Las recomienda la subsecretaria de Turismo bonaerense. En la nota dan su opinión, el naturalista, Hernán Ibáñez, uno de los encargados de resguardar el Área Natural Protegida “Dique Ingeniero Roggero”, de Moreno; y la bióloga, Marina Homberg, del paisaje protegido Delta Terra, en la primera sección del delta tigrense. Una enel continente, la otra en una zona insular reconocida en todo el mundo. Ambas dan cuenta de que la naturaleza siempre está a mano de quienes buscan sentir y disfrutarla.
Los amantes de la fauna silvestre, y quienes se dedican al avistaje de aves, conocen que la actividad es una gran excusa para viajar y conocer destinos naturales. Paciencia y ganas de caminar son dos condiciones esenciales que deben poseer quienes se aventuran al bird watching, como se nombra el avistaje en todo el mundo.
Lo más importante es que no se necesita mucho: un par de binoculares, una lapicera o lápiz y la guía para anotar y reconocer especies. La provincia de Buenos Aires, sostienen los especialistas, tiene “numerosos cuerpos de agua, de alta bioproductividad y una avifauna acuática muy rica y variada” para practicar el avistaje.
Entre estos sitios naturales, días atrás la subsecretaría de Turismo bonaerense acercó a las redacciones la data sobre dos áreas protegidas que no se alejan demasiado de la vida urbana-están en Tigre y en Moreno- y sin embargo contienen gran variedad de fauna y de flora para conocer y observar, sin demasiado ajetreo.
En Moreno Los Robles
Hernán Ibáñez, naturalista de campo y especialista en fauna, es uno de los encargados de preservar el Área Natural Protegida “Dique Ingeniero Roggero”, que tiene más de 1.000Ha. Allí conviven 213 especies de aves: desde el jilguero dorado (Sicalis flaveola) hasta el martín pescador mediano (Chloroceryle amazona).
La reserva municipal “Los Robles”, en Moreno, integra ese conjunto de parques. Ibáñez señala que la reserva asegura “refugio y alimento para distintas especies de la fauna silvestre que, por la modificación de las áreas, tienen pocos parches de ambiente donde puedan vivir”. El lugar es muy visitado por alumnos de la región
“Empecé en 2001 –relata Ibáñez en la nota- trabajé como guardaparques un tiempo y después me fui a otro lado. Volví en 2010 y todavía sigo. El lugar, como toda reserva urbana, tiene un potencial muy grande en lo que respecta a la concientización y difusión sobre la preservación de la naturaleza y la conservación de la biodiversidad”.
La reserva está situada en las calles Benito Juárez y Williams. Se accede por la bajada de la Autopista del Oeste en el puente La Reja sobre av. Roldán Km 38. Y desde Moreno, o Luján, por Ruta 7, hasta la estación ferroviaria La Reja; luego hay que dirigirse al sur por Rubén Darío, hasta la av. De la Argentinidad y Benito Juárez.
Servicios y especies
El lugar tiene servicio de guardaparques, senderos interpretativos, centro de visitantes, biblioteca, camping, cabañas, parrillas, proveeduría, alquiler de bicicletas y baño, informa la comunicación de Turismo. En la Guía de Aves que Ibáñez confeccionó con Bernardo Lartigau, Marcos Lartigau y Julián Lorenzi, hay data de interés.
Por ejemplo, se detalla que “dentro de la avifauna de linaje pampeano hallamos especies de hábitos terrestres como las perdices o inambúes (actualmente, sólo Nothura maculosa), siendo habituales también el tero común (Vanellus chilensis), el carpintero campestre (Colaptes campestris), el misto (Sicalis luteola)…”
También “las “cachirlas” (Anthus sp.) y otras especies amenazadas como el “espartillero enano” (Spartonoica maluroides) y el espartillero pampeano (Asthenes hudsoni)”. Los Robles, señala la información, invita a que el visitante admire el paisaje natural, compare las distintas especies y “adivine” el origen de las migratorias.
El Delta y sus aves
El otro punto de interés natural es el paisaje protegido “Delta Terra”, situado sobre el arroyo Rama Negra Chico, en la primera sección de islas de Tigre. Con una superficie de 22Ha., sobresalen las actividades de senderismo interpretativo; observación de flora y fauna; espacios de contemplación y meditación; práctica de remo y fotosafaris.
En el área protegida, señala la información, funciona, además, un pequeño centro de rescate y rehabilitación de fauna silvestre autóctona rioplatense. La bióloga Marina Homberg, de la Fundación Azara, afirma que se “recepcionaron alrededor de 950 animales, de los cuales el 60% logró reintroducirse en la naturaleza”.
El sector alberga alrededor de 120 especies de aves y espejos de agua. Hay una laguna y bañados donde los visitantes pueden apreciar garzas blanca, mora y bruja; además de gallaretas, chajaes y diferentes especies de patos. Entre las especies vegetales hay sauce criollo, laurel del río, canelón, curupí, pindó y ceibos, entre otros.
La especialista revela que una de las aves más buscadas es el caracolero común (Rostrhamus sociabilis). Es una especie rapaz de pico ganchudo que utiliza como herramienta para extraer a los caracoles de sus valvas. El caracolero común es una típica ave de humedales de agua dulce, y es gregaria.
Ambiente diverso
Homberg señala que “el Delta del río Paraná es un ambiente sumamente diverso; complejo en su funcionamiento y con una riqueza de procesos naturales fascinante. En Delta Terra realizamos actividades de avistaje de aves en pequeños grupos y la experiencia es siempre muy gratificante”.
Cada sección de la reserva tiene su atractivo: “En los arroyitos habitan las especies pescadoras como el biguá común y los martín pescador; dentro del bosque del albardón se puede avistar la pava del monte, el juan chiviro, el carpintero real, la tacuarita azul, los zorzales colorado y blanco, la calandria…”.
También “el boyero, el benteveo, fio-fio pico corto, la ratona común, y el tordo músico”; entre una enorme variedad, enumera Homberg, que es la encargada de coordinar los monitoreos de biodiversidad del Observatorio Ambiental del Delta del Municipio de Tigre. El sonido ambiente de la naturaleza en el lugar es otro de los atractivos.
El Delta Terra ofrece servicios de guía y guardaparques. Allí se puede visitar el “Deli & Café La Pasionaria” un lugar cuyo diseño arquitectónico se mimetiza con el entorno natural. Para llegar se navega hasta el muelle sobre el arroyo Espera y desde allí el turista camina hacia la reserva por el borde del arroyo Rama Negra Chico.
GC
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