Tras el oprobio que la gestión Milei practica contra los adultos mayores -hambre, represión y bufonadas- en su columna el abogado Prado recuerda que la generación del setenta -de ellos y ellas se trata- ya vivió esto, se opuso y logró encaminar la democracia. Exhorta también a los jóvenes a que los observen. Porque son el ejemplo a seguir. Y advierte que no se dejarán usar ni se rendirán ante una adversidad que ya conocen, porque la ultraderecha en el gobierno carece hasta de originalidad.
Juan José Prado*
Una generación principista, grávida de valores, plagada de utopías. La generación del setenta, del último siglo, confrontó contra los que no respetaban la institucionalidad de la democracia. Enfrentó a quienes, carentes de votos en las urnas, golpeaban las puertas de los cuarteles para imponer el autoritarismo.
Se plantaron ante quienes pretendían arrasar las instituciones del orden constitucional.
No soportaban que por un decreto autoritario dejaran sin efecto la Constitución del `49 con la anuencia de una Corte Suprema de Justicia declinante y subordinada al mercado. La generación del setenta no le tuvo miedo a lo peor.
Ellos son los testigos de aquellos días de lucha. Sobrevivientes del “viva la muerte”, la consigna de quienes usurpaban el poder. Por aquellos años militares, civiles y parte del clero se unieron contra el pueblo. Y así esa generación conoció los efectos de la teoría de la seguridad nacional y el terrorismo de Estado.
Aquellos jóvenes de esa generación tuvieron que soportarlo todo. Persecución. Prisión, Tortura. Desaparición. Pasaron los años pero sigue vigente la memoria. Aquellos jóvenes de esa generación hoy son los jubilados del presente. Se reúnen como lo hicieron en sus años jóvenes para reclamar por lo que en derecho corresponde.
“Está en el ADN de esa generación luchar
por lo que les corresponde.”
Esta vez no son los dictadores sino las instituciones que lograron apropiarse quienes reivindican a aquellos dictadores. La generación del setenta no pueden dejar de ser lo que es. Aquellos que lucharon y lograron el retorno de la democracia. Está en el ADN de esa generación luchar por lo que les corresponde.
Lo hicieron ayer y lo vuelven a hacer ahora. Esa generación del setenta, la que logró que el país pudiera vivir cuarenta años de democracia. Nadie les arrebatará la memoria de su vivir. No aceptaran ser utilizados como objeto de este ajuste económico rancio, burdo como quienes pretenden volver a reivindicar la muerte sin un ápice de originalidad.
Los claudicantes, los traidores, quienes pretenden colonizarnos económica y culturalmente, los tránsfugas de la política, pero también los jóvenes, es mejor que lo adviertan. La generación del setenta son esos viejos jubilados que hoy reclaman sus derechos. La represión y las fake news no los amedrentan, los empoderan. Son el ejemplo a seguir.
* Abogado. Ex presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires AABA. Miembro de la Mesa Directiva de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos). Gran Maestro de la UBA.
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