El Presidente entregó los premios Azucena Villaflor del período 2015-2020. Fue ayer a la tarde, en la ex ESMA. Allí sostuvo que “el reencuentro de los argentinos es no olvidar, reclamar la verdad y pedir justicia”. Ayer jueves 10 se conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos, así como 37 años seguidos de democracia en la Argentina, tras el último golpe cívico militar, que torturó, secuestro, hizo desaparecer y asesinó a miles y miles de compatriotas. Lo acompañó la vicepresidenta de la nación, cristina Fernández de Kirchner.
El presidente Alberto Fernández puso a disposición de los organismos argentinos de derechos humanos información hallada en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) sobre esas organizaciones. Además entregó los premios Azucena Villaflor del período 2015-2020; que reconocen la trayectoria en la lucha por los derechos humanos.
“Estos premios llevan el nombre de una luchadora enorme”, expresó Fernández, sobre Azucena Villaflor, secuestrada el 10 de diciembre de 1977; una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo; entidad dedicada a denunciar los crímenes de la última dictadura y a buscar a los desaparecidos por el terrorismo de Estado en la Argentina.
Lo acompañaron la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo; el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti; entre otros funcionarios.
Sin hacer nombres el Presidente puso de relieve, con razón, que “Durante cinco años esto no se hizo. Porque algunos piensan que el reencuentro de los argentinos pasa por olvidar el pasado. Y estamos los que creemos que no, que el verdadero reencuentro es no olvidar, reclamar la verdad y simplemente pedir justicia”.
Las y los premiados
Los premios Azucena Villaflor de De Vincenti fueron instituidos en 2003, aunque fueron discontinuados por el gobierno anterior, se entregan anualmente a través de la secretaría de derechos humanos, a ciudadanos, ciudadanas y entidades que se destacan por su trayectoria cívica en defensa de los derechos humanos.
Este año se otorgaron al obrero gráfico, Víctor Basterra (post mortem), víctima de la última dictadura; a Rosa Schonfeld de Bru, mamá de Miguel Bru, víctima de violencia institucional, en 1993; y a Vera Vigevani de Jarach, Angela Paolin de Boitano, Iris de Avellaneda y Rosa Tarlovsky de Roisinblit, referentes de organismos de DDHH.
Jarach es Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Lita Boitano preside la asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Iris Avellaneda, preside la Asociación Sobrevivientes de Familiares y Compañeros de Campo de Mayo. Y Rosa Roisinblit es vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
De la entrega de premios participaron asimismo, a través de videoconferencia, para evitar la exposición ante las pandemia, las presidentas de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Tati Almeyda, y de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Compromiso de lucha
El Presidente pidió que a futuro “estos premios que tantos argentinos y argentinas merecen por su lucha incansable, todos los años nos reúnan para homenajearlos”. Y destacó la valía de las Madres, que golpeadas en lo más íntimo y querido, sus propios hijos e hijas, tuvieron la fuerza y la lucidez de enfrentar la adversidad.
“Elegimos este día de los Derechos Humanos –señaló el Presidente de los argentinos y argentinas- para premiar a estas mujeres valiosas en todo sentido. Porque cada una de ellas en su vida personal ha debido enfrentar una tragedia: el dolor de perder lo más querido. Y valiosas porque ante semejante dolor nunca bajaron los brazos”.
El Jefe de Estado reconoció a los premiados porque “siempre lucharon y lo hicieron del mejor modo. Pidieron solamente que argentinos y argentinas recordemos y tengamos memoria. Que la verdad se conozca. Y que los responsables de la tragedia tengan justicia; hacer justicia con los que generaron la mayor tragedia de la Argentina”.
Lugar emblemático
Por su parte, la vicepresidenta Fernández de Kirchner consideró que “la ESMA es un lugar emblemático”. Luego recordó que “la primera vez que vine acá fue el 24 de marzo del 2004, era senadora y vine acompañándolo a Néstor (Kirchner) en lo que constituyó la recuperación de este lugar terrible pero histórico de los argentinos”.
La vicepresidente llamó a “recuperar la ESMA porque ha sido abandonada”. Luego propuso “volver a recuperar esa cosa muy virtuosa de los programas sociales. Donde aquellos que no habían podido incorporarse todavía a la vida laboral, a través de un trabajo registrado, eran ocupados por el gobierno a cambio de trabajo”.
Y explicó: “Tenemos que lograr, como lo hicimos hasta el 2015, que aquellos que no tuvieron la oportunidad, o la suerte, de lograr un trabajo, y tienen un ingreso del Estado, de alguna manera lo devuelvan al Estado con su trabajo. Porque es bueno para todos. Para la sociedad, para los que trabajan y para el gobierno”.
El Presidente también entregó información encontrada en la AFI, sobre 13 organismos de Derechos Humanos que integran el archivo de la ex Dirección de Antecedentes de la ex SIDE. La documentación incluye partes de inteligencia e información sobre seguimientos. Fue puesta a disposición de referentes de los organismos humanitarios.
En el acto también se anunció la presentación oficial, por parte de la Argentina, de la candidatura del Museo Sitio de Memoria ESMA a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco; y el Plan Estratégico para el Avance del Proceso de Justicia por los Crímenes de Lesa humanidad.
GC
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