En los años ´70 la lucha por reivindicaciones laborales de los trabajadores del Astillero ASTARSA de Tigre fue un ejemplo. Cada barco construido de llevaba siempre al menos un, dos, tres obreros. En junio de 1973 los trabajadores tomaron la planta y lograron que se cumplan sus derechos de trabajar sin tener que morir en el intento. Todo esto lo cuenta de primera mano, pues él estuvo allí, Juan Carlos Chango Sosa (79), en su libro, La Lucha de los Trabajadores Navales de ASTARSA-Una experiencia inédita de control obrero (Ed. Tres Banderas, 2023). En esta columna transcribimos la contratapa del libro. El miércoles 20 lo presenta en el Centro de la Cooperación , en la CABA. Y el viernes 22, a las 19, en la Parroquia Nuestra Señora de Carupá, Larrea 500, Tigre.
La Lucha de los Trabajadores Navales de ASTARSA-Una experiencia inédita de control obrero (Ed. Tres Banderas, 2023)*

La experiencia y las luchas en Astilleros ASTARSA deben ser valoradas en el presente como un legado del control obrero de las condiciones de trabajo, uno de los hitos fundacionales de la toma del astillero en el año 1973.
A partir de la constitución de la “Comisión de Control Obrero de la Higiene y Seguridad” de ASTARSA, la lucha es tomada como un modelo para la clase trabajadora. Y su ejemplo trasciende hasta nuestros días, en el marco de las luchas obreras en defensa de la salud de las y los trabajadores que se llevan día tras día y año tras año, para que las muertes en el trabajo no sean naturalizadas.
Evocamos, entre tantos, a las compañeras y compañeros fallecidos en Yacimientos Carboníferos Río Turbio (2004), en Santa Cruz. En la explosión ocurrida en la Universidad Nacional de Río Cuarto (2007), en Córdoba. El accidente de trabajo en la planta de Acindar, en Villa Constitución (2008), en Santa Fe. Y el accidente de trabajo a bordo del buque “Cassana”, en los Astilleros Río Santiago, (2008), en la Provincia de Buenos Aires.
Y así podríamos continuar enumerando otros “hechos”, como la lucha del sindicato de trabajadores del Subterráneo y Premetro y de sus “metrodelegados” contra asbesto o amianto cancerígeno existente en el subterráneo de Buenos Aires.
En síntesis y en palabras de sus protagonistas: “El control de los obreros sobre las condiciones de trabajo no se había dado nunca en Argentina, y esta primera experiencia demostró la efectividad de la gestión de los trabajadores. Antes, por cada barco que se construía, morían uno o dos operarios, y en los tres años que nosotros nos hicimos cargo del control, no hubo más mortalidad, lo cual pone de relieve la eficacia de los obreros gestionando”.
Acerca del autor
Juan Carlos Sosa (Chango), nació en Mar del Plata en el año 1944. En la década del 70 decide abandonar su carrera artística como cantante (acababa de grabar en R.C.A. Víctor), y entra a trabajar en el Astillero ASTARSA.
Debido a su militancia política-sindical creó la agrupación 12 de Septiembre (día del Trabajador Naval) que dio origen, posteriormente, a la Agrupación Naval Peronista «José María Alessio». Fundó la Comisión del Control Obrero de la Seguridad, Salubridad e Higiene. Fue Delegado Paritario cuando «El Rodrigazo» (1975), y fue Congresal para La Federación de Obreros Navales Argentinos. Cargos que desempeñó hasta el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976.
En el mes de abril de 1976 emprende el exilio. Lo vive en España, Francia y México. A su regreso en 1983 , funda con su ex compañero de militancia Rubén Díaz («El Polaco») el Centro de Estudios del Trabajo (CET). Actualmente colabora con la Secretaría de DD.HH. de la CTA de los Trabajadores, con el Espacio Intersindical Salud, Trabajo y Participación de los Trabajadores y con la Comisión de Memoria, Verdad y Justicia de la Zona Norte.
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