El sábado último le avisaron a la familia que había «fallecido» de «paro cardíaco», sin embargo, el cuerpo de un joven de 30 años, que pudieron ver los familiares, tenía hematomas, cortaduras como de puñaladas, moretones y golpes como si le hubieran dado una paliza. Fue en la Comisaría 1era. de Gral. Rodriguez. El joven se llamaba Nazareno Emmanuel Barroso Michel, tenía 30 años, estaba detenido en la Comisaría 1era. desde el 30 de enero último y tenía otorgada la libertad para estos días. Tomó cartas en el asunto el Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria.
En medio de los avatares por el coronavirus COVID-19 el Mecanismo Local de Prevención contra la Tortura de San Martín, de la Comisión Provincial por la Memoria, dio a conocer el caso de Nazareno Emmanuel Barroso, de 30 años, detenido en la Comisaría 1era. de Gral Rodriguez desde el 30 de enero último, a punto de obtener la libertad en estos días, pero antes de que salga le avisaron a la familia que había fallecido en la dependencia «por paro cardíaco».
La familia, que vive en San Martín, tuvo acceso al cuerpo pero se encontró con que tenía golpes, hematomas y cortes como de puñaladas. Seguramente el corazón del joven Barroso dejo de latir como decía el acta que pudo ver la familia, donde se hacía referencia a un certificado firmado por un médico con matrícula, el asunto es cómo y de que manera llegó al paro cardíaco el joven de 30 años, sin antecedentes cardíacos, y con el cuerpo vapuleado..
«Es tan evidente que no debería quedar impune este caso» le dijo a denorteanorte.com, el sociólogo Gustavo Segovia, integrante el Mecanismo Local de Prevención contra la Tortura de San Martín. Los familiares del joven, asimismo, una hermana y un tío, ponen en tela de juicio la actuación del médico que certificó la muerte, pues ellos sin ningún tipo de conocimiento, pudieron ver en el cuerpo muerto de Barroso, los signos recientes de golpes y puntazos.
AA
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