Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, Sociedad, Vicente López

2A Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas: el recorrido de una medalla de Malvinas desde Uruguay

La Medalla de Carlos Mihalfi

La Medalla de Carlos Mihalfi

Mañana se cumplen 42 años del desembarco de soldados argentinos en las islas Malvinas argentinas. Oficialmente en nuestro país será el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. En esta nota Victorio Pirillo, recuerda cómo en 2011 encontró en una casa de empeños uruguaya una medalla de un excombatiente, y los avatares para hacerse de la medalla y restituirla a su verdadero dueño. Pirillo era asesor de la embajada argentina en Uruguay, entonces; y actualmente lidera el Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López.

Mihalfi muestra su medalla. En la foto Pirillo y el embajador Dovena con la periodista Natasha Niebieskikwiat

El 4 de abril de 2012, el excombatiente de Malvinas Carlos Mihalfi, residente en Uruguay, con su familia, volvió a recibir de manos del embajador Dante Dovena, una medalla -que ya había recibido en 1991 del Congreso de la Nación-, y algunas ropas de combate. A doce años de aquel acto, en Uruguay, resulta interesante recordar el cómo.

Un mediodía cualquiera, de 2011, un asesor del embajador Dovena, recorría la céntrica avenida uruguaya 18 de Julio, en Montevideo, dispuesto a almorzar. Curioso, se detuvo ante la vidriera de una casa de empeños, que mostraba cientos de monedas y billetes antiguos de diferentes países, objetos de guerra, cascos, dagas y medallas.

Entre el vergel de objetos, en un rincón del muestrario, solo un argentino pudo reparar en una medalla con la imagen de las islas Malvinas argentinas. El asesor Victorio Pirillo, actual titular del Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López -de él se trata- la vio y se preguntó inmediatamente cómo es que había llegado hasta allí.

El encuentro

Mihalfi y Pirillo

Pirillo le avisó al embajador Dovena sobre el curioso hallazgo en tierra uruguaya. Coincidieron en que había que restituir la medalla a su dueño. «Esa medalla tiene que tenerla el soldado, y si falleció su familia, o debe estar en nuestra patria» le dijo, y Dovena consintió. Luego, Pirillo volvió al local, conversó con el dependiente y compró la medalla, y una ropa de combate, con la intención de que vuelvan a su verdadero dueño, el excombatiente, Carlos Mihalfi.

Como siempre, relatarlo es mucho menos complicado que hacerlo. A doce años de aquel hecho, Pirillo recuerda que no fue fácil primero dar con la familia Mihalfi. Y luego hablar de la guerra, tras los años transcurridos. Por entonces también había aparecido en Uruguay el excombatiente Miguel Ángel Brítez, dado por muerto en combate.

Pirillo se presentó incluso en el Ejército Argentino y consultó el padrón de veteranos de guerra. Mihalfi había pertenecido al Regimiento de Infantería Mecanizada Nº 3 de La Tablada. Luego trató de ubicarlo en distintos lugares sin resultado positivo. El sindicalista buscó en padrones argentinos nombres similares, además.

Así, descubrió que en Mataderos había personas con ese apellido. Y recorrió el barrio sin mucho éxito. Pero la pregunta crucial era cómo habían llegado los objetos hasta el otro lado del Río de la Plata. Cual sabueso husmeó, aquí y allá, y encontró en una guía telefónica uruguaya apellidos similares hasta que dio con la familia.

Pirillo recuerda que habló primero con la mamá de Carlos. Sabía que la vida de los soldados tras la guerra no era color de rosa. Ella lo contactó con el excombatiente. Ambos, madre e hijo, le preguntaban por qué se interesaba. Hasta la actualidad Pirillo recuerda que fueron momentos emotivos para los tres, esas conversaciones.

La restitución

La embajada comunica la restitución de la medalla

Mihalfi se había desecho de esos objetos que le recordaban la guerra de Malvinas, más por desilusión que por necesidad económica. Al llegar de combate la dictadura argentina había escondido a los soldados; y en las islas sus superiores, más allá de que se trataba de una guerra, no habían estado a la altura de las circunstancias.

Sin embargo, puede decirse que Mihalfi comprendió la actitud de Pirillo y del embajador Dovena. La crónica oficial del acto de restitución de los objetos -la gacetilla de prensa de la embajada argentina en Uruguay- recuerda que Mihalfi señaló: “Luego de muchos años de sentirme olvidado por el Estado argentino, ahora me siento reconocido”.

Esa gacetilla oficial, asimismo, recuerda que, en aquel acto de 2012, tras agradecer “profundamente el reconocimiento”, “el ex combatiente relató a la prensa las torturas y vejámenes que sufrió” durante el conflicto. No del enemigo, sino “por parte de sus superiores jerárquicos”.  Con esto también tuvo que lidiar la democracia.

El Centro de excombatientes de La Plata (CECIM) es querellante en una causa por torturas a soldados argentinos cometidos por sus superiores durante la guerra de Malvinas. Lo mismo la Comisión Provincial por la Memoria que integran, entre otros, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980; y la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas.  

El héroe de Malvinas

Sin duda, la historia de la medalla de Mihalfi tuvo que ver en la revelación de estos hechos. Pues tanto él como otros tantos soldados conscriptos -Silvio Katz, por citar un caso paradigmático- recibieron torturas más que apoyo en combate, en las islas argentinas, por parte de sus superiores, oficiales y suboficiales profesionales.   

La historia de la medalla de Mihalfi también sirve para preguntarse por el significado de la heroicidad. Más hoy, cuando encumbrados funcionarios del gobierno nacional, familiares de oficiales que fueron a Malvinas, los nombran como “héroes”. Aunque, en rigor, hayan sido parte de la oficialidad que se rindió ¿Qué acto heroico aportaron estos profesionales?

El ciudadano argentino, Carlos Mihalfi, puede contestar claramente qué hizo él. Cuando tenía 7 años emigró con su familia a Uruguay. Cuando tuvo edad para el servicio militar regresó a su país para prestar servicio. No tenía porque hacerlo; pero sin duda se sentía en deuda con su patria, y la amaba. Y así partió a las Islas Malvinas argentinas. Es un héroe, sin duda.

Gustavo Camps

  1. Delia Estevez

    Perdón a los héroes de Malvinas por haberlos ignorados,orgullo y agradecimiento por esa epopeya.

Dejar una respuesta