La cámara de Diputados aprobó el presupuesto del oficialismo, repudiado hace varios días por organizaciones sociales, de jubilados, estudiantes, sindicatos, los movimientos sociales y la oposición descontado. En las primeras horas del debate la policía reprimió con balas de goma, gases y agentes infiltrados a manifestantes que llegaron a reclamarle a los diputados oficialistas que no voten semejante presupuesto. Antes de las 6 de mañana 138 votos a favor 103 negativos, 8 abstenciones, dieron por concluido el asunto en esa cámara.
“La crisis y la recesión van a golpear sobre todo a las mujeres trabajadores” dijo en la madrugada de hoy jueves la diputada nacional, Nathalia González Seligra (PTS-FIT), durante la sesión de diputados que finalmente, antes de las 6 de mañana aprobó un presupuesto que rebasa de ajustes.
Antes de la sesión se decía que al oficialismo le iba a costar conseguir los números de diputados -129- para habilitar la sesión, sin embargo, un arreglo particular con el puntano Adolfo Rodríguez Saá, dio paso al quorum y comenzó a tratarse, como estaba previsto, pasado el mediodía.
Mientras tanto, los sindicatos, organizaciones y movimientos sociales llegaban al Congreso -vallado absolutamente como acostumbra el gobierno a aislarlo para este tipo de tratamientos- para expresar su oposición a los ajustes y al retroceso que implica esa propuesta del gobierno.
Antes de las 15 la policía arremetió contra manifestantes que extremaron la oposición, movieron vallas, y comenzó una batalla campal, similar aunque de menor escala, a la que aconteció cuando Diputados aprobó la reforma previsional que bajó las jubilaciones, meses atrás.
Los incidentes comenzaron en Rivadavia y Callao -las propias columnas de trabajadores etc, se replegaron y censuraron la arremetida de un grupo pequeño- pero la policía no solo defendió el lugar cercano al Congreso, sino que persiguió a los manifestantes por avenida de Mayo y adyacencias.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desmintió que haya habido infiltrados, pero circularon fotos en redes sociales y curiosamente, en las vecindades del Congreso había amontonamientos de piedras y escombros que, para el caso, gritaban “¡agarrame dale, dale, tirame!!
De hecho su cartera ya tiene un muerto por represión desmedida, que tomo estado nacional, el caso de Santiago Maldonado, y ayer entre los detenidos, sugestivamente, había referentes de La Garganta Poderosa, una organización villera que le hace marca personal a ese ministerio.
La policía salió de la zona del Congreso a reprimir, no se quedó a defender en el lugar solamente, y eso generó más disturbios. Es evidente que existió una actitud activa para generar violencia en lugar de aplacar, por parte de la fuerza, y eso es una política, no es azar.
También de madrugada, en su intervención, la diputada nacional, Gabriela Cerrutti, al hacer referencia a los hechos y al uso de la fuerza, pidió la renuncia de Patricia Bullrich. No es la primera vez que se pide esto, pues en democracia debe asegurarse la libertad, no la represión.
Antes de las 6 de mañana 138 votos a favor 103 negativos, 8 abstenciones. El presupuesto tiene media sanción y muy pocos -los que se benefician son pocos- lo defienden, de hecho durante el debate en Diputados se vio eso, más que defensas reconocimientos de que es malo pero es lo que hay.
El titular del bloque oficialista, Mario Negri, por ejemplo, criticó al gobierno anterior, reconoció que “estamos con los flancos un poco débiles en medio de la crisis” o que “pudo haber habido una sobreestimación de la venida de capitales», pero de lo positivo del presupuesto en si, nada.
El dirigente sindical, Victorio Pirillo, de municipales de Vicente López escribió en las redes, tras la aprobación “Es evidente que Adolfo (el senador puntano, Rodríguez Saá) no tuvo presente estas enseñanzas de nuestro líder Juan Domingo Perón. Solo pensó en su provincia y no en su patria”.
La aprobación del presupuesto, con esas carcaterísticas, es una de las condiciones que inmpone el Fondo Monetario Internacional -FMI- para dar créditos al país. De hecho, entre las partidas onerosas del presupuesto, están los intereses de la deuda, mientras bajaron partidas de educación, salud y producción..
Gustavo Camps
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