Por Florencia González
Giuliana Diaz es periodista recibida de la Universidad Juan Agustín Maza, de Mendoza. La joven de 26 años es la presidenta de la Liga Mendocina de Fútbol y se desempeña en el área del fútbol femenino. En esta entrevista, dice que su deseo es ayudar a muchas chicas a que cumplan su sueño de vivir como jugadoras de fútbol. Otro deseo que tiene, es que un equipo mendocino pueda jugar en la Primera A y también, que un equipo femenino de su ciudad se profesionalice. Actualmente, es la primera mujer en convertirse en presidenta de una liga femenina en su provincia. El cargo que ocupa es en la presidencia de la comisión femenina de la Liga Mendocina de Fútbol.
¿Qué es lo primero que pudiste cambiar o mejorar con tu trabajo?
Fue encontrar el apoyo del Gobierno de Mendoza en el área deportiva. Apoyo para el fútbol femenino exclusivamente, con un monto de dinero para ayudar a cada club a solventar gastos, que nosotros creamos necesarios para poder abaratar costos y que obviamente se incluya la mayor cantidad de equipos. Obviamente también utilizar ese dinero para la difusión de todo el fútbol femenino.
«Lo importante es ir haciendo y si me equivoco, que lo voy a hacer, es corregir»
En contexto
La Liga Mendocina de fútbol femenino está cerca de cumplir – aproximadamente cien años. Pero viene promoviendo la actividad del femenino desde 2006 con los primeros torneos promocionales. “La institución tiene como objetivos profesionalizar un fútbol, poder jugar de la manera más profesional. Con metas claras, con una Selección Mendocina que recorre los nacionales (torneos). Además, está la idea de crear un Semillero de Jugadoras, en los cuales se podrán nutrir varios de los clubes importantes, como puede ser Boca, River, o la misma Selección Argentina. Muchas mendocinas han vestido los colores de la Selección”, dice Giuliana.
¿Cómo es el día a día en la presidencia de la liga?
Me tocó atravesar una situación que nunca en la vida me hubiera imaginado: la pandemia. Se está complicando porque tengo que cambiar totalmente la rutina de trabajo, ya que lo hago desde casa. Entonces es difícil ir a visitar la Liga porque no se puede y tampoco puedo llevar a cabo los proyectos que tengo al ciento por ciento, porque nos agarró justo cuando íbamos a iniciar el torneo e íbamos a poder vivir todos los cambios que tenía en mente, pero se postergó. Me va a costar un poco más, pero las cosas que tengo pensadas las vamos a cumplir. Aunque las vamos a tener que retrasar por razones obvias. Lo poco que pude llegar a asumir en el día a día, me nutría, porque yo también estoy aprendiendo y esto siempre lo dejo en claro. Lo importante es ir haciendo y si me equivoco, que lo voy a hacer, es corregir. Lo vivía transitando de la mejor manera, donde nos reuníamos los lunes o martes con todos los delegados de cada club. Teníamos que evaluar las propuestas que venían para todo el año. Yo les comentaba todas las ideas y ellos también, porque esto es un trabajo en equipo.
Ante la pregunta sobre si recibió algún tipo de comentario machista dentro o fuera de su trabajo, Giuliana asegura que dentro de la Liga no le ha pasado “Por suerte”. Sin embargo, afuera sí: “En el boca a boca la gente juzga, que sólo por tener 26 años, por ser muy joven. Que no tengo experiencia en dirigencia y que vengo a aparecer ahora, que no tengo pinta de jugar al fútbol” Giuliana menciona que esas cosas son las que se escuchan a diario, pero no adelante de ella: “Esas críticas te hacen saber que vas por buen camino. Aunque por mi carácter no me he topado con muchos comentarios de ese estilo”.

» (…) una jugadora, a la que se le paga por jugar, tiene que vivir de eso. A vivir me refiero a su alimentación, su vivienda, su ropa, su familia»
En marzo se cumplió el primer aniversario del Fútbol Femenino Profesional en nuestro país, en relación a ese hito ¿Qué fue lo más significativo?
Básicamente, y algo que me chocó mucho fue la razón por la que se profesionalizó: a raíz de una pelea, de una denuncia que hizo Maca Sánchez. No sé si eso puede verse como mérito para que al fin nos escuchen. Ahí recién nos dieron el visto bueno para que esto se profesionalice; este deporte que viene hace años. Me deja un sabor agridulce, pero hay que tener una mirada positiva de cara a lo que se viene. Hay proyectos interesantísimos. Ese hito marcó un antes y un después en el fútbol femenino, ahora hay que generar constancia y que no solo nos quedemos con eso, sino con mucho más.
¿Son necesarias las políticas de género dentro de las instituciones?
Son fundamentales y no solo en las deportivas, sino en todas. Políticas económicas, sociales, culturales. En todas tiene que haber políticas de género porque la sociedad va cambiando, va evolucionando y creo que todo este plan comunicacional tiene que estar adaptado a todas las sociedades, para que la gente sepa con qué se está topando y con todos los derechos que tiene la mujer. Muchas personas no saben, o no cuentan con todos esos derechos, porque no son bien informadas, porque no le llegan este tipo de datos. Entonces estas políticas son las que se encargan de informar a cada chica, a cada jugadora de los derechos que tienen. De las cosas que pueden denunciar, de las que no, de todos los atributos con los que pueden contar para poder jugar a la pelota, para poder ocupar un cargo. Para mí es súper importante, porque es un amparo que tenemos.
¿Qué te gustaría que avance o mejore de acá a cinco años?
Son varios los aspectos que me gustaría que mejoren. Pero el principal es el económico, de ahí parte la base para que una jugadora pueda seguir su sueño. Porque a una jugadora, a la que se le paga por jugar, tiene que vivir de eso. A vivir me refiero a su alimentación, su vivienda, su ropa, su familia. Lo mismo a lo que accede un varón. En ese aspecto estamos muy lejos. Hablar de profesionalización es hablar en todos los términos igualitarios, económicos, de medios de difusión, lo mismo. Se le está abriendo la puerta al fútbol femenino en medios de comunicación, pero creo que hay que tener un poco más de constancia y aumentar esa difusión. De acá a cinco años, espero ver a muchas jugadoras viviendo de lo que aman hacer, que es jugar.
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