Ayer miércoles, a un año de la masacre de (San Miguel de) Monte -el asesinato, por parte de policías que trataron de encubrir el crimen, de Danilo (13 años), Camila (13 años), Gonzalo (14 años) y Aníbal (22 años), que iban en un auto con Rocío (en ese momento, 13 años) que se salvó de milagro- los familiares realizaron un acto reclamando justicia, que se transmitió en vivo por la página de facebook de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM); estrenaron un documental sobre los hechos, producido por la CPM, y difundieron un documento para adherir, que en nuestra región fue difundido por la familia Witis -Raquel y Jorge Witis- que en 2.000 perdieron a Mariano, en circunstancias equiparables. A continuación reproducimos el documento de los Familiares de Monte.
Por Familiares de Monte
Historieta sobre la masacre en San Miguel de Monte. Difusión CPM Ilustraciones: Rosalba Cuevas
Esté 20 de mayo de 2020 se cumple (N. de R.: por ayer) UN AÑO desde el día en que nuestro pueblo vivió el más triste de los escenarios. Ese lunes a la madrugada Danilo (13 años), Camila (13 años), Gonzalo (14 años), Aníbal (22 años) y Rocío (en ese momento, 13 años) paseaban por la laguna en un Fiat 147 que Aníbal había logrado comprarse con mucho esfuerzo y con el que soñaba visitar a su mamá en Misiones. Hasta que la policía comenzó una feroz e inútil persecución y a modo de cacería abrió fuego contra el auto asesinándolos brutalmente. Sólo Rocío quedó con vida, aunque gravemente herida.
A la masacre se la intentó encubrir disfrazándola de accidente, a través del cinismo típico de culpar a las víctimas y responsabilizar a las familias, violentando su dolor. Pero ese mismo 20, como sol inevitable de cada día el pueblo reaccionó y nunca más calló, marcando un rumbo, un camino que hace un año transitamos.
Aquel día junto a la fuerza y valentía imprescindible de las familias, vecinos y vecinas, amigas y amigos, las y los testigos, se cortó la ruta para deslegitimar las versiones policiales, y todo el entramado que se había puesto en marcha para garantizar la impunidad política y policial.
No sabíamos cómo hacerlo, fuimos construyendo el modo: lxs familiares al frente y el pueblo como sostén, como tierra fértil, salimos a las calles cada vez que fue necesario; acompañados por la historia y la experiencia de organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos y familiares víctimas de gatillo fácil; para gritar sus nombres y que resuenen en todos lados, para denunciar cada una de las injusticias que ocurren en Monte y en otros territorios, y para sumarnos al grito de que NUESTRXS PIBXS NO SON PELIGROSXS, SINO QUE ESTÁN EN PELIGRO.
NUNCA MÁS soltamos sus banderas. Cada 20 nos convocamos en la “Plaza de Lxs Pibes” con consignas de solidaridad y compromiso, activamos la memoria de sus sonrisas, el rap y sus patinetas; a través de intervenciones artísticas entre murgas y campeonatos de skate, exigiendo justicia desde las calles, porque sus ausencias son presencias que como brújulas guían este andar.
La MASACRE DE MONTE sucedió durante el Gobierno de Mauricio Macri, quien de la mano de su Ministra de Seguridad Patricia Bullrich implementaron la Doctrina Chocobar, a través de la cual se oficializó en el año 2018 el reglamento para el empleo de armas de fuego, habilitando a las fuerzas de seguridad a disparar con la sola “sospecha”, sobre personas en situación de fuga. Las consecuencias de la estigmatización y criminalización de la juventud son lamentables y se miden en números horrorosos; según CORREPI, aquel mes de mayo hubo “26 muertes en manos del estado en apenas 20 días. Un muerto cada 19 horas”. Así un día antes a la Masacre de Monte, en Martín Coronado (Pcia. de Buenos Aires) la policía también asesinó a sangre fría a Diego Cagliero, hecho por el cual ayer también se cumplió un año.
La causa principal de la masacre tiene 23 imputados, en su mayoría, efectivos policiales, 8 de ellos detenidos. Son investigados por la persecución policial y el encubrimiento 13 de ellos. El Capitán de la Policía Rubén Alberto García y los oficiales Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibañez por homicidio; el subcomisario Micucci y los oficiales José Manuel Durán, José Alfredo Domínguez, Cristian Alberto Righero, Juan Manuel Gutiérrez, Nadia Alejadra Genaro y Melina Noelia Bianco por falsedad ideológica de instrumento público agravado y encubrimiento agravado. Por último, el teniente Héctor Enrique Ángel y el entonces secretario de seguridad del Municipio Claudio Martínez están imputados por encubrimiento agravado.
Paralelamente se están investigando el accionar de la entonces Intendenta Sandra Mayol y Nelson Barrios, un funcionario del cuerpo de bomberos municipal. Se investiga si conocían o fueron parte de las acciones corporativas de encubrimiento que se desplegaron para ocultar la responsabilidad policial. También inició una denuncia, la CPM, por tareas de inteligencia ilegal y actos intimidatorios y amenazantes contra familiares de la masacre, con el claro fin de silenciar sus voces. Algo que nunca lograron.
Si bien hoy no nos podemos abrazar ni encontrar en las calles, como cada 20, debido a razones de público conocimiento, sabemos que estamos juntos, movilizados trayendo a nuestro presente a CAMILA; DANILO; GONZALO; ANIBAL y ROCIO y a cada pibe/a de sueños arrebatados. Vamos a seguir, cada 20, desde la ternura y la organización para que aquellas semillas florezcan en la alegría y dignidad de cada niño/a.
El dolor se convirtió en lucha, una lucha de todos y todas, de rechazo a la impunidad de estas políticas represivas, de muerte y dolor. POR LA MEMORIA DE LOS PIBES Y PIBAS QUE HOY NO ESTÁN. Y POR LA DIGNIDAD DE LOS QUE SÍ ESTÁN.
¡Verdad y justicia! Por Danilo, Camila, Gonzalo, Aníbal y Rocio. LLEVAMOS SUS SONRISAS COMO BANDERA! VUELEN ALTO MIS GUERREROS! ¡Una vez más queda demostrado que nuestros pibes no son peligrosos! ¡Sino que están en peligro! Cárcel para los responsables. “Cuando decimos nunca más, es nunca más. ¡Basta de Gatillo Fácil”, El estado es responsable!!!.
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