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Las Hermanas de Don Orione estrenaron edificio para el Hogar Santa Rosa en Tigre

El Hogar Santa Rosa está en Paseo Victorica 348

El Hogar Santa Rosa está en Paseo Victorica 348.En la foto habla la superiora Hna. Mónica entre el obispo Ojea y el intendente Zamora

Lo comenzaron hace 20 años pero recién en 2022 consiguieron los fondos para finalizar la obra. El Hogar Santa Rosa de las Hermanas de Don Orione, en Tigre, alberga a 33 mujeres con diferentes discapacidades, muchas de las cuales no pueden autovalerse. El flamante edificio tiene planta baja y tres pisos; habitaciones para dos, tres y cuatro internas según sus condiciones de salud. También consultorios de kinesiología, odontología y otros. Salas de estar y de usos múltiples. Y sanitarios especiales donde puede ingresar una cama completa.

La superiora de la congregación hermana Ma. Adriana (izq.)

De “compromiso” y de “pensar en comunidad” habló ayer lunes la hermana Mónica Molina, superiora del Hogar Santa Rosa, en Tigre (Paseo Victorica 348). Tras veinte años de labor con esa línea, las Hermanas de Don Orione, su congregación, lograron inaugurar un edificio acorde con las necesidades de las internas del Hogar.

La entidad alberga a 33 mujeres con discapacidades de diferentes niveles. Las internas y las cinco religiosas de la congregación Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, de la Obra Don Orione, compartían una casona centenaria y familiar -contigua al edificio inaugurado, que en 1972 donó la familia Valle-.

Las religiosas permanecerán en la casona y las internas pasarán al moderno y flamante edificio, informó la hermana Mónica, a cargo del Hogar desde 2016. Durante los años que duró la obra recibieron donaciones de distintas fuentes privadas, y organizaron eventos para juntar recursos, y así lo costearon.

Un don de Dios

En la inauguración estuvieron el obispo diocesano, Oscar Ojea; el intendente de Tigre, Julio Zamora; el capellán del Hogar, p. Jorge Marenco, de Curas en Opción por los Pobres. También la superiora provincial de la congregación, Hna. Ma. Adriana Zbicajnik; y el p. Cote Quijano, párroco de la Inmaculada Concepción de Tigre.

“Estamos delante de un don de Dios” dijo a su turno, asimismo, la superiora provincial*, sobre el edificio. Pero además advirtió que “ahora vendrá la tarea (…) El trabajo con amor, con  humor y solidaridad”. Sin duda, la entrega de las religiosas, y el amor, es lo que más destacaron quienes conocen la tarea del Hogar Santa Rosa.

“Si queremos definir el amor tenemos que recorrer este lugar y ver a las hermanas” señaló por caso el intendente Zamora. “Es una obra de mucho amor y mucha trascendencia para la comunidad de Tigre”, consideró también. Y reconoció el apoyo que le dio al Hogar el ex intendente Hiram Gualdoni (1930-2017).

Como parte del acto de inauguración algunas de las internas cantaron y bailaron para las y los presentes. El obispo Ojea bendijo las instalaciones. Tras las palabras alusivas y el corte de cintas de rigor, se organizaron recorridas por el flamante edificio, con instalaciones adecuadas para las mujeres discapacitadas que vivirán allí.

El edificio

Las internas les dedicaron un baile y una canción a las y los visitantes

A partir del primer piso están las habitaciones de las internas, para dos o tres personas, según sus condiciones de salud. Cada cama tiene el detalle del nombre de la interna, a la altura de la cabecera, en la pared. Hay sanitarios especiales donde entra una cama completa si la interna no puede movilizarse de otra manera.

El edificio tiene consultorios de kinesiología y de odontología. También enfermería. Farmacia. Un salón de usos múltiples donde las internas realizarán talleres y capacitaciones. Pero también hay salas de estar con mesas y sillas, para compartir un mate y una charla, desde donde se puede ver el Paseo Victorica y el río.

En la planta baja hay un oratorio. Está la oficina de la dirección. Otra oficina para los servicios sociales. El comedor para el personal. El lavadero. La cocina. Todo está pensado y construido en función de las necesidades de las internas que viven allí, y las normas de cuidado para las personas con discapacidad.

El desafío

La hermana superiora Mónica y el obispo Ojea
La hermana superiora Mónica y el obispo Ojea

El diálogo con denorteanorte.com la hermana Mónica -que ingresó a la congregación hace 40 años- informó algunos pormenores del funcionamiento del Hogar. “Ahora -enfatizó la hermana- viene el desafío de poner en movimiento el edificio. Esto significa más espacio para limpiar, más materiales de limpieza, bueno, y muchas otras cosas”.  

Por caso el Hogar Santa Rosa tiene un plantel de 11 personas que se dedica a las tareas básicas, y a la higiene del lugar y de las internas que no se valen por sí mismas. Las internas participan de los talleres municipales que pueden realizar. Y, por ley, tienen becas y algunas pensiones personales.

Regularmente tiene un servicio de kinesiología y de psiquiatría. Luego hay voluntarias/os que se acercan a colaborar y acompañar a las internas. No obstante, la hermana reconoció que en la actualidad el voluntariado es escaso. Pero exhortó: “las puertas están abiertas siempre para las personas que desean donar su tiempo”.  

“Pueden ser dos horas semanales –ejemplificó la religiosa- Un sábado para hacer una actividad o ir a caminar”. Además destacó la ayuda que pueden entregar profesionales. “Un odontólogo, o un oftalmólogo podrían donar una hora semanal. Y vamos viendo los casos más urgentes”

“Nuestras chicas -graficó la hermana- viven acá y no se van. Solo si es que parten a la casa del Padre. Están de por vida. Sus necesidades son múltiples. Y además algunas no pueden expresarse y hay que adivinar que les está pasando algo. Por eso los bienes de servicio y materiales que se puedan donar son muy bienvenidos”.

Gustavo Camps

*el cargo hace referencia a las comunidades de los países de la Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, que constituyen la Provincia Religiosa Nuestra Señora de Guadalupe.

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