En esta nota de opinión el editor de De Norte a Norte-Noticias las 24 Horas critica la posición del neofascismo, encarnado en el partido La Libertad Avanza y la candidatura de J. Milei. Que para ganar votos en el balotaje reparte cargos a futuro a partidos y referentes que, hasta hace poco, creyéndose ganador, defenestraba e insultaba. El 19 de noviembre habrá elecciones definitivas, para el período 2023-2027, en la Argentina.
Por Gustavo Camps*

Seguramente un físico, con los elementos de la energía cinética, podría explicarlo igual que un politólogo. Lo cierto es que, desenmascarados socialmente, el neofascismo de Milei, y La Libertad Avanza, encumbrados en las redes sociales vacías de argumento, perdieron los votos gratuitos de las PASO, sin efectos fuera de los partidos y alianzas políticas.
En las PASO no hubo elección en el partido de Milei. Solo él se postuló y quedó él como candidato. Y hubiera quedado igual, si se hubiera votado solo él mismo. Elegir funcionarios para el país es distinto. Eso lo sabe la sociedad, después de 40 años de democracia seguida en la Argentina; y más de dos siglos en el globo. Por eso el neofascismo perdió esta vez.
Pero la democracia tiene sus reaseguros y dispone que la aceptación para quien gobierne debe ser contundente. El ganador debe obtener al menos 45 puntos; y si llega a 40, por lo menos, debe ganar por al menos 10 puntos. Unión por la Patria obtuvo alrededor de 7 puntos más que el neofascismo, entonces no cumplió con las condiciones. Así se llega al balotaje.
Y si en la primera vuelta quedó claro que el neofascismo mimetizado de liberalismo, sin serlo, no es más que una cáscara vacía que pueden aprovechar negacionistas, asesinos, genocidas y apropiadores de bebes de la última dictadura para eludir a la Justicia o tratar de limpiar sus nombres. En la campaña al balotaje esto se refuerza pornográficamente.
Disfraces
La Libertad Avanza, en su cara visible, el economista Milei, salió a cambiar cargos futuros (una suerte de bonos electorales como los que él tanto critica) por votos. E invita a cualquiera que se le cruza a que lo vote, por un cargo. En ese micro universo neofascista ya no hay más “zurdos de mierda”, “montoneras pone bombas”, “viejos meados”. Todos le sirven a Milei.
Pero hay más. Y no me refiero a barbaridades conocidas como la “venta de órganos” o la “privatización de las veredas” Si el neofascismo para avanzar se disfrazó de liberal como se autodefine. Ahora también acaba de apropiarse del objetivo que no le dio resultado a Juntos por el Cambio en las elecciones. Ahora dice que va a “exterminar al kirchnerismo”.
¿A las y los argentinos en el año 2023 del siglo XXI, con los problemas que tenemos que resolver como país, les genera algo esa expresión tan autorreferencial del neofascismo de La Libertad Avanza? Porque es obvio, el exterminio, y la destrucción de los opositores, es la marca de nacimiento de esa lista que la democracia soporta por principio.
Es ridícula la posición del neofascismo, pero no casual. Porque, en definitiva, revela el desdén hacia los argentinos. Y no solo al país, en general, que expresa constantemente. Sino por ese 29% que los votó creyendo sus mentiras sobre la “libertad”. Y en definitiva como destilan sus propuestas, el desdén hacia las personas que no les sirven para sus objetivos.
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