Peldaños es una asociación sin fines de lucro que funciona hace 16 años en Munro, y las personas con discapacidad producen en un taller gastronómico -se llama “Todo Harinas y Cocina Artesanal”- con las normas de calidad y tiempo requeridas. En la cuarentena necesitan donaciones de materia prima como harinas, lácteos, verduras, insumos plásticos, envases, entre otros, para mantener en funcionamiento el taller. Los interesados pueden contactar a la entidad por correo electrónico: administración@peldanios.org.ar.
La asociación civil sin fines de lucro, Peldaños, tiene como misión “Mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual, instrumentando todos los medios necesarios para lograr el máximo desarrollo posible de sus capacidades en las áreas: -Laboral -Educación -Rehabilitación -Esparcimiento -Vivienda -Integración Familiar Inserción Social.”
La tarea que realizan está enmarcada en la ley 24.147, de regulación y funcionamiento de los talleres protegidos de producción (TPP), es decir, el taller protegido funciona como una empresa en cuanto a su organización interna, ya que responde con la producción de bienes y servicios con las normas de calidad y tiempo requeridas en cualquier emprendimiento similar. .
El proyecto productivo gastronómico se llama “Todo Harinas y Cocina Artesanal”, y obviamente, debido a la pandemia los operarios, que son las personas con capacidad, se encuentran en casa «siendo responsables con ellos y con la comunidad destacan desde la entidad educativa; y «como todo trabajador, esperan reintegrarse cuando la situación se normalice«, tras el aislamiento preventivo por la COVID-19.

Para seguir operando el taller protegido necesita donaciones de «harinas, lácteos, verduras, insumos plásticos, envases; también aportes de dinero
Desde Peldaños, no obstante, evalúan que «para una población vulnerable como las personas con discapacidad seguramente los tiempos sean más prolongados antes que puedan volver a trabajar«. Y, en el «mientras tanto» el personal de apoyo, que coordina y asiste en las tareas a los operarios, realiza labores de mantenimiento para cuando los jóvenes vuelvan a incorporarse.
Norma Claude, secretaria de Peldaños, revela que durante el aislamiento se hace cuesta arriba conseguir las materias primas para mantener el espacio. Actualmente -explicaron desde la institución- la marcha del proyecto es clave pues son pocos los Talleres Protegidos de Producción y para la discapacidad intelectual la integración laboral sigue siendo una labor y lucha diaria».
Para seguir operando el taller protegido necesita donaciones de «harinas, lácteos, verduras, insumos plásticos, envases; también aportes de dinero y visibilizar la tarea de los Talleres Protegidos de Producción que tienen que autosustentarse para seguir en funcionamiento» durante la pandemia, señalaron desde la entidad situada en Olaguer y Feliú 4664, Munro.
GC
1 Pingback