Historia, Política, Sindicales, Vicente López

El sindicato de municipales de Vicente López STMVL recordó  el abrazo de Perón y Balbín en 1972

Abrazo de Perón y Balbín, 19 de noviembre de 1972

Abrazo de Perón y Balbín, 19 de noviembre de 1972

El 19 de noviembre de 1972, Juan D. Perón, líder del Justicialismo, tras el exilio, y Ricardo Balbín, líder radical (UCR) preso durante la gestión de Perón en 1950, se dieron un abrazo de unión y paz. Ayer martes, a 52 años del histórico abrazo el Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López STMVL, lo recordó y lo celebró. “El abrazo de Perón y Balbín en la casa de Gaspar Campos es un llamado de atención a las dirigencias actuales. La paz es el único camino posible para reencauzar al país (…)”, señaló el titular del STMVL, Victorio Pirillo.

El encuentro en la sede del STMVL (Foto STMVL)

Delegados y afiliados al sindicato de municipales de Vicente López STMVL recordaron el abrazo de Perón Balbín en 1972. Fue ayer martes 19, en la sede sindical de la calle Alberdi, en Olivos.  Pirillo, titular del STMVL, recordó el contexto político de los ´70, y la casa de Gaspar Campos, en el distrito, donde tuvo lugar el abrazo.   

Recién llegado de su largo exilio de 17 años, hasta su asunción -recordó Pirillo sobre Gaspar Campos 1065- fue el lugar desde donde partió para jurar en el Congreso como presidente de la Nación por tercera vez. Para Pirillo la casa “era el elemento convocante que motorizaba el final de una dictadura”.

Además, consideró que la propiedad, en Vicente López, sirvió para “subsanar enfrentamientos del pasado. Y le permitió a una generación soñar con una coalición que restableciera la democracia. Pero no cualquier democracia. Sino una capaz de darle felicidad, paz y bienestar al pueblo de la nación argentina.

Gesto político

Victorio Pîrillo, secretario general del STMVL

En esta línea el secretario del STMVL señaló que el abrazo de Balbín y Perón en esa casa debería ser un símbolo “para contrarrestar el odio que se ha apoderado del campo político”. Y  se preguntó: “Si líderes de la talla de Perón y Balbín lo hicieron. ¿Por qué la dirigencia política actual no puede concretar un gesto político similar?”.

Pirillo recordó, asimismo, que la casa de Perón -así se la nombraba, y era suficiente- “la visitaban todos los referentes políticos de la época, la vecindad y la militancia”. Y consideró que “la dirigencia política debería recoger el abrazo de paz que tuvo lugar en esa casa y transmitirlo a toda la sociedad, como un mensaje esperanzador.

Luego explicó que “El abrazo de Perón y Balbín en la casa de Gaspar Campos es un llamado de atención a las dirigencias actuales. La paz es el único camino posible para reencauzar al país verdaderamente (…)”. Y destacó: “solo a través de la paz y la unidad nacional, el país podrá salir adelante camino a la prosperidad”.

El 1 de julio de 1974, el presidente de la Nación, Juan Domingo Peron (1895-1974), falleció a los 78 años. En su discurso de despedida el líder radical, Ricardo Balbín (1904-1981), que representaba a los partidos políticos de entonces en el velatorio, inmortalizó la emotiva frase: “Este viejo adversario despide a un amigo”.   

GC

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