El organismo de derechos humanos de la región hace un repaso de sus actividades en los últimos veinticinco años. Y a modo de renovación de principios y compromisos reivindica el acompañamiento a jóvenes que se inician en el campo de la política. También reconoce la adhesión a valores como la solidaridad, la inclusión y el compromiso con el prójimo. Y más allá de la cercanía o lejanía, con algunas de las políticas de cualquier gobierno de turno, mantienen su norte de visibilizar y denunciar la violencia institucional. Se rigen por sueños, verdades, deseo de justicia. Y les rinden cuantas a los 30.000 compañeros y compañeras desaparecidos.
Por la Comisión Memoria Verdad y Justicia Zona Norte

A lo largo de estos 45 años desde el golpe genocida, Madres, Abuelas, Familiares, sobrevivientes, organismos de derechos humanos (DDHH), la comunidad, abrieron caminos dejando huellas, creando nuevas maneras para oponerse al poder genocida. Incansables exigiendo Justicia, buscando Verdad, construyendo Memoria.
De cara a un futuro diferente, iluminado por el NUNCA MÁS, la Comisión Memoria Verdad y Justicia de Zona Norte se formó y forjó al calor de esa lucha y ejemplos. En estos tiempos cumplimos 25 años sosteniendo y profundizando los pilares por Memoria, Verdad y Justicia. Y la defensa de los derechos fundamentales.
Rodolfo Walsh, siempre luminoso nos decía: “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia. No tengan doctrina. No tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan”.
Entonces, con las raíces firmes en nuestro suelo norteño; con la historia del movimiento obrero, latiendo en nuestro corazón, crecimos en acciones y nos reconocemos en cada una de ellas. Por ello, como abrazamos el pasado y nuestra mirada está firme en el horizonte:
-Recordamos y homenajeamos a las y los compañeros desaparecidos a través de acciones políticas, sociales, artísticas.
-Transmitimos sus luchas a la comunidad recuperando experiencias, construcciones, prácticas, pero fundamentalmente lo hacemos mirando a los y las jóvenes en tanto posibilidad de ser eslabón en el camino por la búsqueda de un mejor mundo.
Concientizamos y visibilizamos

-Concientizamos y visibilizamos cómo el genocidio, a través del terror, rompió los lazos sociales en las fábricas, escuelas, en la familia, la comunidad y por qué lo hizo.
-Fuimos al encuentro de familiares de las y los desaparecidos de la zona norte para que dejen la muestra de sangre y así identificar los restos de sus seres queridos.
-Buscamos a sobrevivientes, y familiares de las y los desaparecidos y asesinados, alentándolos para presentarse como querellantes en los juicios por delitos de lesa humanidad y dar pelea a la impunidad.
-Los acompañamos en el recorrido por el esclarecimiento de lo sucedido y el juicio y castigo a todos los culpables militares pero también los responsables empresariales y cómplices civiles que fueron parte del entramado del terrorismo de estado.
– Tejimos una red social de apoyo, en paralelo al camino judicial emprendido, creando un espacio de acogida para compartir dolores, para el afecto, el reencuentro de historias, de rupturas de aislamientos y silencios. La superación de miedos. Sobrevivientes, hijos e hijas, familiares y compañeros y compañeras compartimos un tiempo y un espacio donde hablar, escuchar, reflexionar.
-Armamos equipos de investigación para desentrañar y aportar pruebas judiciales sobre el sistema represivo en la zona norte. Con especial hincapié en la represión obrera. Pero no sólo queríamos justicia, sino también sumar a la memoria. Ejemplo de ello son las causas por las y los trabajadores navales y ceramistas.
– Fuimos parte de la campaña para que los colimbas pudieran presentarse como testigos judiciales; muchos de ellos testimoniaron en los juicios de Campo de Mayo y hoy los estamos escuchando en el juicio, Vuelos de la Muerte, de esa causa.
Trabajamos la asistencia a los juicios

– Trabajamos la asistencia a los juicios enfocándonos fundamentalmente en las y los docentes y estudiantes secundarios, en una acción conjunta con la Universidad Nacional de Tres de Febrero y SUTEBA. Fue una experiencia pionera, transformando el escenario judicial por la participación juvenil y el ejercicio de derechos.
– Atentos a las necesidades materiales y de personal, vinculadas a la causa de Campo de Mayo, hemos gestionado ante distintas áreas del Estado la posibilidad de cubrir esas necesidades. Fruto de esas gestiones, y uno de sus resultados más importantes, fue el alquiler de una sala destinada a la realización de los juicios orales en San Martín, donde desde el año 2012 se realizan los juicios de aquella causa.
-Nos sumamos a la difusión de los juicios por delitos de lesa humanidad multiplicándola.
-Impulsamos la creación de Barrios por Memoria y Justicia Zona Norte. Y desde allí, junto con familiares de desaparecidos y compañeros, confeccionamos baldosas que colocamos en los lugares donde trabajaron, vivieron o fueron secuestrados.
-Promovemos la señalización de centros clandestinos de la zona norte junto a otras organizaciones hermanas y zonales.
– Impulsamos el resguardo de lugares emblemáticos de la lucha obrera y popular en nuestro territorio, como la Anguilera (lugar en el ex Astillero Astarsa, en Tigre)
– Visitamos de manera permanente colegios y profesorados, sosteniendo la trasmisión de la memoria y su articulación con los hechos actuales, en un diálogo abierto entre alumnos y alumnas, docentes y nuestro espacio.
– Buscamos otros lenguajes para contar nuestra historia y acompañamos esas expresiones en el teatro, los textos, las redes.
Entretejemos cooperativamente redes

– Entretejemos cooperativamente redes con organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas del norte pero también con organizaciones de DDHH nacionales. Así es como sostenemos desde hace más de dos décadas el siluetazo, que cada marzo ve multiplicar las manos dispuestas a confeccionar y llenar de siluetas nuestras calles. Por otro lado somos parte del espacio de la Mesa de Derechos Humanos, valiosa herramienta en la lucha por Memoria, Verdad y Justicia. Para nosotras y nosotros es muy importante construir vasos comunicantes y robustecer esos vínculos.
– Denunciamos y visibilizamos la violencia institucional, donde reconocemos la continuidad de las prácticas de la dictadura que no se han podido suprimir en tantos años de democracia.
-Acompañamos a los familiares de víctimas de violencia institucional en la presentación de denuncias por violaciones de derechos en Asuntos internos de las fuerzas policiales para sancionar administrativamente a los responsables.
-Sostenemos espacios, junto a SUTEBA, para que las y los jóvenes puedan expresar sus vivencias y experiencias con las fuerzas de seguridad, concientizando derechos.
-Impulsamos iniciativas artísticas para contar y mostrar las violencias que sufren sobre todo nuestros jóvenes. Fruto de este movimiento hoy el frente del Polivalente de Arte de San Isidro, cuenta con un Mural contra la violencia institucional.
Muchos jóvenes hicieron su ingreso a la vida política desde nuestro espacio. Cual rito iniciático su pasaje por la Comisión de Norte los conectó con la lucha pasada y la presente. La actividad artística, el siluetazo, las baldosas, los juicios, los debates, los trajeron a nosotros. Y luego a la búsqueda de su propio lugar. Un orgullo y alegría para nosotros sabernos en ese rol. Esto también forma parte del balance.
Este tiempo atípico

Este tiempo atípico, y difícil por la pandemia, nos ha obligado a repensar las formas de militancia, cómo relacionarnos sin el contacto físico, sin el abrazo contenedor cuidando la salud de todas y todos.
Debimos aprender a manejar las nuevas tecnologías. A comunicarnos y reunirnos virtualmente. A usar todas las redes para difundir y lograr un impacto mayor. Incentivar la creatividad fue la prioridad para sostener la militancia en estas condiciones adversas.
Así produjimos materiales que pusimos a disposición de los educadores. Pero también realizamos el siluetazo virtual, el pañuelazo y esa maravillosa campaña que nos permitió a lo largo y ancho del país, Plantar Memoria.

El ADN de nuestra Comisión incluye la defensa de derechos, la lucha contra las impunidades y el olvido. Nos reconocemos en valores como la solidaridad, la inclusión y el compromiso con el prójimo.
Este 24 de marzo cumplimos 25 años y cuando plantamos memoria, sentimos que ese acto era un momento de llegada y también de partida. De llegada porque allí quedaba la simiente que concentraba la historia de nuestros y nuestras 30.000, de sus y nuestras luchas de tantas décadas. Lo conquistado. Las transformaciones que sí fueron posibles.
Pero también sentimos que la memoria que plantábamos este 24 es punto de partida de aquello que estará llegando. Lo que hay que seguir construyendo. La memoria que plantamos es potente porque se alimenta de sueños, verdades, deseos de justicia; porque la savia que irrigará la vida que crece y seguirá creciendo está hecha de amor, del coraje que nos legaron las y los 30.000 y el ejemplo único de las Madres y las Abuelas.
Consignas
ANTES Y AHORA LA LUCHA ES UNA SOLA
NUNCA MÁS EL SILENCIO
NUNCA MÁS EL ODIO
¡30.000 COMPAÑERXS DESAPARECIDXS PRESENTES! ¡AHORA Y SIEMPRE!
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