Literatura, Participación Ciudadana, San Isidro, Solidaridad

La Casita Literaria: una experiencia comunitaria de lectura y contacto con los libros de papel

El mentor de, La Casita, Mario Erkekdjian

El mentor de, La Casita, Mario Erkekdjian (82)

El proyecto de La Casita Literaria nació en noviembre de 2021 por iniciativa de un vecino, Mario Erkekdjian, que ideó el espacio tras un viaje. El lugar está en una vereda, en el cruce de Misiones y e Int. Aphalo, en el barrio frente al Hipódromo de San Isidro, del lado de av. Márquez.  Los vecinos también organizan allí recitales musicales, de poesía, y de narraciones en torno a La Casita. Los visitantes pueden retirar libros gratuitamente y llevar otros. Hay una docena de estas casitas en todo el país; en San Isidro al menos cinco; y en nuestra región también en Tigre. El municipio y la Provincia la declararon de Interés.

Instagram de La Casita, de San Isidro: @lacasitaliterariaok

La Casita en las calles Misiones, esquina Int. Aphalo, San Isidro

El barrio sanisidrense frente al hipódromo, por av. Márquez, se caracteriza por sus chalets amplios, con jardines, y por sus calles curvilíneas. Pero en Misiones e Int. Aphalo hay una casita muy pequeña. No por eso menos sólida. Donde tal vez entra una sola persona no muy alta. Pero esta repleta de historias, cuentos, poesía, experiencias y conocimiento.

La Casita Literaria es de la vecindad y los lectores. Pero un vecino dio el punta pié inicial en noviembre de 2021. Mario Erkekdjian (82) se sorprendió, en los EEUU, en una visita familiar, cuando vio que en un edifico, en un espacio, cada vecino dejaba lo que no necesitaba -electrodmésticos, ropa y así- para que otro lo aproveche.

Entonces para su barrio pensó en construir una casita y habitarla con libros. Su mujer Marta estuvo de acuerdo, igual otros vecinos a los que convocó. Y pusieron manos a la obra. Erkekdjian leer siempre leyó, y lee, pero no es escritior, ni lo quiso ser -es un industrial retirado- aunque siempre supo valorar la literatura y los libros.

Tal es así que, hace muchos años, los llamaron cautelosos desde colegio de sus hijos a Mario y a Marta pues sus chicos tenían un “extraño” comportamiento escolar: escribían sin faltas ortográficas. Risueña Marta lo recuerda. En la charla Mario,  junto a una vecina y voluntaria de La Casita, Florencia, relatan cómo nació el proyecto.

Los libros vinculan

“Me pareció interesante porque los libros vinculan a la gente (…) -señala Erkekdjian- Una persona va en un ascensor y ve la tapa de un libro que lleva otra y dice `yo lo leí, es maravilloso`. Ahí tienen un punto, un interés común, y encaran una conversación (…) Y pensé también en un espacio que pueda ponerse a la intemperia y esté preservado”.

“Entonces  al volver -recuerda- comenté con un grupo de vecinos `tengo este proyecto  ¿Quién se anota?´ Y de hecho, lo hizo mucha gente , uno con la madera, el otro con la pintura, otro  con lo que pudo. El otro lo serruchó, lo clavó. La vecina de al lado lo pintó, otra chica de la otra cuadra pintó otras dos caras, y así”.

El nombre también surgió de la vecindad, recuerda Mario. Hubo seis propuestas en danza y votaron por “La Casita Literaria”. También hubo un acto de inauguración, el 14 de noviembre de 2021. Desde entonces las y los vecinos formaron grupos de Whatsapp para colaborar y organizar acciones comunitarias en La Casita.

Porque alrededor de La Casita Literaria la vecindad también participa de una serie de actividades artísticas y recreativas. Hubo recitales de música académica -actuó el sanisidrense Dueto Almarte, recuerda Erkekdjian- y de música country. Asimismo, recitales de poesía. Y un grupo estable de cuentacuentos, narraron historias..

Las casitas del país

En un manual de procedimiento se indica cómo construir un albergue sólido para los libros

“Esto es de los vecinos -destaca Mario- Lo que les pedimos es  que se vengan con la manta, la sillita y el mate. En el Instagram tenemos 4.800 seguidres» (a fines de febrero). De hecho, tanto en San Isidro, como en otros lugares del país, hubo vecinos que se contactaron para abrir “casitas” en sus localidades y provincias.

Y hay 12 en todo el país. En San Isidro están las del Tren de la Costa (a la altura de FM Simphony); en el barrio Santa Rita, de Boulogne. Hay también en Diego Carman al 500, en Las Lomas; y en José Ingenieros al 2600, en Beccar. Pero además hay en Tigre (Saavedra 96, Pacheco); en San Antonio de Areco (Duggan); y en Lincoln.

Además hay Casitas literarias en provincias como Nauquén (La Lajas y Villa La Angostura); y en Salta, Cada Casita puede votar su nombre. Asimismo, Mario revela que editaron un “manual de procedimiento” que deben seguir quienes adoptan el proyecto. Y hay más. “Les facilitamos los planos, la lista de materiales y el proceso”, relata Mario.

El manual de procedimiento va por la versión 5.2. “Alli están todas las pautas de funcionamiento. Los requisitos. Y la responsabilidad que toma quién debe encarar la construcción de la casa. Para que antes de empezar sepa hasta dónde tiene que responsabilizarse”, señala el mentor de La Casita Literaria, original de San Isidro.

La Casita de interés municipal y provincial

Motivar la lactura e intercambiar libros

Hay que mantener limpios los libros. No puedo poner uno si el lugar no está desinfectado. Tiene que estar impecable. Un libro, de pronto,  puede transmitir un ácaro. Entonces tenemos que evitar eso. El libro debe estar limpio, cepillado”, señala. Y es requisito fundamental que sea un lugar gratuito y sin propósito de lucro.

En la conversación, asimismo, .Erkekdjian revela que hay tratativas para abrir la primera (la número 13) fuera del país, en la República de Trinidad y Tobago. El proyecto de La Casita es joven, si se quiere. Pero ha recibido reconocimientos de San Isidro, de la Provincia de Buenos Aires; y de la Asociación Mil Milenios de Paz.

En San Isidro se declaró de Interés Municipal y Cultural durante 2023. Y en la legislatura bonaerense, asimismo, se declaró de Interés Legislativo Provincial en agosto 2024.  La Asociación Mil Milenios de Paz, además, declaró Embajada de la Paz, a La Casita Literaria de San Isidro; y Embajador de la Paz, al vecino Erkekdjian.

El de La Casita sin duda es un proyecto original. Pero no es el único del vecindario. Erkekdjian es ingeniero y en la secundaria se educó en colegio técnico, de artes y oficios. Allí aprendió carpintería, herrería, electricidad. Así que con otros vecinos tienen un taller solidario, donde, en conjunto, arreglan sus electrodomésticos, muebles y juguetes.

Proyectos

Muchos libros en stock, para quienes leen, donde sea

La Casita es bien sólida. De madera resistente, techo con tres capas de protección, chapa. Posee piso flotante; vidrios templados. “Ya pasó varias tormentas fuertes y no entra una gota de agua”, evalúa el vecino. Y recuerda que al inicio tenían poco más de cien libros, ciento cincuenta -los que entraban en La Casita- y ahora hay en stock alrededor de 5.000.

Hoy temprano vi un señor que se trajo una bolsa grande de libros y se llevó el doble. Eran para su mamá, de 86 años y se lee un libro por semana. Me dijo que viven en Tigre” relata Mario. También enviaron libros a una organización en San José de Boquerón, localidad a 1.600 kilómetros de Buenos Aires, en Santiago del Estero.

Asimismo, enviaron a Misiones; Chubut (Cholila); a otra localidad santiagueña también. “Ahora que comenzaron las clases vienen muchos a buscar libros”, señala Mario. Y la vecina voluntaria, Florencia, lo corrobora. “A mi hijo de secundaria le conseguí libros aquí. Si.  Me ahorré en algunos libros, que no son baratos”, enfatiza.

Leer fortalece

En cuanto a proyectos para este año, tienen varios. Uno, revela Erkekdjian,  es formar un coro; también hacer un programa de radio artístico y cultural; y armar un ensamble de música de cámara. “Todavía no empezamos ninguna reunión formal de los distintos equipos, el año recién está comenzando”, señala el inquieto vecino sanisidrense.

Erkekdjian informa que La Casita abre al público mientras hay luz natural. Por la noche se cierra para proteger los libros del clima. El vecino o visitante pasa y retira los libros gratuitamente. Hay de todos los géneros, libros de texto, técnicos, novelas, cuentos. Y se pueden dejar otros. En La Casita Literaria lectores y libros son ambos bienvenidos.

Gustavo Camps

Instagram de La Casita, de San Isidro: @lacasitaliterariaok

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