colonia del Sacramento, Uruguay. Ahí nos comprometimos a recibir en Buenos Aires, al Elenco del Patrimonio, que era el de allí, el municipal, lo íbamos a recibir en Buenos Aires. Yo formaba parte de un grupo, el Ciclo de directores del Centro Cultural San Martín, de acá. Habíamos hecho un trabajo de laboratorio, eramos dieciocho, los actores eran de los talleres del San Martín, montamos una obra de Bertolt Brecht. Hicimos cosas juntos como independientes, había uruguayos y nos dicen: a la secretaría de Cultura (uruguaya) le interesó esto, el San Martín nos auspició, y ahí marchamos, no todos pues muchos se abrieron. Invitamos a otros pues había que llevar los 18, fue mi grupo (de canto) Phonia. Y así, en enero de 2008 surgió el primer intercambio que se llamó Movida Teatral de la Dos Orillas, en el (centro cultural y teatro) Bastión del Carmen, de Colonia ¡Fuimos muy a remo! (risas, por la ocurrencia), si, dormíamos en una escuela politécnica que en verano no funciona, el Bastión estaba a disposición nuestra disposición…

Nicola: Nosotros pensamos que la cultura es la base fundamental de toda sociedad. Teatro, música, danza, son todas herramientas de la cultura
Vos venís de la danza, del ballet, sos egresada del Colón ¿cómo sumaron sus experiencias a la Movida?
Entre los directores que viajamos eramos muchos los que, antes del teatro, veníamos de otro palo. Estaba, Walter Galindo, un tenor con quien habíamos hecho, El hombre de la Mancha; él era el protagonista, yo hacía la puesta en escena y la coreografía y José María Langley, la dirección general. También Raúl Kersembaun, del cine, que es un gran guionista, y docente de la Universidad Abierta Interamericana. Entonces se me ocurrió proponer: ya que de noche van nuestras obras por qué no montamos talleres, de día, vos Walter, da manejo de la voz, vos Raúl guión, propuse, yo daba teatro físico (centrado en la expresión corporal). Los talleres estaban llenos, vino gente de todos lados…Raúl nos acompañó todo aquel primer trayecto, es una persona de mi más alta estima…
¿Qué querían mostrar ustedes con aquella Movida en 2008?
Nosotros queríamos hacer un y mostrar un intercambio de modos de trabajo el teatro. Exhibir las obras. En el San Martín, como Ciclo, habíamos montado, Terror y miserias, de Bertolt Brecht, que tiene 33 escenas y no hay actor profesional que en algún momento no la haya hecho, estudiado. En Colonia hicimos 18 escenas, cada director una, y yo la dirección general, uniendo todo. Hubo muchas similitudes en el modo de trabajar, y algunas diferencias también, y ese era nuestro objetivo: ver las maneras de trabajar teatro.

Es poco contacto que te dan las redes sociales, vos estas solo en tu casa. Las sociedades se van convirtiendo en zombies
Dentro del teatro hay géneros, escuelas, técnicas… ¿que “teatro”, por así decirlo, querían mostrar?
Para nosotros el concepto, desde el principio, fue que “teatro” es todo lo que uno va a ver al teatro, ya sea cantado, bailado, mudo, de texto. Para la Movida, hoy, sigue siendo todo lo que uno va a ver al teatro, no solo el teatro de texto, sino toda expresión que se pueda hacer donde sea, en una plaza… En abrir un abanico enorme para que la gente salga esos días y pueda ver todo de un pantallazo, todo lo que tenga que ver y enriquezca al teatro: escuela grotowskiana, teatro del absurdo, se trabaja la farsa, la dramaturgia, dirección, actuación, escenografía y vestuario, composición musical…todo. Ha venido gente de Francia a mostrar como se trabaja en la Liga de Improvisación. Estamos siempre en la búsqueda de nuevas tendencias para sumar, y tratamos siempre de incorporarlas
Por lo que decís, esa línea han logrado mantenerla todos estos años…
Si, si. Ese fue y es el horizonte y la gente lo agradece porque dice: “tomar estos talleres durante estos cuatro días -Nicola aclara: “al comienzo eran seis días, después por presupuesto hubo que acortarlo a cuatro y este año dos”- es imposible de otro modo». Hay mucho trabajo acá. El cronograma lo elejimos nosotros. Nos preguntamos cuál es el referente de tal disciplina. Por ejemplo, cuando decidimos traer la escuela grotowskiana nos habíamos contactado con los entonces directores del Conservatorio Nacional de las Artes, de Santiago, Chile, que se especializaban en esa escuela y los pudimos traer, luego viajamos nosotros. Hace dos años estuvo, bueno, hasta que murió, Lito Cruz con la escuela shakespereana, eras un gran referente. El gran director argentino que inauguró la movida dando dirección, con nosotros en 2008, lamenta ahora está enfermo, fue Daniel Suárez Marzal. Luego llegó Gustavo Garzón, que lo convocó él. Walter Acosta, que este va a dar teatro del absurdo, trabajó 20 años en la BBC de Londres. Estuvo Peteco Carabajal con un seminario de folklore y organizó una noche musical. Vino (el cineasta) Pablo Trapero a dar un seminario de actuación ante cámara…

la televisión idiotiza esto no es nuevo, pero además las redes sociales están matando el aquí y ahora del teatro
La Movida es pedagógica para todos, espectadores, gente de teatro, artistas…
La movida no es competitiva, es decir, no llama a la competencia para presentar obras. Nosotros buscamos armar un cronograma de pedagógico y de excelencia, con los referentes. No es que “porque es gratis buenos, entonces lo da cualquiera…”. No. Gestionamos mucho. Hay conversaciones y gestiones de muchas horas sentados en diferentes oficinas, lugares. El público, de gente de teatro y la actuación, y los espectadores, nos siguen porque saben que lo que trae la Movida de las Dos Orillas es bueno, no se van a encontrar con nada más o menos. El pilar de la movida es pedagógico, son tres seminarios por día y como cierre una obra, cuyo género siempre variamos, para que el público, de manera cuasipedagógica, también aprende a ver teatro.
¿Lo de “las dos orillas”, por Uruguay y la Argentina, quedó chico al paso de los años no? Digo porque han venido artistas de todo el mundo a dar talleres seminarios, funciones,…
No le cambiamos el nombre porque el curriculum lo tiene La Movida Teatral de las Dos Orillas; tenemos decretos de interés cultural de legislaturas, presidencia de la Nación, municipios. Pero vamos a ver de qué manera podemos ir mutándolo .La directora de la Biblioteca del Congreso de la Nación, que nos albergó como sede en Noviembre, dijo: esto el “la movida de las cien orillas”…

Para nosotros el concepto, desde el principio, fue que “teatro” es todo lo que uno va a ver al teatro, ya sea cantado, bailado, mudo, de texto
¿Cambió el espectador de hace 10 años al actual?
vienen chicos de 9 años hasta adultos de 90 años. Hay los tipos de público, el participante que viene a los talleres, y después se queda o vuelve para ver las obras, y el público de las obras. El que viene a los talleres, el participante, siempre viene con la misma avidez, los del interior, la costa, nos piden que les guardemos lugar. Nos dijeron que vienen “a internarse a un spa cultural”… (risas). El público de las obras que viene de afuera, si bien viene, es más resistente a ir al teatro porque está más pegado a la televisión, la televisión idiotiza esto no es nuevo, pero además las redes sociales están matando el aquí y ahora del teatro. Es poco contacto que te dan las redes sociales, vos estas solo en tu casa. Las sociedades se van convirtiendo en zombies. El teatro ha mutado a express, no tienen tanto éxito las obras que duran más de una hora. Hay un público minoritario al que le gusta el teatro y lo valora. Pero para traer mucha gente al teatro tenes que hacer cosas que los saquen y lo pongan rápido, quince minutos, le cambiaste la escena…en una noche mejor hacer tres obras cortas y no una larga que los tiene pendientes de una trama porque no va a estar atentos, es algo que hemos notado, y seriamente lo hemos notado. Nosotros hemos optado por dividir la noche, ponemos algo de humor y algo de otro género, o una parte musical y una parte teatral. Cuesta mucho llevar la gente al teatro. Y es una pena, primero porque es una herramienta de opción importantísima, los dramaturgos como Shakespeare, empezaron en la calle como crítica a lo que pasaba en la corte. Es el patrimonio vivo que tenemos también, y no debe morir.
¿Por qué es gratuita toda la actividad?
Nosotros pensamos que la cultura es la base fundamental de toda sociedad. Teatro, música, danza, son todas herramientas de la cultura. Pero la cultura es más, es volver a empatizar con el otro, no tirar un papel en la calle, ser responsable por el otro. En nuestros eventos, la gente más allá de nutrirse con la excelencia encuentra un lugar para convivir. En la Movida no se le pregunta a nadie de que color político es, en que banco tiene cuenta bancaria, de qué zona es. Acá convivimos todos, la señora del barrio, el artista que vive en Recoleta, el actor que vive en Martelli. Nadie se entera porque unimos a todos. Nuestro objetivo es tener un espacio grande donde todo un caudal de gente, que no tiene dinero, pueda entrenarse. Fuera de la Movida cada cual trabaja y cobra. Como Movida no nos han faltado sedes. Lo que necesitamos es que haya toda la buena honda del otro lado. En el Conti hasta la directora fue a los talleres. En el Congreso nos invitaron ellos. Hemos logrado una excelencia humana. Es nuestro grano de arena para cambiar la sociedad, sino quedémonos en casa y dejemos que hagan lo que quieran con nosotros.
Gustavo Camps
Dejar una respuesta