“Tenemos la obligación de ser una llama en la Argentina y en la Provincia”, señaló Ramón Lanús en el bunker de Juntos por el Cambio En el Club Primavera de Martínez. A la mañana había ido a votar con dos de sus hijos a una escuela de Beccar. Con el 98,78% de las mesas escrutadas, Lanús obtuvo el 48,45% de los votos y ganó las elecciones de San Isidro. Unión por la Patria obtuvo el 26,83% y resultó segunda fuerza; el neofascista La Libertad Avanza se ubicó en tercer lugar con el 20,98% de los sufragios.
Ramón Lanús es intendente electo de San Isidro. Frente a cientos de militantes, vecinos y vecinas que se acercaron al bunker del espacio en el Club Primavera, de Martínez, el intendente electo manifestó: “San Isidro tiene todas las condiciones para poder compararnos con los mejores. Y hacer lo mejor”. Y como es usual agradeció a los votantes.
Pero explicó que “En primer lugar quiero agradecer a Dios. Agradezco también a mi familia y a mi mujer”. El vecino de Beccar adelantó, además, que “voy a trabajar incansablemente para poner todas esas oportunidades al servicio de los vecinos”. Su espacio a nivel nacional perdió las elecciones a la presidencia, no obstante, dedicó un párrafo al tema.
Escenario complicado
“En un escenario complicado -señaló- tenemos el mandato, el deber y la obligación de ser una llama en la Argentina. Y en la provincia de Buenos Aires. Vamos a redoblar el esfuerzo para lo que viene en la Argentina. No nos vamos a rendir. Vamos a trabajar incansablemente para recuperar la Provincia y recuperar este país”.
Señaló, asimismo, que quiere ser intendente “para promover lo bello, lo bueno y lo verdadero. No da todo lo mismo. El valor de la familia es parte de lo bello que tenemos que rescatar”, sostuvo. También dejó entrever que buscará completar las dos gestiones que le permite la ley, pues se refirió a valores que quiere reflejar en sus “cuatro u ocho años de gestión”.
Entre los valores a los que hizo referencia nombró: “El servicio. La honestidad”, también “la austeridad, la eficacia”, asimismo “la audacia y el coraje”. Luego consideró que “no hay buenos gobernantes corruptos. Pido también a Dios sabiduría y justicia”. Tras el encuentro en el bunker sanisidrense, Lanús partió a la CABA para acompañar a Patricia Bullrich.
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