El 9 de febrero de 1997, dos días antes de cumplir 71 años, el padre Pablo Tissera falleció en su Córdoba natal. Tissera vivió gran parte de su vida sacerdotal en la Diócesis de San Isidro, y fue reconocido por su entrega a los más pobres. Este domingo, 9 de febrero de 2025, a las 19, será recordado con una misa en la que era su parroquia, Santa Tomas Moro, en Urquiza 1450, Vicente López. Allí se presentará su biografía, con autoría del vecino Guillermo Di Menna, del que, en esta columna, se adelantan unos párrafos. Estará, además, el obispo Guillermo Caride.
Por Guillermo Di Menna*

Hablar del padre Pablo Tissera, es hablar de un cura gaucho, cordobés, hombre solidario de gran espiritualidad. Sacerdote comprometido con su tiempo, Él escuchó, sanó, cobijó, dio de comer, enseñó y sufrió con los que padecían. Lloró con los que lloraban. Consoló a los perseguidos y humillados.
Fue un cura amigo, pan para los pobres, hermano de los pueblos originarios y refugio de los sin techo. Amparó a los enfermos, a los niños y sus madres, a los tristes y solitarios. Su corazón sacerdotal y la pasión evangélica lo mantuvieron siempre atento a los problemas sociales más acuciantes.

Siempre próximo a los más pobres y necesitados. Cada rostro para él, era el rostro de Cristo: mate en mano, su vida fue, a decir de monseñor Angelelli, el tener siempre el oído atento a lo que dice el Evangelio y a lo que dice el pueblo, y guardar fidelidad a ambas cosas.
*Autor de la biografía del padre Pablo Tissera. Concejal mandato cumplido de Vicente López
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