En esta entrevista el secretario general de la CGT Zona Norte, el ferroviario Ricardo Lovaglio, explica los objetivos de su conducción; informa sobre las iniciativas de la central durante la pandemia. Y toma posición sobre las críticas que se hicieron sobre la participación de la regional en una manifestación en la Quinta de Olivos el último sábado de febrero; así como de los cuestionamientos de un sector sindical regional a su conducción, que en mayo cumplirá dos años, de un período de cuatro.

¿Cómo llegó a la conducción de la CGT Zona Norte?
Yo entendí y entendimos todos en la CGT Zona Norte, que mi antecesor había cumplido una etapa (José Luis Casares, dirigente de docentes privados SADOP). Yo vengo trabajando y caminando dentro del movimiento obrero hace 20 años. Y fui electo secretario general ya hace casi dos años a esta fecha. El movimiento obrero siempre fue en la zona norte un actor principal. Y ya desde años anteriores veíamos que no se veía el diálogo, el trabajo en conjunto, el poder armar y tener una estrategia de trabajo.
¿Con que horizonte asumió?
Primero y principal entendemos que (la CGT) es una herramienta para fortalecer a cada uno de los sindicatos y sobre todo para defender los derechos y reclamos de los trabajadores. Sobre esto me base en estos dos años. Hemos tenido innumerables protestas, tomas de fábricas; y todas en defensa del trabajador. No puedo dejar de nombrar el conflicto en Banco Río, en San Martín; Banco Cetelem (del grupo BNP-Paribas); City Bank; Alijor (La Salteña), que fue terrible la toma. Mondeléz; Bed Time; Teamseg Seguridad, sobre la que hicimos todo un estudio y pensamos que es una sociedad (comercial) muy rara: vaciamiento de una empresa con 500 trabajadores. Ahí estuvimos. En Unilever también; Legacy; en el Parque de la Costa ahora hace poco. Bueno, estuvimos en diferentes lugares. En cada uno de estos lugares tuvimos fuerte presencia con reclamos. (el ex presidente Mauricio) Macri tenía un año (de gestión). Con reuniones con el ministerio de Trabajo, y preguntando a cada gremio que sucedía.

La pandemia cambio todo para ustedes también no?
Hubo un antes y un después…
¿Usted es un dirigente que se siente cómodo yendo a la acción. Al territorio?
Yo veo una CGT regional con trabajo territorial; y solidaria. Cuando empieza lo de la pandemia se empezó a ver falta de trabajo. Necesidades en el barrio, donde vive el trabajador. Nosotros por eso tenemos dieciocho comedores, donde asistimos, damos de comer. Tenemos un departamento psicosocial para dar ayuda también ahí. Pensamos sobre todo en el territorio porque ahí es donde vive el trabajador. Eso no se hacía antes de la pandemia. La pandemia trajo un cambio. Salimos a enfrentarla. No la vimos desde casa. Armamos un comando sanitizador también, con compañeros que se exponían en los peores días para sanitizar en bancos, sindicatos, obras sociales, barrios, PAMI en Malvinas Argentinas, en San Martín; la isla; Mercado Central de Beccar; lugares de atención de nuestros adultos mayores. Fuimos a innumerables lugares. Cuando no había barbijos llegamos a repartir 20.000 barbijos solidarios, con todas las normas técnicas. Teníamos costureras solidarias. Después nosotros los repartíamos. Yo con ningún intendente tengo trato fluido. Con ninguno. Me encantaría. De ahí es por lo que formamos y empezamos a hablar del Consejo Económico y Social. Yo hablo con la Iglesia, con la Pastoral (Social) también hablo. Hablo también con la mesa pyme. Y empezamos a tener esos encuentros de diálogo para poder charlar. Con empresarios pyme, ministerio de Trabajo. Estaban el ministerio de Trabajo de Nación, de provincia. Creo que hay que pensar en una Argentina que se tiene que poner de pié Con producción y trabajo.

¿La unidad es una materia pendiente de la CGT regional? Bueno, tal vez algo que en rigor no está resuelto ni a nivel nacional tampoco en la CGT…
Podemos discutir y diferir en el pensamiento, pero con un diálogo fluido. Camioneros y el SMATA no están en la CGT regional. Pero somos muchas organizaciones. Hace poco estuvimos hablando con los compañeros del 21F (Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT); están “los gordos”; La Bancaria; estaciones de servicio; perfumistas; limpieza. Esa discusión es hacia adentro del movimiento obrero…
¿A qué se debe la interna que se exteriorizó en la regional?
Ha sido una diferencia muy grande el cambio en la conducción. Esto me parece que atrajo la reacción de un grupito minoritario, encabezados por (José Luis) Casares (predecesor de Lovaglio) y Milena Lamonega. Los dos dirigentes de SADOP (Docentes privados) que atentan permanentemente hacia mi conducción. Porque entendieron que he sido mucho más independiente en el manejo. Mi discusión con ellos ha sido por cómo se manejó José Luis con la Universidad (Nacional Scalabrini Ortiz, actualmente gestionada por la comuna de San Isidro). También critico que él sea el director del Centro de Formación Profesional y que también ocupe un cargo en la rectoría de la Universidad. Y no le da lugar a otros compañeros. Pero no han dado la posibilidad de debatir eso. No dieron la posibilidad de venir y debatirlo, hablarlo. Decir “mirá Ricardo, yo pienso esto y esto…”. Buscan que yo dé un paso al costado. Yo quiero terminar mi mandato que es dentro de dos años. Entiendo que tenemos que trabajar para los trabajadores. Hoy nos toca ser distintos. Y como le dije a Clarín, termino en dos años y me toca volver al tren a trabajar (Lovaglio es dirigente de la Unión Ferroviaria y es guarda de tren); pero contento por la dignidad, y porque sé que lo poquito que trabaje trate de dignificar a los trabajadores.

Ustedes apoyan a Alberto Fernández abiertamente
Cuando decimos que somos peronistas, decimos que somos solidarios. Por eso vemos al vecino, al que le ruge la panza. Queremos lo mejor para el trabajador. Bienestar. Salud. Y sobre todo la dignificación del trabajador. Yo lo apoyo a Alberto Fernández y a Cristina (Fernández de Kirchner) porque nosotros queríamos desesperadamente que volvieran. Gritábamos ¡Vamos a volver! Para ser mejores. A nosotros nos tocó un gobierno que nos saqueó. Que robó. Que endeudó hasta a nuestros hijos y nietos. Un gobierno que se manejó con lo más alto de la oligarquía argentina. Con los intereses económicos más fuertes. Fueron cuatro años de curro. De bicicleta financiera. Fue un saqueo organizado, pensado, armado y llevado a cabo. Con una Justicia que fue garantía de ese saqueo, con un fuerte aparato mediático que ayudo a que los argentinos miráramos para otro lado, a la desconcentración de los argentinos. De ese sábado se hablaba de “la golpiza que le dieron a jubilados la patota sindical” (se refiere a ciertos disturbios el 27F en la Quinta de Olivos), cuando no fue así. No se hablaba de los genocidas que colgaron bolsas (en Plaza de Mayo), un tributo a la muerte. Eran personas que manifestaban en contra de la vacuna, que llamaban a no cuidarse, personas que atentaban contra nuestro gobierno, no solamente contra nuestro gobierno, sino en la casa del Presidente. Elegido por los argentinos. Y sobre todas las cosas, con protestas armadas (se refiere a “no espontáneas).

¿Por qué marcharon a la quinta de Olivos el 27F?
Nosotros fuimos (a la Quinta) en apoyo a nuestro Presidente. Y fuimos a un lugar que no estaba definido para la marcha del 27F. No convocamos a una “contramarcha”. ¿Cómo podemos entender que nosotros somos los malos, los sucios, los patoteros y nadie dijo que ahí había dirigentes de Cambiemos? Estaba (Alex) Campbell. Y estaba la juventud del Pro pegándole hasta a compañeras.
¿Dice que la Quinta de Olivos no era un punto para manifestar el 27F
Quiero que se aclare eso. Para el 27F la oposición había mandado convocatorias para la estación de Tigre; la Plaza San Fernando; (la avenida) Santa Fe y Márquez, en San Isidro. La Quinta no era un lugar convocante. Nosotros no hicimos una “contramarcha”. Nosotros fuimos a cuidar a nuestro presidente. Y logramos que no colgaran bolsas en la Quinta. A la Quinta antes había ido hasta gente armada (se refiere al conflicto policial).

Es evidente que con las divisiones pierden los trabajadores ¿Es posible la unidad en el movimiento obrero? Ni siquiera se lo pregunto por la regional, sino a nivel nacional también…
Por supuesto que sí. Mientras se dejen de lado intereses personales…Esta casa de la CGT (se refiere a la sede de Gaspar Campos, donde en los ´70 vivió el ex presidente Perón) es para el reencuentro de los argentinos. Pensamientos con otra ideología también han venido. Los radicales (UCR). Nosotros aportamos todos los días siendo solidarios; entendiendo a los compañeros; la patria es el otro. Por supuesto con garra, fuerza y valores. Nunca vi en (el presidente) Alberto una persona agresiva. Alberto vino hasta la casa. Es una persona simple, muy amable. Un presidente que busca la unidad de los argentinos. Ahora…con odio e insultos, golpes…Nunca más.
La casa de Gaspar Campos está renovada ¿Estaba en sus proyectos renovarla?
Cuando yo empecé mi mandato la casa estaba muy deteriorada. Un día nos llaman del PJ (Partido Justicialista) porque se había caído un árbol, Y vinimos a militar. Y empezamos a arreglarla, arreglarla, con los compañeros de los sindicatos. Ahora tenemos el proyecto de formar un instituto de conducción sindical y político. Esta casa en su momento fue comprada por la CGT con apoyo de los sindicatos. Tiene un valor simbólico. Recibimos a todos y a cada uno de los compañeros.
Gustavo Camps
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