Derechos Humanos, Educación, Política

Preocupación por vandalismo al domicilio de testigos en la mega causa Campo de Mayo en Villa Ballester

Éric Tálamo, sobrino de Jorge Eduardo Oshiro, desaparecido en 1976

Eric Talamo, sobrino de Jorge Eduardo Oshiro, desaparecido en 1976

Ensuciaron con una cruz esvástica nazi e insultos. La casa está en pleno centro de Villa Ballester. En 1976 allí bandas de la última dictadura cívico militar secuestraron a Eduardo Oshiro, un miembro de la colectividad japones que militaba en el Partido Socialista de los Trabajadores PST. Actualmente vive allí Eric Talamo (38), un docente de literatura, sobrino de Oshiro por parte de madre. Su padres y otros tíos fueron testigos por el secuestro de Oshiro en la Mega Causa Campo de Mayo, pues sobrevivientes lo vieron allí. El viernes Talamo, que milita en Política Obrera PO, dio una conferencia de prensa en la UNSAM, invitado por centros de estudiantes.

El 10 de noviembre de 1976 un grupo de tareas, de la última dictadura cívico militar, secuestró de su domicilio, en Villa Ballester, a Jorge Eduardo Oshiro, de 18 años, militante del PTS. Su caso formó parte de los juicios de los crímenes de la última dictadura cívico militar; en la Mega Causa Campo de Mayo, pues sobrevivientes lo vieron allí.

Sus hermanos y otros familiares fueron testigos en la causa. En la actualidad, en la casa de dos plantas donde vivía Oshiro, vive un sobrino, Eric Talamo (38), profesor de Literatura en Ballester y San Isidro. Y abajo hay un local que se alquila. Días atrás los pilares del local aparecieron vandalizados con cruces esvásticas nazis y un insulto, “Kagon”, así con “k”.

Durante una conferencia en la UNSAM -donde lo invitaron centros de estudiantes de Política y Gobierno, Sociología, de la escuela de altos estudios IDAES; y de Relaciones Internacionales- el viernes último, Tálamo habló sobre su tío; mostró fotos de la vandalización de su casa; y proyectó un video sobre los juicios de la Mega Causa Campo de Mayo.

Jorge Eduardo Oshiro

Suárez, de Política Obrera, en la conferencia

Talamo señaló que su tío Oshiro estudiaba en el secundario técnico N 2 Alemania, en Villa Ballester. Y recordó que la etapa del juicio por su tío “se hizo en 2020, en plena pandemia, por Zoom (…) Gracias al testimonio del ex conscripto Eduardo Cagnolo y otros testigos que declararon haberlo visto, sabemos que estuvo en Campo de Mayo”, reveló.

Durante los juicios Elsa -hermana de Oshiro- relató, según se publicó en su momento, que Jorge Eduardo “Se había separado del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) porque no estaba de acuerdo con la lucha armada”. También recordó que Juan, otro hermano, era muy parecido a él, y Jorge Eduardo temía que los confundieran y le pasara algo.

Otro insulto

Tálamo relató que “cuando vi las inscripciones, hechas con una especie de faca, no sé, algo filoso en los pilares, no me percaté de la gravedad del hecho pues era temprano y me iba a trabajar. Pero a la noche cuando lo comenté con los compañeros de militancia -Talamo milita en el partido trotskista Política Obrera- allí me di cuenta de que era grave”.

El docente sumamente preocupado -tanto que pidió que no se publique su dirección, aunque el lugar está en la zona céntrica de Ballester y se hizo  público en los juicios-. “Conocen las causas de derechos humanos. Conocen que somos militantes (…) Estos ataques no son gratuitos”, enfatizó luego y dio detalles de otras agresiones en la zona.

Otros casos

Una amenaza neofascista en la UNSAM

Por caso, informó que días atrás también, ardieron tachos de reciclado, en el Instituto Superior de Formación Docente, en la misma zona, el ISFD Nº 113. Y los Bomberos Voluntarios locales determinaron que “el fuego comenzó intencionalmente”. Además, mostró fotografías de pancartas de grupos neofascistas contra la educación pública en la UNSAM.

También aseguró que gestionará ver las grabaciones de las cámaras de seguridad en la zona. “La verdad es que pasaron 40 años del golpe y tenemos que insistir en el “nunca más” y en “los juicios”. Yo soy nieto de japoneses y en la dictadura cívico militar hubo al menos 17 desaparecidos japoneses”, señaló el vecino de Villa Ballester.  

Este último dato no es menor. El docente reveló que en la Fiscalía Federal (calle Belgrano al 3900) tomaron la denuncia como parte de la causa por derechos humanos. Pero en la UFI (Justicia provincial), según especificó, le sugirieron denunciar por “calumnias e injurias”,  pues “no hubo amenazas explicitas”, aunque finalmente lo aceptaron como “atentado a la propiedad privada”.  

Tálamo tuvo el apoyo -y lo acompañaron en la conferencia- de dirigentes estudiantiles; también de los referentes de Política Obrera, en San Martín, Carlos Suárez; y en San Isidro, el docente Walter Sánchez. Y durante la conferencia informó que el sindicato SUTEBA, de la seccional San Martín, también lo apoyó y repudió el vandalismo.  

GC

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