El abogado, Juan José Prado, vecino de Olivos, catedrático y Gran Maestro de la Universidad de Buenos Aires (UBA), abogado de derechos humanos, acaba de editar, La causa de Lalo, un caso de violencia institucional donde le tocó actuar en los años ´70. Prado, durante la dictadura de Alejandro Lanusse, defendió a Lalo, al que le armaron una causa, al detenerlo “al voleo” cerca de una manifestación contra el régimen. El miércoles, 6 de junio, lo presentará en la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos).

El miércoles 6, a las 18,30, se presenta en la APDH, Callao 569, 3er. Cuerpo, 1er. piso, CABA
“El decreto 4161/56 (de la junta militar que gobernaba de facto el país, por el cual se prohibía hasta la mención de la palabra Perón) tenía vigencia en su casa antes de que fuera promulgado” relata el abogado, Juan José Prado sobre Lalo, un primo al que le tocó defender en una causa armada por la policía y la “Justicia” en la dictadura de Lanusse.
No es un dato menor, el que hace referencia a esa familia, del partido radical hasta la médula, pues Lalo será arrancado de la libertad, al voleo, en 1972 durante la represión a una marcha contra los fusilamentos de Trelew. Estaba en la esquina equivocada, a la hora equivocada, y sobre todo, era joven, que en esa época era presunción de delito.
Prado lo relata en, La causa de Lalo, que acaba de editar Cathedra Jurídica. El abogado cuenta detalles de su defensa a Lalo, pero también los escarnios que sufrió esa familia radical, acaudalada y dirigente, por vecinos y correligionarios, que en el mejor de los casos les dieron la espalda, ante el encarcelamiento, y en el peor, los difamaron.
Prado

Prado, en su escritorio, en Olivos.
Los fusilamientos de Trelew ocurrieron el 22 de agosto de 1972, de madrugada en una cárcel militar de Trelew (Rawson, prov. de Chubut). Allí fueron asesinados 16 presos políticos, de organizaciones peronistas y de izquierda, recapturados tras una fuga en la cual no todos los presos habían logrado fugar.
Días después del fusilamiento, se velaron en la sede del Partido Justicialista, en la avenida La Plata de la ciudad de Buenos Aires, con la venia del propio, Juan Domingo Perón, los restos de algunos de los fusilados en Trelew. Los militares irrumpieron en el velatorio y desataron una furibunda manifestación de protestas por la zona.
Vecino de Olivos, Prado presidió la Asociación de Abogados de Buenos Aires (AABA) y fue secretario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), defendió a presos políticos, y entre otros, le tocó actuar como presidente de la AABA, en relación a la desaparición de abogados laboralistas en La Noche de las Corbatas (1977).
Pero además, el abogado tiene una trayectoria reconocida en el ámbito educativo, con una variedad de manuales de derecho y libros técnicos con los que se han formado universitarios de varias carreras y abogados obviamente. Actualmente transita la década de los ochenta, está retirado y se dio tiempo para escribir también este relato.
El libro, La causa de Lalo, será presentado en la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos), situada en Callao 569, 3er. Cuerpo, 1er. piso, CABA; el miércoles, 6 de junio, a las 18,30, con la participación de Eduardo Tavani y Ernesto Moreau junto al autor, con entrada libre y gratuita.
Gustavo Camps
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