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Garbarino: “Fue una trama muy bien armada” dice uno de los trabajadores despedidos

Con marchas en Plaza de Mayo y en el Puente Pueyrredón, así como entrevistas directas con el presidente de la Nación, Alberto Fernández, el conflicto laboral de Garbarino, con cientos de sucursales cerradas y alrededor de 3.000 despidos no cesa. En esta entrevista el trabajador, Luis Rodríguez (41), quince años de antigüedad en la firma hasta que lo despidieron, vecino de Pilar, sostiene que el empresario, Luis Rosales, dueño del grupo desde marzo 2020, urdió un plan para achicar la firma, quedarse con el ATP del gobierno, y no hacerse cargo de pagar sueldos e indemnizaciones.

La entrevista fue en la plaza de Ing. Maschwitz, en Escobar

¿Cómo empieza el conflicto en Garbarino?
El conflicto empieza cuando los hermanos Garbarino, los anteriores dueños, deciden vender la empresa porque el negocio ya no les era rentable. Empezó a finales de 2019. Tuvieron varios intentos de compra. Y a partir de marzo de 2020, no me acuerdo bien las fechas, toma la empresa Carlos Rosales, que es el dueño actual. Él viene, por lo menos es lo que nos decía, porque después vimos que era algo irreal, viene con una idea de expansión; también nos decía que quería abrir sucursales en Uruguay, Brasil, Chile…

Pandemia: “para Garbarino fue un buen momento porque nunca dejó de vender”

¿También se proponía ampliar la venta virtual? Esto difundían medios en sus secciones de empresa y negocios…
Puede ser, porque Garbarino es la única empresa, junto con Mercado Libre, con una plataforma tan grande para la venta por Internet. Garbarino, no recuerdo bien, pero creo que tenía una participación del 18% o el 28% de la venta por Internet. Mercado Libre era su único competidor real en eso. Cuando llega Rosales él decía que su principal objetivo era “transformar” la empresa; y también decía “crear un nuevo Mercado Libre, una competencia porque tenemos mucho mercado ahí”.

¿Y cómo influyó la pandemia?
Entonces nos agarra la pandemia, que fue complicada para la mayoría de las empresas. Pero para Garbarino fue un buen momento porque nunca dejó de vender por Internet. Y después se le permitió abrir los locales. Es más, como sector el retail (comercio minorista) fue uno de los primeros beneficiados (con las aperturas). Y además el gobierno siempre los ha ayudado con plata; primero con los ATP que pagaban la mitad del sueldo, con la condición de que la empresa pague la otra mitad…

¿Cómo es el sistema de cobro de los empleados?
Nosotros teníamos el básico del convenio colectivo de trabajo, de Comercio, y comisionábamos por venta; técnicamente se llama básico absorbible, porque si no vendíamos para llegar al básico nos daban el básico, y si lo superábamos con las comisiones el básico no lo cobrábamos, solo las comisiones. Había un plantel con sueldo fijo también. Bueno… y ahí es donde empieza el conflicto. Cuando empieza la pandemia Rosales aprovecha la ayuda (los ATP) del gobierno. Ya con el dueño anterior, que descuidó el negocio para dedicarse a la bicicleta financiera, empezaron a retrasar pagos. Era el año 2020.

ATP: “(…) presentaban siempre liquidaciones de que pagaban y nunca nos pagaron”

¿Denunciaron esas situaciones al ministerio de Trabajo?
Primero no hacíamos nada porque eran de días o de semanas…Pero después con el ATP la empresa tenía que pagar, presentar los papeles de que había pagado esa mitad, y el Estado le pagaba la otra mitad. Bueno, ellos presentaban siempre liquidaciones de que pagaban y nunca nos pagaron.

¿Ellos quienes, los Garbarino o Rosales?
Rosales lo empezó a hacer.

¿Y no denunciaron eso al sindicato de Comercio?
No salieron a hacer ningún tipo de reclamo por nosotros. Llegamos al punto de que despidieron a 3.000 personas y quedó en la nada. Nosotros no tenemos relación con el Sindicato de Comercio (SEC, que conduce a nivel nacional Armando Cavalieri). Nosotros nos abrimos, no quedó ninguna persona afiliada, porque el sindicato fue una pata fundamental del entramado. Acompañaron todo lo que hizo Rosales.

¿Llegaron a 3.000 los despidos en Garbarino?
Fue con cuentagotas pero sí. Yo siempre lo explicó, principalmente a los del gobierno con los que nos reunimos. Rosales siempre hizo prueba y error. Tomaba una decisión en chiquito y cuando no había consecuencia lo agrandaba. La última vez despidió a 2.000 trabajadores en un solo día. Pero volviendo al tema del sueldo, nos despidieron debiéndonos 9 sueldos completos, más aguinaldo e indemnizaciones…

“Marzo de 2021 fue el de mayor venta en la historia de Garbarino”

¿Y cómo veían ustedes la marcha del negocio?
Marzo de 2021 fue el de mayor venta en la historia de Garbarino. Tuvimos todas las herramientas de la empresa; y el sector respondió. Teníamos de todo para vender. Juntaron muchísimo dinero. Fue un mes de venta espectacular, tanto presencial como virtual. Sin embargo Rosales, en Abril, ya empezó a suspender gente. Empezó a poner trabas para la venta. Fue una trama muy bien armada. Se va a entender por qué nosotros hablamos de desvío de fondos, de vaciamiento.

¿La misma empresa ponía “trabas” para que ustedes no vendan? ¿Cómo?
Nos retaceaban mercaderías; bloqueaban el sistema; nos inhabilitaban el producto para la venta. Por ejemplo, nos decían que tal producto no se podía vender porque había “un conflicto” con el proveedor. La mercadería estaba en Garbarino, pero guardada. Entonces a nosotros nos despiden encuadrados en el artículo 247 (de la ley de contrato de trabajo) que por fuerza mayor, como un caso excepcional, nos puede despedir pagando el 50% de la indemnización.

¿Y había crisis en la firma?
Acá no contaba el caso excepcional, porque la empresa no nos permitía desarrollar nuestro trabajo y vender. Y vender implicaba sumar dinero a la empresa. Por otra parte, adrede, dejaron de pagar a proveedores; alquileres de los locales, los servicios. La crisis no fue por la pandemia, porque el sector se vio favorecido por la pandemia. Mucha gente que estaba en su casa y no salía, compraba. Una tele, un aire, un celular. El consumo se direccionó a estos sectores. Y después se empezaron a abrir los locales; trabajábamos en grupo (burbujas).

“le pedimos a (el presidente) Fernández que intervenga porque la empresa no nos pagaba.”

¿Y cuando abrieron los locales había mercadería y podían trabajar?
 No había mucha mercadería pero había; y nosotros vendíamos. Entonces primero intentaron llegar a acuerdos con los empleados. En octubre de 2021 nos dimos cuenta de que estaba sobrepasada la situación. Una vez estábamos reunidos con el presidente, Alberto Fernández, y me avisan que en ese momento habían llegado 600 cartas documento de despido. Eso hacían; despedían a uno, no pasaba nada, despedían a 50, no pasaba nada y seguían.

¿Y por qué estaban reunidos con el Presidente?
Es que nosotros habíamos empezado con las manifestaciones por el retraso de los sueldos. Hicimos una manifestación en Plaza de Mayo y nos recibió. Nosotros le pedimos a Fernández que intervenga porque la empresa no nos pagaba. Y nosotros le dijimos: está despidiendo, está suspendiendo y no nos paga. Él nos dijo que el empresario había buscado un salvataje del gobierno ¿Pero entonces toda esa plata que había entrado en marzo? No se entendía dónde estaba la plata. Se empezó a fugar de Garbarino.

¿Qué evaluaron de esa situación?
Se fue a otras empresas; él (Rosales) se dedicó a mover plata de empresa a empresa. Tipo Aseguradora Pro, es de él, radio Continental, es de él. El grupo Garbarino tiene cinco empresas, también Compumundo, Garbarino Viajes y una fábrica, Digital Fueguina. Fernández nos dijo que habían decidido no darle ese salvataje. Y nos explicó, eso me quedo muy presente, nosotros tenemos que buscar un empresario y tenemos para apoyarlo el Banco de Desarrollo, el banco mundial, todo para resguardar los puestos de trabajo. “Tenemos que activar la empresa de vuelta” esas fueron las palabras.

Rosales “armó todo esto para sacarse de encima a la gente sin pagarle”

¿Cómo siguieron las cosas después de la reunión?
En noviembre nos reunimos con Kulfas (ministro de Desarrollo Productivo de Nación); y mientras estábamos con él llegaron 1850 telegramas de despido. Era 11 o 13 de noviembre. Le mostramos los despidos al ministro; y dictaron la conciliación obligatoria. Dos semanas antes habían suspendido a todo el personal. Habrán quedado 150 empleados en Garbarino. De todo el grupo habrán quedado entre 500 y 1.000 personas. Y entonces la empresa presenta el procedimiento preventivo de crisis, que permite los despidos y suspensiones.

¿El sindicato SEC seguía al margen?
Muchos de los que quedaron eran delegados del sindicato y afiliados. Quedaron empleados de depósito, cajeros, gerentes, y asesores comerciales que son los encargados de local. Rosales no pensó en cerrar, o llevarla a la quiebra a la empresa, sino transformarla a virtual. Nosotros hicimos una cuenta; cada local tenía en promedio 20 personas; a él le sobraban entre 2.000 y 3.000 personas, que son los despedidos. Y armó todo esto para sacarse de encima a la gente sin pagarle. Actualmente sigue debiendo nueve sueldos, aguinaldo, indemnizaciones. Ni siquiera pago el 50% que marca la ley. Es más, nosotros de ANSES no pudimos cobrar los salarios familiares, porque la empresa  hizo figurar que nos pagó y no nos pagó; tampoco pudimos usar las obras sociales, porque hubo dos años sin aportes patronales.

“el ministerio de Trabajo no reguló, y no tomó ninguna medida de protección.”

¿Entonces ustedes actualmente qué reclaman?
Que nos paguen lo que nos adeudan. Sueldo de 9 meses, aguinaldos e indemnizaciones. Nosotros queremos sentarnos a negociar con la empresa para nos pague. En las reuniones con el ministerio de trabajo la empresa y el sindicato no avanzan en esto. En la conciliación se sentaba el ministerio, que mediaba; la empresa y el sindicato. Lo único que se hacía era escuchar a la empresa que decía “nosotros no podemos cumplir”; el sindicato le daba un plazo; vencido el plazo se volvían a reunir y lo mismo.  En una conciliación dijeron que no podía reincorporar; pero después pusieron aviso pidiendo personal. Así fueron 37 reuniones. El Sindicato de Empleados de Comercio es una pata fundamental de Carlos Rosales. Fueron la herramienta para que Rosales arme esta crisis y mantenernos callados a los trabajadores.

¿Cómo sigue entonces?
El lunes pasado (la entrevista fue el viernes 18) hicimos otra presentación en Casa Rosada. Presentamos un petitorio. Tenemos unas ideas para proponerle como solución para que nos paguen. Nos avisaron que nos iban a citar con el Presidente. Ahora esperamos esa audiencia entonces. Nosotros no vamos a dejar de expresarnos. Ya hicimos varias marchas. El gobierno es un ente regulador, y no regularon nada ni controlaron nada, eso también les reclamamos. No le pedimos al Estado que nos pague, porque entendemos que Garbarino es una empresa privada, pero tiene obligación de intervenir y encontrar una solución. Ideológicamente el gobierno siempre dice que el estado tiene que estar presente. Bueno, el ministerio de Trabajo no reguló, y no tomó ninguna medida de protección.

Gustavo Camps

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