San Isidro, Seguridad, Sociedad

“En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores”

El Banco Río asaltado hace 19 años

El Banco Río asaltado hace 19 años

Por Víctor Bruzzoni
Redactor especial

Hace 19 años, un 13 de enero en otra Argentina,  en horas del mediodía, se cometía un atraco que dejará en shock al país por el tipo de fuga. Se lo rotuló  como el “robo del siglo”. Luego se lo llevaría al cine, instalándose en el imaginario popular no solo la dramatización de los hechos sino también su sentido.

Marcaría un antes y un después. Aunque entendemos, se intentará  practicar, con ese antecedente, otro plan más reciente de robo. Con excavaciones urbanas que se frustraron, de casualidad. Cuando un motociclista notó que una varilla metálica, sobresalía entre los adoquines frente a una sucursal del banco Macro, en Chacabuco 444, San Isidro. Este túnel conectaba con un galpón a 150 metros del banco, en pleno centro de San Isidro y a escasos metros del edificio de Tribunales.

El asalto de Acassuso, sin armas reales, con escasos delincuentes a la sucursal Banco “Rio”,  se planeó meticulosamente -por el tiempo de 4 años, dicen-. Para apoderarse del contenido de 146 cajas de seguridad. Los asaltantes pasaron por una intensiva  preparación. Con ensayos y habilidades específicas para garantizar que el robo se llevara a cabo sin complicaciones y sin muertes.

Luis Mario Vitette Sellanes “el uruguayo”,  uno de los asaltantes, con su habilidad para manipular, en su rol de negociador, obtuvo popularidad. La toma de rehenes y la solicitud de minutas gastronómicas entretuvieron a la policía, en la planta baja del edificio. Mientras se producía el saqueo bancario en el subsuelo con herramientas especializadas. Huyeron en dos gomones en sentido contrario al río.

“Todos fueron condenados y a la fecha gozan de libertad”

Por el despecho de Alicia di Tullio, ex esposa de Rubén Alberto de la Torre,  que reveló detalles que condujeron a la detención de los ladrones, no fue más mítico el hecho. Todos fueron condenados y a la fecha gozan en libertad. Algunos de ellos viven a nuestro alrededor en silencio, velan contra las injusticias y desarrollando arte escénico.

El “uruguayo” para licuar su mayor condena se fue a vivir a San Jose, Uruguay en donde disfruta de la explotación de la joyería “Verde Esmeralda”. Lo cierto es que todos tienen una vida tranquila y segura, luego de haberse recuperado según estimaciones sólo dos millones de dólares de los 19 declarados, además de los 80 kgs, de joyas sustraídas lo cual es un misterio su recupero. Recordemos que muchas de ellas, tienen especial valor sentimental como lo declaró una damnificada. El dinero no se esfumo, es decir,  el botín fue  dividido entre los asaltantes y presuntivamente con los carroñeros del sistema.

Decía el diario infobae que “la historia del robo, con su mezcla de planificación meticulosa, ejecución impecable y posterior fuga, resuena no solo como una fascinante anécdota criminal, sino también como una obra maestra de estrategia y engaño.”. Araujo uno de los asaltantes, dijo “cálidamente” que fue “un robo filosófico y espiritual” contra un banco. Solo una declaración banal como si algún delito fuera más justificable que otros.

Silvana Miriam Lacampagne relacionó de manera directa el fallecimiento de su padre, jubilado, con el disgusto por el saqueo (…)”

No fueron Robin Hood, ya no existen este tipo de aventureros. Es cierto que las cajas de seguridad implican un contrato entre particular y banco. Pero no es menos cierta la responsabilidad de la entidad bancaria y de la empresa de seguridad, en el asalto a particulares. Pero pensemos. Lejos de la leyenda y la responsabilidad bancaria, el asalto provocó daños irreparables  en los 23 rehenes privados de libertad.

Además los dueños de las cajas eran, algunos de ellos, personas que habían vendido sus departamentos y guardaban el dinero para comprar otro y mudarse. Entre las víctimas del saqueo, había un hombre que guardaba dinero en su caja de seguridad para costearse en el exterior el tratamiento contra el cáncer.

No se puede dejar de mencionar que la testigo Silvana Miriam Lacampagne relacionó de manera directa el fallecimiento de su padre, jubilado, con el disgusto por el saqueo a la caja de seguridad donde guardaba sus bienes. Así lo recordó en los fundamentos de la sentencia, el juez Alberto Ortolani, integrante del Tribunal Oral N° 1, de San Isidro, junto con María Elena Márquez y Gonzalo Aquino. Se robaron también proyectos, historias de vida, alegría, esperanza; no solo dinero”, dijo al diario Perfil la doctora, Nydia Zingman de Domínguez, abogada y profesora en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especialista en el tema.  

  1. juan jose Prado

    Muy buena nota para el recuerdo…hoy nos roban iluciones, esperanzas desde el Mrio. de Economia, jugando con nuestro patrimonio , nuestra RES-Publica, y no condenan a nadie … y no es la primera vez que nos roban, ya lo hicieron en los setenta, en los noventas, hace poco 2016…y están libres … El comentario inteligente del colega del significado de un robo por sus consecuencias, trajo a mi memoria la realidad cotidiana de la macro y micro economia de nuestro país , y de quienes la manejan, hace tiempo que los conocemos y…?????

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