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ExpoArte+40 en el Museo de la Fundación Rómulo Raggio

ExpoArte+40. En la foto una postal de la inauguración

Hasta el viernes 19 de se puede visitar la mega muestra con esculturas, pinturas, grabados, dibujos y objetos intervenidos, de artistas de la región, con la curaduría de Mónica Levi. Además, el paseo tiene el bonus de recorrer la exquisita casona de la Fundación Rómulo Raggio, y sus jardines, en Gaspar Campos 861, Vicente López.  Es con entrada libre y gratuita, de lunes a viernes, de 13 a 17 (ingreso hasta las 16,30).

Veni, vidi, vici, de Fulvio Eguivar

Más de cien artistas de la región conforman la mega ExpoArte + 40 2022 en el Museo de la Fundación Raggio, en Vicente López. La curaduría, ardua sin lugar a duda, en principio por la cantidad de expositores y expositoras, amén de la variedad de géneros, que muestran sus creaciones, estuvo a cargo de Mónica Levi (Artvilo).

Escultura, arte textil, cerámica, dibujo, también grabados, relieve, objetos intervenidos, están entre los géneros que se exhiben hasta el viernes 19, en todos los salones de la casona de la Fundación Raggio, en Gaspar Campos 861. La cual puede visitarse en forma presencial, de lunes a viernes, de 13 a 17, con ingreso hasta las 16,30.

“Excelente mi primera visita. Quedo sorprendida” escribió una visitante, Graciela Di Martino en el libro que recoge las impresiones de los que visitan el lugar. En efecto, a la variedad de géneros, se suma la variedad de estilos, técnicas, uso de materiales y formatos que le dan una dinámica especial, inquieta, potente, a ExpoArte+40.

Causa y efecto

Al ingreso al salón, que no es lo único pues de la entrada a la casona se pueden ver las primeras tres esculturas, da la bienvenida un colorido retrato femenino, en mediano formato, de Fulvio Eguivar, que remite a la férrea presencia de la mujer en la vida contemporánea. Y el título es descriptivo y testimonial: Veni, Vidi, Vici.

El libro puede ser una guía para llegar hasta alguna de las obras y después dejarse llevar. “Felicitaciones Lucrecia Haded. Siempre creando” firma Ana Luisa, otro de los comentarios. Se refiere, sin duda, a dos obras que presentó la escultora de la CABA, especializada en mosaiquismo,  que dan cuenta de su multiplicidad creativa.

Una de ellas es, Futuro en reconstrucción, en técnica mixta. Es un objeto en telgopor -una cabeza indudablemente de mujer- recubierto con diarios chinos, con infinidad de signos que dan idea de movimiento y dinamismo. A la que contornean a modo de bijouterie o accesorios -collar, vincha y lentes o antifaz-  tornillos de metal y un flexible.  

El otro, Causa y efecto,  es una obra de mosaiquismo en venecita, cortada en trozos muy pequeños, en blanco y negro. En tres dimensiones, abstracta, pero plena de simbolismos por su forma esférica,  la obra remite a una cosmogonía que exalta la vida infinita; y la idea de que toda acción es retribuida lo cual remite a la ética.

Lo que el río no quiso

En otra parte de la recorrida no pasa inadvertida la serie de Christian Acuña, Lo que el río no quiso, esculturas en madera reciclada del Río de la Plata. Todas obras que remiten a un contenido social que se reconoce desde los títulos. Huelga (técnica mixta); La Voz de la conciencia; también El estadio nacional de Santiago; y Saliendo a Flote.

Al entrar al más amplio de los salones se ve de frente, Andamio, una escultura de gran porte, de Leandro Niro, realizada en modelado de arcilla, con pigmentos, óxido, esmaltes, madera y hierro. En ella se ven figuras como autómatas -trabajadores y trabajadoras, o simplemente humanos que van por la vida- con escafandras.

La pandemia, era seguro esto, no pasó inadvertida entre los artistas. Así, Sol Emaldia dedicó un grabado al tema que resulta testimonial. Retratos en Pandemia, de gran formato, en la técnica de monocopia invertida. La serie tiene una doce de imágenes que bien pueden tomarse como un catálogo de sensaciones sobre la pandemia.

Es imposible llegar a describir mínimamente aunque sea,  la creatividad que despliega ExpoArte+40 en el caudal de obras y artistas. Lo mejor sin duda, es experimentarlo. Ir al museo solo, o en compañía con grandes y chicos. Pasar la tarde de recorrida, con la cabeza y el corazón receptivos. Van a surgir infinidad de sensaciones, sin duda.

Gustavo Camps  

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