La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) rechazó la resolución presidencial que dispone la entrega a la Gendarmería de los hoteles 7 y 8 del complejo turístico de Chapadmalal, en Mar del plata. Para el organismo provincial, público y autónomo, dedicado a delinear políticas públicas de memoria y derechos humanos la decisión «socava las deterioradas políticas de turismo social«, y «contradice los valores y principios» por los cuales el complejo «fue reconocido como patrimonio histórico nacional«.
El gobierno lo transfirió a la Gendarmería nacional (Foto infonews.com)
No es una novedad que el actual gobierno ha dado signos claros de promover y sostener una política de mano dura en las fuerzas de seguridad. El apoyo abierto a agentes de las fuerzas de seguridad que se excedieron en sus funciones al cumplir su deber de protección es moneda corriente («doctrina Chocobar») por parte del propio presidente Macri y de otros funcionarios.
En esta línea de ensalzar y premiar el uso de la fuerza bruta, se conoció que el gobierno nacional desafectó del área de Turismo dos hoteles del Complejo Turístico de Chapadmalal, en Mar del Plata, los N° 7 y N° 8, para cederlos a la Gendarmería, para que instale un centro de Formación para gendarmes, con el argumento de que los edificios se encuentran «en estado de abandono».
En este contexto, la CPM; que presidente el Premio Nobel de la Paz (1980), Adolfo Pérez Esquivel, y tiene en su consejo directivo a líderes sociales reconocidos por sus aportes de paz y concordia, como el padre Pepe Di Paola o la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, rechazo la medida pues consideró que «socava las deterioradas políticas de turismo social«.
Estudiantes del programa de la CPM «Jóvenes y Memoria» (Foto CPM)
En un comunicado la CPM explicó que el complejo «es un lugar emblemático de la cultura popular y la política argentina. Ha sido un espacio que a lo largo de su historia cobijó y promovió innumerables acontecimientos científicos, artísticos, deportivos y recreativos (…)» como parte de políticas con «sentido de justicia social» y «ampliación de derechos para las clases trabajadoras».
Con esta tradición -explicó la CPM- en 2002 el organismo decidió que «era el mejor lugar para realizar el encuentro de cierre anual del programa Jóvenes y Memoria« una iniciativa que lleva a los hoteles «decenas de miles de jóvenes comprometidos con la defensa de los derechos humanos y la recuperación de las memorias del autoritarismo en cada comunidad«.
Es necesario organizarnos
En esta línea la CPM señaló que el lugar incorporó una «mística y magia donde las juventudes se encuentran, reconocen y renuevan el compromiso con la construcción de un país más justo, más igualitario, soberano y pleno de derechos» y «símbolo de que otro país es posible»; y puso de relieve que «los hoteles 7 y 8 del complejo fueron el escenario privilegiado de todo este proceso» .
Los gendarmes en acción
Para la CPM la iniciativa de la actual gestión nacional es «una decisión política que desconoce la historia no sólo de un lugar sino también de un complejo proceso histórico de significativa importancia para las mayorías más postergadas de nuestro pueblo» y «viene a completar de la manera más irritante un camino de empobrecimiento de las políticas de turismo social».
El reconocido organismo provincial de derechos humanos también evaluó que el avance del gobierno nacional «se inscribe en un contexto generalizado de abandono de las políticas sociales de ampliación de derechos. En detrimento de estas políticas, se promueve una militarización del espacio público que consolida un Estado violento y represivo que vulnera la democracia».
(Foto CPM)
En este contexto, la CPM anunció que presentará una nota a la Comisión nacional de monumentos, de lugares y bienes históricos solicitando que se expida en contra de esta iniciativa y reconozca que, en sintonía con los argumentos que lo convirtieron en patrimonio nacional, «no se permita el uso de los hoteles con objetivos claramente contrarios a los de su creación».
La CPM puso de relieve que «el modo en el que los espacios históricos son habitados, el uso y el sentido que se les da, necesariamente deben formar parte de una discusión seria respecto de qué consideramos como nuestro patrimonio nacional» y consideró que «es necesario organizarnos como sociedad para defender Chapadmalal»
GC
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