Familiares, amigos y la RED de Familiares Contra la Tortura y otras Violencias del Estado, que coordina la Comisión Provincial por la Memoria, recordaron el segundo aniversario de la llamada masacre de Pergamino donde fallecieron siete jóvenes, y otros 12 resultaron gravemente heridos, durante un incendio en una celda en la Comisaría 1era. de Pergamino, el 2 de marzo de 2017, que efectivos desaprensivos, en lugar de extinguir, cerraron el pasillo de los calabozos y dejaron que las personas alojadas se quemen. Los efectivos fueron exonerados y están en juicio.
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La comisaría 1era. de Pergamino, en Dorrego al 600, tiene una placa que recuerda que el lugar fue un sitio clandestino de detención durante la última dictadura. Pero en 2017 la maldición de muerte volvió a activarse en democracia, el 2 de marzo de ese año, para mal de 19 jóvenes detenidos en sus celdas, 7 de los cuales, de entre 18 y 27 años, directamente perecieron.
Cómo fueron los hechos figura en las redes sociales. Lo importante es que Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizzarro, John Mario Carlos, Juan José Cabrera y Fernando Emanuel Latorre, perdieron la vida en un incendio de la celda donde estaban porque la policía que debía “salvaguardarlos” en lugar de eso los dejó morir asfixiados y quemados.
El sábado último familiares, amigos y la RED de Familiares Contra la Tortura y otras Violencias del Estado, que coordina la Comisión Provincial por la Memoria, los recordó con una marcha por el centro de Pergamino y dos actos, uno en la comisaría a la hora en la que ocurrieron los hechos, alrededor de las 18,30 y otro un par de horas después en en Anfiteatro del Parque España.
Estuvieron las organizaciones que conforman el capitulo de la RED en San Martín -la asociación Fadeli La Gramsci de familiares de detenidos y liberados; el colectivo transexual Billinghurst; el merendero Los Pichoncitos, entre otros- y gran cantidad de familiares cuyos nombres y apellidos fueron conocidos a través de los casos más resonantes y más descarnados de violencia estatal
Desde media mañana la RED y la CPM estuvieron en la Universidad Nacional del Noroeste bonaerense (UNNOBA), y allí con los familiares de la RED organizaron talleres sobre derechos humanos y comunicación, además de armar gran parte de las pancartas que luego se utilizaron en la marcha, concurrida también por organizaciones de la sociedad civil y espacios políticos locales.
Seis policías, uno con el grado de comisario, fueron exonerados y a juicio por los hechos. “En Pergamino quedó demostrado –explicó, Sandra Raggio, directora de la CPM, al abrir la jornada- que ante la violencia estatal, la organización de familiares y el agrupamiento en organizaciones territoriales permite el acompañamiento y construir un camino con mayor fuerza para continuar”,
Roberto Cipriano García, secretario de la CPM, que acompañó la apertura, puso de relieve que “el sistema de la crueldad -sobre el que se basa la violencia del Estado- es muy fuerte” y se agudizó con el actual gobierno, de allí que uno de los objetivos de la CPM con la RED en “transformar el dolor -por la violencia que sufren familiares y víctimas de la violencia estatal- en lucha”.
Luego relataron sus experiencias Cristina Gramajo, mamá de Sergio Filiberto, una de las víctimas de Pergamino; y Miriam Medina, mamá de Sebastián Bordón, el estudiante asesinado por policías en Mendoza en 1998. También se proyectó un video sobre la masacre de Pergamino que interpela –“¿A qué te podes acostumbrar?” pregunta- sobre los límites de las violencias del Estado.
Antes de la marcha Eugenia Vázquez, hermana de Andrea Viera la joven torturada y asesinada por policías en Florencio Varela en 2002, le dijo a denorteanorte.com: “Yo recorrí todas las cárceles porque los testigos son detenidos y pude ver que los presos son siempre gente pobre, y ahora la mayoría son jóvenes”. Tras 17 años la Justicia aun no da su veredicto.
La marcha
La marcha se inició con un acto en la vereda de la comisaría 1era. en Dorrego al 600. Allí algunos familiares -Mariana Noguera, viuda de F. Latorre; Diego Filiberto y C. Gramajo, hermano y mamá de Sergio- exteriorizaron su dolor y aunque reconocieron que los policías victimarios fueron exonerados, reclamaron que de una vez por todas vayan a un juicio oral y público.
También explicaron que buscan “justicia por los siete” jóvenes malogrados, victimas de la violencia del Estado, pero los reclamos son “por la vida de todos”. Gramajo, en esa línea, exhortó a que “esta masacre sea para la ciudad un antes y un después. La lucha ya no es para los nuestros, que ya no están, es para todos” y agradeció a la comunidad “por la elección de haber venido”.
La joven Noguera afirmó la responsabilidad policial en la masacre. “No tuvieron empatía por la vida” afirmó y exteriorizó el pensamiento de muchos ante semejante hecho: “una verdad horrorosa que mi como ser humano me desconcierta” reconoció la joven. Y se quejó de que los policías exonerados tengan el beneficio del arresto domiciliario mientras esperan el juicio.
Luego, Diego Filiberto señaló “esto se podría haber evitado” y describió todas las acciones y omisiones de los policías que terminaron en la masacre de los siete jóvenes. “Hoy nos toca estar en la calle, después de 24 meses, para que no vuelva a pasar, pero a cualquiera le puede pasar” advirtió, y luego de agradecer, también, nombró a cada víctima y el público contestaba: ¡Presente!
La marcha tomó Dorrego hasta la peatonal de Pergamino (San Nicolas), y la recorrió hasta la avenida Mayo, con diversos cánticos algunos tomados de organismos de derechos humanos. ”Yo sabía/Yo sabía/A los pibes/Los mató la policía”; “No queremos mano dura/No queremos represión/Queremos para los pibes/Trabajo y educación”; “Atención atención/Atención atención/no es un policía/es toda la institución”.
En la peatonal algunos transeúntes, y los comerciantes, miraban con desconfianza, otros con paciencia y muchos asentían. Con un megáfono, una voz de mujer de la marcha explicaba quienes eran y por qué marchaban, entre cántico y cántico. Así siguieron hasta la plaza Miguel Dávila, y de avenida de Mayo y Rocha cruzaron un túnel vial hasta el anfiteatro Parque España.
En 2018, la ordenanza municipal de Pergamino, 8891/18, convirtió a la comisaría 1era. en espacio para la memoria y la promoción de derechos humanos. El inmueble en la calle Dorrego al 600 está administrado por un consejo integrado por familiares de las victimas, organismos de derechos humanos, la CPM, el municipio y la secretaría de Derechos Humanos bonaerense.
Por la masacre de Pergamino fueron imputados judicialmente los ex policías (que lo eran al perpetrar la masacre, pero por ello fueron exonerados) Matías Giulietti; Sergio Rodas; Brian Carrizo; Alexis Eva; Carolina Guevara; y el comisario, Sebastián Donza. Los acusados esperan el juicio con el beneficio de libertad domiciliaria.
Gustavo Camps
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