Del País, Política

El vivo de Milei sobre el presupuesto desde el Congreso fue un fiasco

Poca información útil dio el Presidente sobre el presupuesto 2025 que analizará el Congreso

Poca información útil dio el Presidente sobre el presupuesto 2025 que analizará el Congreso

En lugar de desarrollar cuestiones de gestión incluidas en el presupuesto que llevó al Congreso -para que lo analicen; y eventualmente lo aprueben los representantes del pueblo y las provincias-, el presidente Milei volvió a insistir con su recalcitrante  déficit cero -una cuestión anacrónica e insignificante para los Estados actuales-. Les pidió más “ajuste”, del que él ya hizo, a las provincias. E insistió sobre su concepto atrasado de Estado dedicado solamente a la seguridad exterior e interior -sobre todo defensa de la propiedad privada-

Con el bochornoso eslogan “vinimos aquí a ponerle un cepo al Estado”, el presidente, Javier Milei, pasó sin pena ni gloria por el Congreso para repetir sus mantras sobre el libre mercado. Y tratar de justificar o “explicar” sus conceptos anacrónicos de Estado gendarme, que atrasan  por lo menos un siglo.    

Adelantó al comienzo de su discurso leído de cabo a rabo que iba a “presentar un presupuesto diametralmente distinto” a los que se habían presentado hasta entonces; por el tema del “defícit cero”. Como se sabe para lograr ese dibujo vetó la movilidad jubilatoria de sueldos de hambre; y va a vetar la ley de universidades.

No faltaron en su discurso críticas al “kirchnerismo”, como si existiera algo semejante que amenace vaya a saber qué, en la actualidad. Y además criticó conceptos como el religioso de “justicia social”; y el lema peronista “donde hay una necesidad nace un derecho”, que más que definir algo, revela la explotación.

Puro verso

Milei: «“la Argentina es el país con más impuestos del mundo” (falso)

Otra vez trató de que se crea que la Argentina en 2023 tuvo la inflación más alta del mundo. Algo falso (googlearlo). También dijo -como mentira o por error- que la Argentina es el “principal defaulteador del mundo”. Cuando se sabe que al menor siete países de Latinoamérica, y dos de Europa  sufrieron más default.

Milei asimismo dijo que “la Argentina es el país con más impuestos del mundo”. Otra falsedad. La Argentina no está ni entre los 20 primeros países con más impuestos. Y dijo que el 60% del país “es pobre”, tal vez para abrir el paraguas sobre lo que vendrá con sus políticas. Actualmente el porcentaje real es 41,7% (INDEC).

También señaló que “emitir dinero, como ya sabemos, genera inflación”, cuando en 2024, al menos, se sabe que la inflación es un fenómeno multicausal, no es meramente monetario. Pero además, las y los expertos señalan que la inflación ni siquiera tiene relación directa con el financiamiento de gasto público.   

Y repitió otro eslogan, un tanto más caro para las y los argentinos. Pues se trata del epigrama de una dictadura cívico militar que asesinó a 30.000 o más compatriotas argentinos para imponer ideas parecidas a las de Milei en economía, ya hace más de 40 años (con los cual volvemos a que las ideas de Milei están obsoletas).

Libertad de veto

“Gestionar es achicar el Estado para engrandecer a la sociedad” dijo parafraseando al tristemente celebre Martínez de Hoz del “achicar el Estado es agrandar la nación”.   Antes de la frasecita también amenazó con que “vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”.          

Milei no se privó de criticar al Congreso por las decisiones que toma por mayoría. “Cuanto más votos tiene un proyecto en el Congreso, peor es para la sociedad”, disparó sin inmutarse. Y lo hacía concentrado en la lectura. Seguramente le tendrán que avisar que diputados y senadores nacen de votos, igual que el presidente.   

Milei, asimismo, hacia el final, sin haber dicho nada sustancial sobre el presupuesto enviado, sino puro blaba sobre sus teorías, les pidió a las provincias un ajuste de US$ 60.000 millones.  Y críticó que cuando el goberno nacional deje de financiar una obligación a través de bajar un impuesto, las provincias suban sus impuestos.

Esto último lo dijo en tono amenazante. Habló de su eslogan “no venía a guiar corderos sino a despertar leones (…) y los leones han despertado”. Y habló del “pueblo que se rebela”. Como si alguna, o tan solo una, de sus políticas, estuvieran dirigidas al pueblo. Una vez más, el Presidente no deja nada sustancial.

Los aplaudidores que llevó al Congreso, sumados a las comitivas opositoras -mínimas- no le permitieron armar una gran escenario. En las calles lindantes al Congreso no sumaban dos docenas lo que se acercaron a apoyar o a escuchar. Va a tener que revisar los guiones y las puestas en escena, sin duda, el Presidente.

Gustavo Camps  

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