El referente y uno de los fundadores del Partido Obrero, actualmente líder de una tendencia dentro de ese espacio trotskista, habló de la realidad política actual. Consideró que «los acuerdos con el FMI son la base de todo este derrumbe» económico pero el mayor problema para salir de la «bancarrota», en la que se encuentra el país, no es del sector de los trabajadores sino de la burguesía (clases social dominante). Además advirtió que «ya no se puede dar otro ajuste» y puso como ejemplo de lo que puede ocurrir, la provincia de Chubut donde trabajadores estatales, docentes, la mesa de unidad sindical, estudiantes y movimientos sociales protestan abiertamente en las calles y cortan rutas, contra las políticas de ajuste de ese gobierno provincial.
Altamira: «la Argentina está en un volcán, y la discusión está en la trastienda, no porque eventualmente ya se sabe quien gana, sino porque lo que se discute es el volcán»
«En este momento no solo despedimos el invierno, también hay indiferencia por el proceso electoral» dijo al comenzar una disertación el viernes 20, el último día de invierno, el referente y uno de los fundadores del Partido Obrero (PO), Jorge Altamira. Fue en el Centro Cultural Tiempos de la Memoria, en Puente Saavedra, y Altamira pasó revista por la situación política nacional, en el contexto del proceso de elecciones generales hacia octubre.
La tendencia del Partido Obrero Vicente López, cuyo líder es el dirigente local, Federico Decoppet, organizó la presentación del histórico referente del PO. Hubo presencia de militancia de la región, delegados de empresas recuperadas, docentes y militantes de organizaciones sociales que se acercaron a escuchar una voz disidente, pero también con indudable experiencia de lucha, que es capaz de generar debate hasta en sus propias filas.
Altamira observó que podría pensarse que «una mayoría que ya votó el 11 de agosto, en principio, confirmaría el voto el 27 de octubre –sin embargo, advirtió el referente del PO, que actualmente lidera una tendencia dentro de su espacio- si uno mira más profundo no es esto lo que ocurre; la Argentina está en un volcán, y la discusión está en la trastienda, no porque eventualmente ya se sabe quien gana, sino que lo que se discute es el volcán».
«La Argentina ha entrado en un proceso de bancarrota» y «lo que se discute en campaña es la bancarrota, que está dada por el hecho de que la Argentina no puede pagar la deuda externa
Altamira observó que si lo usual en campaña electoral es debatir plataformas futuras, «a nadie le interesa el futuro porque lo que se discute son los problemas presentes y lo que se llama: la transición». Para Altamira, de cómo se resuelva la transición, dependerá «lo que sobrevenga en el proceso ulterior, y no tanto de los votos». El referente de la tendencia del PO propuso mirar lo que ocurre en Chubut, «una provincia que está en completa rebelión» sostuvo.
Luego puso el acento en que «la Argentina entró en un proceso de bancarrota» y «lo que se discute en campaña es la bancarrota, que está dada por el hecho de que la Argentina no puede pagar la deuda externa. Y no solo no puede pagar el Estado nacional que tiene una deuda que se aproxima a U$S 400.000 millones, sino que no la pueden pagar los grandes capitales privados que tienen una deuda externa de U$S 100.000, y muchos están en default».
Para Altamira la reflexión que surge de ese estado de cosas es que «la burguesía no controla los procesos políticos que impulsa y mucho menos los económicos». Y desde esta perspectiva sostuvo: «El programa de Macri, con el cual subió y por eso subió, era endeudarse. Si no hubiera planteado endeudarse no ganaba, porque antes de su gobierno no había posibilidades de endeudarse en el exterior» ni en el país, por lo caro de la tasa interna de interés.
Contradicciones
Además, explicó que esta fue la razón por la cual una de las primeras medidas del gobierno macrista fue salir del llamado cepo cambiario, «porque en lugar de pagar el 10% o el 20 % en la Argentina (en aquel entonces) puedo obtener un préstamo del 2% en el exterior y acelero el desarrollo capitalista». Por esto también, para Altamira, el nuevo gobierno accedió rápidamente a pagarle a los fondos buitres, para lo cual debió endeudarse externamente.
El referente de la tendencia del PO criticó, y lo caracterizó como una típica contradicción, que actualmente los capitalistas «se quejan de la política que les reclamó a los políticos para permitir facilitar o apoyar el acceso de Macri al gobierno. Quien no perciba esto no entiende -advirtió Altamira- el carácter violento que han asumido las contradicciones del capitalismo«. Luego recordó que él ya hacía la misma caracterización, al asumir Macri en 2015.
«Hago lo que el capital me pide, como consecuencia desencadeno una bancarrota que hunde al capital que me pide, y ahora quiere que lo rescate. Pero como todo esto no puede hacerlo la misma persona, le pasan el bastón al que sigue» graficó Altamira sobre la contradicción. Luego puso de relieve que todo el régimen político aceptó esa situación, al aprobar el presupuesto en el Congreso, y apoyar el pago a los fondos buitres y la deuda externa.
«Los acuerdos con el FMI son la base de todo este derrumbe«, evaluó el líder de la tendencia del PO
Para Altamira «los acuerdos con el FMI son la base de todo este derrumbe» pues los márgenes para discutir una renegociación de la deuda son «económicamente estrechos y políticamente compulsivos». Así, el dirigente explicó que «no se les puede pagar al mismo tiempo al FMI y a los acreedores privados» salvo «una dispensa« que otorga el FMI, por la cual permite el pago pero a cambio, «la política del gobierno que pide esa prorroga la dicta el FMI».
El líder del PO disidente explicó que el próximo gobierno, Alberto Fernández, por caso, tendrá esa espada de Damocles, por tal motivo, el peronismo, según Altamira, no aceptó discutir la reprogramación de pagos al FMI en el Congreso, y obligó a Macri a sacarla por decreto. Para Altamira el Congreso no se reúne, para dejar que Macri gobierne por decreto hasta que se vaya en diciembre. «Es una crisis de régimen, no de dos visiones opositoras».
¿Pacto social o movilización de masas?
Altamira también señaló que el próximo gobierno, para evitar renegociar con el FMI, puede ir a una quita de deuda con los acreedores privados, sin embargo, esta opción puede generar la salida de capitales, así como una crisis más brutal que la actual, que obligará al gobierno a tomar «medidas excepcionales de intervención» para lo cual «hay que tener una capacidad política muy grande, y en cierto modo, movilizar a las masas para sostenerla».
Federico Decoppet (izq.) presenta al líder del PO tendencia
Para el referente del PO antes que movilización de masas, el Frente de Todos plantea un pacto social «para que la burguesía, la iglesia, los trabajadores, se pongan de acuerdo en congelar la situación de bancarrota. Este impase, que debería funcionar desde el 10 de diciembre (con un nuevo gobierno) funciona ahora, porque los actores sociales saben que desde el 10 es lo que se va a manifestar, por eso esta perspectiva de futuro funciona en el presente».
Altamira también señaló que esa situación «es un factor de desestabilización económica muy agudo» y como ejemplo, consideró que pone de relieve contradicciones entre los capitalistas frente al pago de la deuda. «Todos los grupos internacionales están tratando de condicionar las políticas del próximo gobierno, algunos de una manera, otros de otra, porque los intereses de los capitalistas en relación a la decisión de pagar la deuda son contradictorios«.
Al final hubo espacio para preguntas y tomas de posición
Como ejemplo, Altamira graficó: «Si la deuda se reestructura de 100 a 60, quien compró deuda en 100 tendrá una pérdida, pero el problema es que si luego esa deuda (de 100) vale 40 el que la compró a 60, ganará 20. Por lo tanto el reestructurar una deuda es tema de conflicto pues hay distintos intereses en juego (…) contradicciones económicas profundas cuya repercusión política va a ser absolutamente inmensa» vaticinó el dirigente trotskista.
Para Altamira, el hecho de que ya se conozca un posible ganador en las elecciones de octubre «no tranquiliza a nadie y no significa que se haya encontrado una salida, ni se haya calmado una disputa entre la clase capitalista». Así, aunque convocó a votar al FIT-U en las elecciones, consideró más útil, por ejemplo, la lucha de los trabajadores en el terreno sindical. Desde aquí Altamira pasó al plano internacional y se abrió una instancia de preguntas.
Para Altamira, estas situaciones «convierten a las elecciones del 27 de octubre en un episodio completamente inocuo, porque lo que está en juego son problemas que van a ser resueltos por medio de una lucha vivaz. Este es el tema que caracteriza el momento político argentino». Desde esta perspectiva para el dirigente del PO, «cualquier deriva electoralista es completamente inadecuada e inapropiada (…) pues no le da salida a los trabajadores».
GC
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