El intendente de Tigre, Julio Zamora, vetó una ordenanza del Deliberativo local (4044/2023), con mayoría opositora, que desplazaba a la obra social IOMA como prestación única y obligatoria del personal y funcionarios del partido de Tigre. La ordenanza y el vetó (decreto 688/2023) se publicaron en el Boletín Oficial de Tigre 933, del miércoles 3 del actual, que se adjuntan en esta nota.
Decreto de veto y ordenanza
A fines de abril, durante las primeras jornadas del CLADE en el Museo de Arte de Tigre, el intendente Julio Zamora anunció que se tomaría su tiempo para dar curso definitivo a la Ord. 4404/2023 del Deliberativo, que el 25 de ese mes lo había autorizado a desadherir al IOMA, como prestación única y obligatoria en el municipio.
A la obra social bonaerense, que deben utilizar obligatoriamente (por ley) municipales, docentes, ex combatientes y varios sectores más en la provincia, se la cuestiona desde hace muchos años por su funcionamiento. Este año, en el contexto electoral, varios intendentes opositores, emprendieron una cruzada, para que sea optativa.
En este contexto, el Deliberativo de Tigre -un municipio oficialista pero con Deliberativo opositor, Juntos por el Cambio tiene 13 ediles y el Frente de Todos 11- aprobó esa ordenanza. Uno de los primeros que la cuestionó fue el Sindicato de Trabajadores Municipales de Tigre, pues señalaron que no habían sido consultados.
Este cuestionamiento no es menor, pues el sindicato representa a la mayoría de los usuarios. De hecho, en los considerandos del veto se especifica que tanto la Asociación de Trabajadores Municipales de Tigre, y el Sindicato de Trabajadores Municipales de Tigre, le solicitaron específicamente el veto al intendente.
Consensos necesarios
La ordenanza que la oposición logró aprobar tiene tan solo 10 artículos, contados 3 de forma, y allí nada decía, tampoco, sobre cómo y en qué forma hacer el traspaso sin comprometer el presupuesto. Cómo, por ejemplo, se gestionarían los tratamientos en curso de enfermedades complejas y prolongadas o crónicas.
Ese punto tampoco es menor. Pues IOMA -funcione como funcione- forma parte del sistema solidario de salud como las obras sociales sindicales. Pero una prepaga, por ejemplo, requiere plazos de carencias. Evidentemente, no se trataba de una mera cuestión de “libertad” de elección, sino de un tema complejo.
Así las cosas, Zamora cortó por la sano. Veto la ordenanza. En su decreto consideró que si “el Cuerpo Deliberativo es el organismo donde se encuentran representados los vecinos locales”, entonces “el resultado de la votación” -12 opositores 11 oficialismo- “no reúne (…) los consensos necesarios para una norma de tal envergadura”.
Seguir trabajando
El decreto también señala -y esto lo había explicado Zamora a la prensa antes- que “el sistema de salud en nuestro país y obviamente también en la provincia de Buenos Aires, se encuentra desde hace tiempo en crisis”. En efecto, si IOMA se atrasa con los tunos, por ejemplo, la prepaga también, según el valor del plan del que gestiona.
El decreto de veto también señala que “desafiliarse del I.O.M.A sin haber previsto como garantizarles a los empleados municipales una mejor atención de salud no es tarea simple”. Por caso señala: “Nadie puede (…) garantizarles a los adultos y/o agentes municipales afectados por enfermedades terminales y/o crónicas y/o pre existentes, que una “nueva obra social” los aceptará (…)”.
Otro de los argumentos del intendente es una opinión técnica del Tribunal de Cuentas provincial sobre la Ord. 4404/2023. Para el organismo de control provincial “la normativa específica referente a la afiliación obligatoria del personal (…) determina claramente la imposibilidad de ofrecer la opción contenida en el proyecto de ordenanza sometido a consideración”.
En medio del texto frio técnico legal, de la ordenanza y del decreto del veto, no pueden pasar inadvertidas dos líneas que están específicamente en los considerandos del Decreto 688. Allí se señala que las asociaciones sindicales “instan a las partes a seguir trabajando para la mejora de calidad de vida de los trabajadores municipales”.
Gustavo Camps
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