La reconocida experta e investigadora, Ana María Dupey, disertó invitada por la Academia Nacional del Folklore. La presentó el titular de la academia, el prestigioso músico, José Luis Castiñeira de Dios (Anacrusa). Acompañaron la Fundación Diarc, de difusión de arte y cultura; El Ballet El Ceibal; la Agrupación Tradicional El Lazo; y el Rotary Club de Florida. Dupey integra el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía de la UBA.

El folklore tiene peso en nuestra región. Pueden dar testimonio de esto, entre muchas otras, las actividades del dúo, Canto Nuevo, de los hermanos Horacio y Alberto Expósito (con Alberto ligado al Rotary Club de Florida); la agrupación tradicionalista, El Lazo, de San Isidro; el Ballet El Ceibal, de San Fernando; o la Fundación Diarc, de Boulogne.
Esas entidades, por caso, acompañaron a la Academia Nacional del Folklore para que invite a la docente e investigadora de la facultad de Filosofía de la UBA, Ana María Dupey, a disertar en la región. Dupey con gran pasión habló en el salón de los Bomberos Voluntarios de Vicente López ante un amplísimo auditorio, el viernes último.
Carlos Alonso
Había docentes, artistas -cantores, bailarines, narradores/as-; adultos, jóvenes y niños. Dupey no solo mostró sus amplios conocimientos sino su pasión por la enseñanza. Y una forma abierta, participativa, que dio lugar a intervenciones del público, espontaneas; y cuando este pasaba largo tiempo escuchando, la propia Dupey preguntaba y animaba.
Folklore, un derecho

La presentación de la experta estuvo a cargo del prestigioso músico, José Luis Castiñeira de Dios (Anacrusa) que preside la Academia. El músico ponderó la trayectoria de Dupey. Consideró “un honor” su aporte. Y valoró que el folklore se enseñe en las escuelas desde el primer nivel “para que las y los niños conozcan nuestra esencias”.
Justamente, en su charla, la experta destacó que la Ley 27.535/2019 determina que “es un derecho recibir educación sobre el Folklore”, y que debe impartirse en las escuelas de gestión pública y privada. También destacó que “los contenidos deben ser significativos” y deben apuntar “a fortalecer la identidad de las personas”.
Dupey explicó que enuna primera etapa esos contenidos -focalizados en“la historia, la cultura y la tradición”, desde el estudio del folklore-, partían del presupuesto de un concepto de “nación” de principios del siglo XX: “de una lengua común dentro de una cultura común”, donde el territorio, además, era un dato solamente geográfico.
Pero con el correr del tiempo la Argentina, obviamente, y el mundo, cambiaron. Por caso producto de las migraciones y del reconocimiento de las etnias originarias. Entonces, Dupey observó que “en la actualidad la sociedad se presenta con identidades socioculturales diversas”; lo cual “difiere de los inicios del siglo XX”.
Un folklore dinámico

En esta línea Dupey propuso que “en el siglo XXI los contenidos del folklore deben elaborarse con una mirada actualizada” en el contexto de “una sociedad diversa, donde la gente se reconoce como diferente”. Y evaluó que la propia ley “presupone un folklore dinámico, en acción”, que da cuenta de los saberes y prácticas que se comparten.

La experta valoró la narrativa tradicional local cuando “transmite visiones” de las personas como parte integrante de un sistema viviente dentro de la naturaleza. “No es que el hombre (entendido como humanidad, el concepto) está afuera y la naturaleza está en otro lado”, explicó; y en todo momento buscó que el auditorio participara.
Como una de las conclusiones fuertes de la charla, Dupey señaló que la enseñanza del folklore en las escuelas debe ser transversal, desde el nivel inicial, dentro de las diferentes áreas. No una materia aislada. También reconoció que esto es menos complejo en inicial y primaria, dado que en la secundaria hay muchas más materias.
Tras la disertación de Dupey hubo música y baile. Desde ya. Actuaron el ballet “Docentes en Danza”, de Tigre, dirigido por Lucas Molina. El ballet infantil de El Ceibal, dirigido por el reconocido bailarín y maestro Tony Martínez. Y cantó, Carlos Alonso. En todos los casos el público se plegó a bailar y cantar espontáneamente.
Herramienta formidable

“Lo propuse en el (Rotary) Club y dijeron vamos a sumarnos como en otras tantas actividades” señalo sobre el encuentro el rotario Expósito. “Entendemos que es muy valioso -evaluó, asimismo, y agregó- cuando vemos que las nuevas generaciones pasan de largo un montos de temas, porque no están incorporados a la educación”.
Expósito, tan ligado al folklore, explicó: “Naturalmente tomamos como “propia” música que no es de acá. Que desconocemos. Pero el peor enemigo es desconocer aquellas cosas que hacen a nuestras propias tradiciones, nuestra cultura. Géneros musicales nativos diversos, por la diversidad regional de nuestro país”.

El rotario y folklorista evaluó que “la aplicación de la Ley del Folklore es una herramienta formidable para acercarnos, por lo menos, a eso que es nuestra tradición. Al acervo cultural, los saberes del pueblo. A través de la educación desde la edad más temprana, el prescolar, y la primaria y la secundaria como lo plantea la ley”.
Expósito, además, explicó que la disertación de Dupey “para nosotros vuelve a poner en escena algo que para nosotros, una institución como Rotary, es muy importante. (…) Y lo hacemos más allá de que nuestro país siempre, de alguna manera, nos tiene en el vértigo, la pandemias, la situación actual, y no se tratan temas tan importantes”.
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