Víctor Bruzzoni*
Redactor especial

La continuación del juicio de Diego Maradona da que hablar. Estuvo enmarcada por la presentación de pruebas claves. Se llevaron a cabo las audiencias previstas en la semana. Ante la ausencia de cinco de los siete imputados en la causa, entre ellos Leopoldo Luque y Agustina Cosachov.
Comenzó la etapa de la prueba testimonial. Los testigos tienen el deber de comparecer y declarar sobre hechos del pasado. Es decir, el testigo reconstruye su participacion mediante relatos que vienen a su memoria propios (que el vio y experimento, no de terceros). El testimonio es personal, y es una prueba histórica.
El derecho generalmente se funda en dos presupuestos: 1-conocimiento de la realidad ocurrída que declara el testigo. 2 -un fundamento ético, en cuanto que lo que se aporta es verdad y no se intenta engañar ni al juez ni a terceros. Es un remedio útil de la ley para la investigación intensiva de la autenticidad de los actos que se aportan.
Dalma, Giannina y Jana, hijas de Maradona, y Verónica Ojeda, expareja del futbolista (producto de la relación tuvieron un hijo), no pueden presenciar las audiencias hasta que declaren. Son las reglas procesales a las que deben atenerse; y dominan esta como cualquier causa judicial.
Entonces, cuatro funcionarios de la Policía, relataron lo que percibieron en su recuerdo cuando llegaron a la casa donde estaba Maradona, luego ya de su fallecimiento. Fueron los comisarios Lucas Rodrigo Borge, Javier Mendoza y Carlos Hugo Carranza, y el oficial principal Lucas Farías.
Símbolo de la argentinidad
Farías comenzó explicando en la audiencia que entonces estaba encargado del destacamento policial “Villa La Ñata”.Él fue el primer policía, en entrar a la casa del ídolo, a los 20 minutos de ser convocado por la descompensación de Maradona. Testificó que vio un prominente bulto y espero la llegada de la policía científica.
La psiquiatra y la enfermera, ambas imputadas, estaban presentes, dijo Farías. Y destacó “me llamó la atención en especial el abultado abdomen”. Su declaración coincidió con la percibida por el testigo Borge (entonces ex jefe departamental de Tigre), que también afirmó “Maradona tenía la panza muy hinchada”. Por otro lado, Mendoza, según dijo, se encargó de proteger al ídolo para que no saquen fotos.
Ese hombre envuelto en una sábana blanca, posiblemente como habia venido al mundo, de origen muy humilde, fue un símbolo de la argentinidad. Cosechó la admiración del mundo no solo por su juego, sino por su temperamento, coraje y singular personalidad. En toda su carrera disputó 679 partidos y convirtió 345 goles.
Al final de la audiencia se trataron cuestiones preliminares de orden técnico procesal. Por ejemplo, se incorporaron al expediente una pericia psiquiátrica, un análisis psicológico y un estudio cardiológico. Sobre este último, presentado por los abogados de Luque, los jueces desestimaron las solicitudes de nulidad presentadas por los fiscales y demandantes particulares.
En la audiencia siguiente declaró Colin Campbell, médico cirujano plástico, vecino de Maradona, uno de los primeros en asistir el 25 de noviembre de 2020. Ese día, fue convocado por personal de seguridad del barrio por una presunta descompensación del ídolo del fútbol.
Testomonio contundente
De inmediato, tomó su tensiómetro y estetoscopio, y se dirigió en auto hasta la casa, a solo 50 metros de la suya. Al ingresar, encontró a la enfermera haciendo masajes cardíacos y a un custodio realizando respiración boca a boca, expresó. Sin embargo, al tomarle el pulso y evaluar su temperatura, confirmó lo peor.
«Ya no tenía signos vitales hacía un tiempo largo, más de una o dos horas seguro», dijo. Su testimonio fue contundente. Aseguró que en la habitación no había elementos médicos adecuados (desfibrilador, tubos de oxígeno), claves para una posible reanimación. Destacó, que el estado general de la casa era inadecuado para una persona en recuperación tras una neurocirugía: «No había ningún tipo de orden o limpieza básica», afirmó.
Juan Carlos Pinto, médico de la primera ambulancia que llegó al domicilio, confirmó la versión de Campbell. Y afirmó que Maradona llevaba varias horas sin vida cuando arribaron los servicios de emergencia. Pinto fue el encargado de comunicar la muerte del exfutbolista a su exesposa Claudia Villafañe y a sus hijas.
Juan Carlos Soto, vigilador del barrio San Andrés, confirmó, al testificar, no solo el horario sino también el pedido de un médico de urgencia. El juicio busca determinar la responsabilidad de siete profesionales de la salud acusados de homicidio con dolo eventual, una figura legal del derecho penal.
La acusación implica que eran conscientes de que su accionar podría ocasionar la muerte de Maradona, . El “Diez” lamentablemente tuvo un trágico final con una muerte que tal vez podía haber sido evitable.
*Abogado. Ex juez del fueron laboral
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