Un profesor de historia, varias veces columnista en De Norte a Norte-Noticias las 24 Horas, habla de un alumno y del mundial de Qatar 2022. De un alumno de carne y hueso. No nacido de los prejuicios y los estigmatismos. De un alumno que él supo ver en un aula real con el amor del maestro a la educación. Y como él mismo reconoce, no hace el panegírico hacia una individualidad. Habla de un joven que representa a todos los jóvenes.
Por Walter Sánchez*
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Es muy probable que el título les haga acordar alguna publicación de la revista «El Gráfico» o algún portal deportivo. También lo es que les vengan a la imaginación, a pocos días de la final contra Francia, las figuras de Julián Álvarez, Enzo Fernández o Thiago Almada. Pero no. Se trata, en este caso, de Federico Gomes Gerth, que con apenas 18 años es el único «sparring» (participante que forma parte de una colaboración deportiva) que dispuso llevar Lionel Scaloni a la competencia mundial.
Federico fue mi alumno en el colegio Nacional de San Isidro (Secundaria N°8). Corría el año 2020. En marzo tan sólo una o dos clases presenciales y luego todos adentro en cuarentena. Una pandemia azotaba el mundo. La virtualidad hizo difícil el contacto entre docentes y alumnos, por distintos motivos. Luego, 2021 fue muy particular.
Estudiantes divididos en burbujas. Presencialidad y vuelta, por segunda vez, a la virtualidad. Constantes idas y vueltas. En esos años difíciles, donde con la comunidad educativa incorporábamos palabras nuevas a nuestro vocabulario (Meet, Zoom, Classroom, Paltak, Duo, Hangouts), tengo presente el recuerdo de un alumno particular.
Él se preocupaba de estar al día, de entregar todos los trabajos prácticos, cuando faltaba a una clase me preguntaba: “¿Que vieron?”. Un estudiante anacrónico. No debe ser nada fácil entrenar todo el día, estudiar a la tarde, llegar a tu casa y hacer las tareas del cole. Al otro día levantarse temprano y repetir la rutina. Se esforzaba, cumplía, ponía empeño, se preocupaba, estudiaba, y si algo no entendía preguntaba.
“Lo que se estigmatiza es la juventud.”
Federico es ejemplo para nuestra juventud. Un ejemplo de que se puede luchar por un sueño y estudiar al mismo tiempo. Este artículo está escrito menos en su homenaje personal, que a los miles de pibes que como él se esfuerzan todos los días. Lo que está estigmatizado no es la “argentinidad”, el “ser argentino”, como sinónimo de ser “hombre vulgar” cual artículo de La Nación.
Lo que se estigmatiza es la juventud. Es vista como “despreocupada”, sin rumbo. Cuántas veces escuchamos “no le importa nada”. Falso, de toda falsedad. A esta generación le preocupa lo mismo que le preocupaba a la mía y a la de mi viejo, a la de mi abuelo y a la anterior de la anterior. Estudiar en condiciones dignas, trabajar, cumplir los sueños, poder comprarse una casa, formar una familia, vivir dignamente.
Hay una frase en una canción del Duki: “le compre a mi vieja la casa que quería”. ¿Alguien puede pensar que nuestra juventud no tiene ese sueño? El que estigmatiza es este sistema decadente. Que al no poder dar respuestas a las cosas básicas de la vida, entonces difama, desacredita, afrenta, deshonra a los individuos.
“Representa a nuestra maravillosa juventud”
Su primera convocatoria a la selección se dio en noviembre 2021. Con tan solo 17 años. Ante la doble fecha de eliminatoria con Uruguay y Brasil. Fue un boom en la escuela. El resto de la sociedad seguramente se preguntaba «¿Y este quién es?» Era él. Hoy, con apenas la mayoría de edad, tiene acumuladas giras, entrenamientos y charlas con titulares que no podrían caminar tranquilos por un parque público.
Un sinfín de anécdotas que compartir y guardar. Sobre todo cuando se recuerde «y los penales del Dibu». O «el gol de Messi a…». Federico será una voz autorizada a dar conformidad. Y que su vivencia sirva para dar a conocer algún detalle más de este fabuloso Qatar 2022. Por ahora la experiencia da para la nota de color. El futuro, de la mano de factores en los que se verá sumergido, dirá si será «el jugador 27» o el protagonista de una crónica, como titular, de hazañas con coronaciones.
Sea como sea, para mí Federico es un ejemplo para nuestra juventud. Un ejemplo de estudio y esfuerzo. De tenacidad. Representa a nuestra maravillosa juventud. Que estudia, trabaja, entrena y también lucha. Para mí Federico (como esta selección argentina) ya ganó.
*Profesor de Historia (UBA)
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