El bloque del Frente de Todos (oposición) se retiró antes de que termine la última sesión, esta semana. Pasó mientras el bloque oficialista de Juntos por el Cambio y el de su alter ego, Avanza Libertad, al momento de las “expresiones verbales” se chicaneaban, insultaban y así también cayó en la volteada el Frente de Todos. En un comunicado de prensa, el espacio kirchnerista reclamó: “Durante este año la mayoría de los proyectos presentados fueron elaborados por nuestro bloque, y hoy duermen en los cajones de comisiones que no funcionan”.
No es actual, sino de larga data, que en el Deliberativo de Vicente López, donde el bloque de Juntos por el Cambio tiene mayoría automática, los proyectos de ordenanzas y resoluciones del oficialismo salen en serie y sin debate. Y los que no entusiasman al oficialismo van a dormir el sueño eterno en alguna comisión.
Ahora con la llegada de la ultraderecha al recinto -que aportó dos bancas- la situación no cambió sino que tiene un nuevo matiz. La evidente competencia entre estos y el oficialismo para ver quién es capaz de producir mejores discursos de odio. Y se contentan con eso, en lugar de construir argumentos conducentes.
En la última sesión la concejala Laura Braiza (Frente de Todos FDT) en el momento de las “expresiones verbales” habló sobre el Gral. José de San Martín, por el 17 de agosto, aniversario de su fallecimiento. Desde su visión, hizo una lectura actual del prócer. Pero a cambio recibió poco menos que ladridos de la oposición.
Falta de debate
Nadie espera que si los y las ediles son de bloques con diferentes ideologías, acuerden. Es una obviedad. Pero sí deben debatir con argumentos verosímiles y decoro. Deben ir preparados al recinto. No dispuestos a decir cualquier improperio. La dieta que reciben todos los meses, y sale de las tasas que pagan los vecinos, sin ir más lejos, lo amerita.
En otro momento, el edil, Julio Ceresa, también dentro de lo esperable, criticó un Twitter de la intendenta sobre el sindicalista Baradel. La presidenta del cuerpo, Natalia Villa, del mismo color político que la intendenta, entonces, con el reglamento en la mano se acordó del artículo que le da a cada edil 10 minutos para hablar, y lo cortó a rajatabla.
En este contexto, desde el bloque del Frente de Todos decidieron retirarse. “No vamos a ser funcionales a una carrera político-electoral entre Juntos y Avanza Libertad para ver quién tiene posturas más reaccionarias y de derecha expresadas en forma de show”, señalaron en un comunicado de prensa para explicar el motivo de la salida.
Para la oposición: “Estas actitudes desprestigian la labor parlamentaria y la institucionalidad del Concejo Deliberante, reafirmando el estancamiento y la falta de debate. Durante este año la mayoría de los proyectos presentados fueron elaborados por nuestro bloque, y hoy duermen en los cajones de comisiones que no funcionan.”
Para que no queden dudas de la posición del bloque, el Frente de Todos reafirmó una “postura a favor del debate y la discusión dentro -y fuera- del ámbito legislativo, sea cual sea la resolución o el resultado de la votación. Cada expediente que no se trata es una respuesta más que se le niega a los vecinos y vecinas”.
GC
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