Pueblos Originarios, Sociedad, Tigre

Punta Querandí: territorio sagrado y comunitario de resistencia

Celebración a 14 años del acampe

Celebración a 14 años del acampe

El territorio comunitario, sagrado y educativo de pueblos originarios, Punta Querandí, en Dique Luján, celebró los 14 años del acampe en esa tierra sagrada, el domingo último. Se trata de al menos 2 hectáreas, en medio de barrios privados, que en varias oportunidades desarrolladores inmobiliarios trataron de apropiarlo, con amenazas, estrategias judiciales y hasta con topadoras, cuando lo otro no les dio resultado. Durante la jornada se realizó “La ceremonia del agua”. Y la jornada concluyó con una “tarqueada”, alegre danza comunitaria a cargo de la, Comunidad Sikuris de Arco Iris, y grupos invitados.

“El acampe fue poner el cuerpo ante las máquinas” recuerda literalmente, Raúl Lucero, uno de los miembros de la Comunidad Indígena de Punta Querandí. La comunidad de pueblos originarios celebró y recordó los 14 años del acampe en el territorio sagrado, ancestral y comunitario de Dique Luján, en Tigre, el domingo último

Recibieron a infinidad de amigos y representantes de pueblos originarios para conmemorar la fecha. El pedazo de tierra fértil y verde, a orillas de un ojo de agua en la desembocadura del arroyo Garín, en el Canal Villanueva, alrededor de 2 hectáreas, en el paraje Punta canal,  está literalmente rodeado de barrios cerrados privados.

El periodista, Pablo Badano, del Consejo de Comunicación de Punta Querandí, también es de los que estuvo hace 14 años. Y recordó que fue una mujer cercana a la comunidad, Graciela Satalic, la que propuso colocar carpas para proteger el sitio sagrado de las topadoras de un barrio privado lindante que amenazaba. Y así nació “el acampe”.

Reconocimientos

El Museo en el territorio sagrado

Hoy la comunidad indígena tiene una huerta, un museo, un quincho, también un salón comunitario, una Maloca -donde suele reunirse el consejo del sitio sagrado-, un enterratorio. Y en estos 14 años han pasado, escuelas, conferencistas, profesionales, dirigentes políticos sociales y sindicales,  y la comunidad toda. Para conocer el lugar y su historia.

Pero, además, Punta Querandí posee un amplio reconocimiento institucional. Desde 2018 es un sitio de Interés, declarado por el Deliberativo de Tigre. En 2020 ese municipio reconoció la propiedad comunitaria del lugar. En 2022 la Nación lo reconoció como Sitio Sagrado. Y desde 2023 tiene personería jurídica de la provincia de Buenos Aires.

Copla y Río, música visceral

El domingo las actividades comenzaron con una presentación general, en un gran círculo que encabezó Santiago Chara,  del Consejo de Ancianos de Punta Querandí y autoridad de una comunidad Qom de Benavidez.  Allí, visitantes, y miembros de pueblos originarios recordaron como conocieron; y valoraron el territorio sagrado.

“Queremos agradecer al gran espíritu que siempre está con nosotros y siempre nos acompaña” inició la ronda comunitaria, Chara. Algunos hablaban en idioma y en español a la vez. Muchos visitantes hacían referencia al momento difícil que pasa el país. Y una visitante, Graciela, valoró “la energía” del lugar para quienes llegan de la gran ciudad.

Territorio que vibra

La Maloca, donde se encuentra el Consejo de Punta Querandi

Jesica Zalazar, del consejo de Mujeres de Punta Querandí, evaluó que “es mucho lo que hemos logrado en estos 14 años. Y mucho lo que falta (…) Pero nuestro territorio vibra cuando hay estas reuniones”.  Y otra mujer destacó los cursos de idioma qom que se organizan junto al municipio; y las tareas con la Unión de Pueblos Originarios.

Badano pasó revista por varios hitos en los 14 años desde el acampe. La construcción de la Maloca, de adobe en 2020. El local en el Puerto de Frutos con la Unión de Pueblos donde hay artesanías y se dictan cursos; el reencuentro con los ancestros, a través de los enterratorios, tanto en el lugar, como en La Bellaca, en las cercanías.

El artesano toba, Rojas

Luego hubo una emotiva ceremonia que encabezaron Chara y la cacica, Cintia López, de la Comunidad Qompí de Garín. El evento se llamaba “La ceremonia del agua”. Entonces, los referentes indígenas pasaban con una vasija con agua, donde todos se mojaban las manos o la cara. Y luego ambos depositaron el agua en el río.

También hubo una exposición del artesano toba, Amancio Rojas. El museo de Punta Querandí permaneció abierto para ver objetos y fotografías históricas del lugar. Y, tras un almuerzo comunitario, con verduras de la huerta, durante toda la tarde se escucharon testimonios y grupos musicales amenizaron el encuentro.  

Compartir el encuentro

La celebración

La razón era el acampe. Pero el motivo era celebrar y festejar el encuentro. Así lo expresó en otro momento emotivo, la cantante de Copla y Rio, un trío musical de mujeres con voz, guitarra y caja. “La espiritualidad es lo que vive”, señaló, asimismo. E interpretaron la, Plegaria al Humedal, absolutamente acorde con el lugar.

En diálogo con Denorteanorte.com el cacique Chara señaló sobre el encuentro por los 14 años del acampe: “Nos sentimos felices de que se pueda compartir un momento hermoso como ahora. Es importante este encuentro, donde nos pudimos reunir muchos hermanos y hermanas de distintos pueblos. Tenemos viento a favor.”, graficó.

danzas ancestrales

Aunque sobre los comienzos recordó que “con todos los barrios privados que nos están rodeado nos sentíamos muy desprotegidos. Teníamos viento en contra. Pero, junto con las demás organizaciones de hermanos que vienen a apoyarnos, lo hicimos todo a pulmón. Y tenemos proyectado reunir más cosas ganadas”.

Chara señaló que se tramita la llegada de más restos de ancestros que aparecieron al remover suelos de barrios privados. Calculó que en toda la zona de humedales puede haber “más de trescientos cuerpos”. Y recordó que lograron recuperar ocho -uno de los cuales descansa en Punta Querandí-, y gestionan la llegada de otros 42 ancestros.

Chara, anciano en el Consejo, además destacó “el enlazamiento que hay entre los distintos pueblos”. Luego enfatizó: “Esperamos que los que vienen más adelante, chicos ahora, sigan nuestra lucha. Nosotros queremos darles ese empuje. Vienen de visita y nosotros vamos a escuelas primarias, secundarias y terciarias”.  

Resistencia y lucha

En la ronda al inicio del encuentro, la cacica López -de mediana edad- había sido gráfica: “La gente de bien empieza robando una calle. Y termina robando huesos de nuestros ancestros”. Luego en la charla señaló (primero en qom), “este territorio de Punta Querandí es de resistencia y de lucha, donde se comenzó a plantar y a cuidar el lugar”.

También consideró: “Es muy simbólico este lugar. Esta rodeado por barrios privados que destrozaron la naturaleza, robaron cuerpos de nuestros ancestros. Siempre digo que estamos orgullosos de nuestros jóvenes. Es tener una memoria presente. Tenemos que sacar a la luz muchos años de lucha y resistencia. Fue una mujer la que comenzó”.  

López se refería a Satanic también. “Nosotros cuando entramos a un lugar, en la naturaleza, pedimos permiso. Tenemos muchísimo respeto. Es muy importante para nosotros la palabra de nuestros mayores, como guía también. Y vemos como se han llevado a nuestros ancestros en cajas plásticas. Cuando ellos han cuidado de estos lugares”.  

Nuevas generaciones

María Calé es qom de las nuevas generaciones de pueblos originarios. Tiene 22 años. Sus padres hablan qom en su casa. Para la joven, el sitio sagrado Punta Querandí: “Es un lugar muy importante porque más allá de los cursos de idioma, que es como yo llego acá, una se siente parte y escuchada. Siente que es protagonista”.

“Los cursos -explicó María- me ayudaron. Porque antes en casa la lengua qom era solamente de mis papás. Y cuando les conté, enseguida empezamos a intercambiar. Aunque ellos hablan solamente, y en los cursos se aprende a escribir también. Somos cinco hermanos. Con una de mis hermanas hacemos juntas en curso, por Zoom”.

María también relató que “otro de mis hermanos participa mucho en Punta Querandí”. Y consideró: “Pero más allá de cosas específicas como los cursos, la comunidad de Punta Querandí es la que te hace sentir parte. Y el lugar tiene algo, que no sabría cómo explicarlo,  que se siente cuando una viene nomás de visita. Que se vive”.   

Al atardecer, la Comunidad Sikuris de Arco Iris, y grupos invitados -Sartañiani; Tronos y fuegos; y Kurmi Saridi- aportaron música a la danza comunitaria. También hubo una festejo carnavalesco con papel picado y serpentinas. Poco antes de mediodía había comenzado el encuentro por los 14 años del acampe y la naturaleza acompañaba la celebración.

Gustavo Camps

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