Llega marzo. queda atrás el periodo estival y vuelve la actividad a pleno. Este año habrá elecciones generales. En su columna el doctor Prado da cuenta de la centralidad de Cristina Kirchner en la política, más allá de que haya dicho que no se presentará a elecciones. Prado propone que hay que observar, fecha a fecha, como se va construyendo el panorama político. Marzo, mes de la lectura del veredicto de la causa Vialidad, de la marcha por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Y junio, cuando se concreten las listas.
Por Juan José Prado*

El jueves 16 de febrero se puede ver como el comienzo de un nuevo marco de la vida política de nuestro país. La representativa reunión del Frente de Todos que gobierna dio una respuesta posible al futuro calendario electoral. Y en su autocritica reconoció la realidad de su propia naturaleza política, en especial su conformación.
El documento que se dio a conocer reconoce, y da por cierto, que para el éxito del programa, de los objetivos, del logro de paz social con producción, del capitalismo con mejor distribución de la riqueza -para que no vuelva el neoliberalismo- es necesario el triunfo del Frente de Todos -creado por Cristina Fernández- en la elecciones de 2023.
A la par, los periodos se cumplen fecha a fecha. Son varios. Como una serie televisiva, el primer capítulo será el 9 de marzo a la espera de los fundamentos del veredicto condenatorio armado por el partido judicial en la llamada causa Vialidad. El 24 de marzo será otro de los días emblemáticos, de repudio a los golpes de Estado.
Aunque las corporaciones de medios de comunicación -cómplices de la última dictadura cívico militar- intentaron construir una grieta entre el Frente de Todos y los organismos de derechos humanos. No hay tal. Y ya adelantaron que el documento que siempre se lee en Plaza de Mayo, no soslayará el intento de proscripción de CFK.
Cristina: figura de atención
La ciudadanía, por su parte, debe recordar que desde aquel 10 de diciembre de 1983, a la fecha, el camino para lograr concretar la consigna clásica y básica de los organismos de derechos humanos -Memoria, Verdad y Justicia- encontró un escollo. Una piedra con la que permanentemente se tropieza. Una valla: la del poder judicial.
De allí que, sin lugar a duda, la consigna “democracia o mafia judicial” concentra también muchas voluntades. Porque descorre el velo de la autocracia permanente en nuestra Argentina; esa que enlaza al partido judicial con el poder económico, apuntalado por el poder mediático. No es solo una consigna electoral para Cristina.
Además, la separación de un bloque en el Senado nacional es una pulseada para reclamar parte de la torta del litio o mayor participación en obras públicas. No hace mella políticamente en el Frente de Todos. Se ve al analizar los nombres del bloque. Hasta junio -mes de concreción de las listas- Cristina seguirá siendo la figura de atención.
*Abogado. Ex presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires AABA. Miembro de la Mesa Directiva de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos). Gran Maestro de la UBA.
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