El 24 de diciembre de 2018 se fue Osvaldo Bayer. Historiador, periodista y librepensador anarquista, ejemplo de lucha contra las injusticias sociales. Atacado y reconocido también, el autor de, Los Vengadores de la Patagonia Trágica (1972-1974), se relaciona con la zona norte a partir de la película de Héctor Olivera, La Patagonia Rebelde, donde escribe el guión sobre la base de su propio libro; y como prologuista de la obra, Espartaco y su legión de rebeldes y anarquistas (2017, Editorial Biblos), del sindicalista, Victorio Pirillo, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López STMVL.
En febrero de 1987, a tres años de la vuelta a la democracia tras la dictadura del ´76, durante la gestión Alfonsín, Bayer escribía en la revista Crisis*: «La ecuación argentina sigue siendo la misma, el radicalismo nos llevó al peronismo y el peronismo a la dictadura militar. La única posibilidad de salir del círculo endiablado es formar una corriente de opinión independiente que denuncie, que se prepare, que democratice, que ejercite el valor de los derechos (…)».
Osvaldo Bayer no necesita presentaciones. Hoy martes 24 se cumple un año de su fallecimiento a los 91 años. Su escritura fue crítica y para la acción. Defensor férreo de derechos de trabajadores y pueblos originarios, Bayer no tenía filtros y eso lo llevó al destierro amenazado por la triple A, a mediados de los ´70; luego develó y denunció las aberraciones de la última dictadura desde el exilio. Pero no era hombre de claudicar; volvió y murió en la Argentina.

El fotograma de una secuencia crucial de la película, La Patagonia Rebelde, con guión de Bayer, sobre su libro, Los vengadores de la Patagonia Trágica
Bayer sufrió amenazas sobre él y su familia, la censura de su obra, sufrió juicios en contra de sus ideas, hasta llegó a ser declarado «persona non grata» por políticos cuyo descrédito es tal en la historia, si se los retira por un segundo del olvido donde perduran (pero no hace falta), que convierten esta supuesta sanción negativa en claro reconocimiento hacia alguien que siempre estuvo en la vereda de enfrente, de quienes usaban el poder para su propio interés.
Con observar someramente quienes fueron sus detractores, porque los tuvo -explotadores, asesinos de pueblos originarios, dictadores, mercenarios, delincuentes con prosapia- salta a la vista lo valioso para la sociedad de su obra y su compromiso de vida. Historiador, activista, Bayer también fue periodista; fue reconocido con el Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE); y como doctor Honoris Causa por varias universidades del país.
Sin embargo, algo a lo que no cualquier líder social puede llegar, Bayer era reconocido por la juventud como alguien a quien atender, A los 80 años escribió el guión cinematográfico del largometraje Awka Liwen (Rebelde amanecer; en mapuche), en colaboración con Kristina Hille y Mariano Aiello, una película del género político que revela la rapiña de las clases dominantes de la Argentina sobre tierras de pueblos originarios y sobre el ganado cimarrón.
El cine, de manera lateral, además, lo relacionó con la zona norte. La primera escena crucial de la película, La Patagonia Rebelde (1974), largometraje de Héctor Olivera, sobre la matanza de trabajadores en la Patagonia por parte del ejercito argentino, tras una campaña de afiliación al sindicato que propicia el anarcosindicalismo, a principios del sigo XX (1920-1923); que el cineasta dirigió a partir del libro de Bayer, Los vengadores de la Patagonia trágica, es en San Fernando.
En la escena de marras, al comienzo del filme, es asesinado un militar -luego se conocerá, de apellido Zabala (lo protagoniza Héctor Alterio)- que sale de su casa a la mañana temprano. el frente de esa casona donde vive el militar y la secuencia del asesinato en plena calle por parte de un anarquista, tiene lugar en casonas centenarias que en los ´70 se levantaban en la calle 3 de Febrero al 1.400, a la altura del cruce con Chacabuco, Maipú, en San Fernando.
Hay otro hecho político cultural que une a Bayer con la zona norte. En 2017 se edita, Espartaco y su legión de rebeldes y anarquistas, del sindicalista, Victorio Pirillo, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López STMVL. La original obra relaciona al esclavo tracio, que en los años 71 AC, 73 AC se rebeló nada menos que contra la esclavitud impuesta por la república romana, con diversos líderes sociales hasta el presente.
Así, en sus 272 páginas, el libro de Pirillo imagina y propone conversaciones entre Espartaco y Ernesto Che Guevara; Oscar Wilde; Bakunin; Engels; Danton; Adolfo Pérez Esquivel; Marx; Lenín; José Ingenieros; Trotski, entre muchos otros. El libro, de editorial Biblos, está prologado por, Osvaldo Bayer. «Un libro sano, digno, que busca incansablemente elevar las figuras que en tiempos muy difíciles dieron todo por la palabra igualdad» escribe Bayer.
«Para el autor de este libro -escribió Bayer en el prólogo al libro de Pirillo- Espartaco encarna a todos los que posteriormente lucharon por un mundo con justicia e igualdad. Y en el relato triunfa el autor; porque el lector concibe esa otra historia, la que trataban de construir los que como dogma tenía la palabra «Igualdad». Esos ejemplos quedan: el autor los pone de relieve: las almas generosas que salieron a luchar por un mundo igualitario».
Relata Pirillo que se conmovió con la muerte de Bayer, hace un año hoy precisamente. Este año se hizo un tiempo y llevó un ramillete de flores a, El tugurio, el nombre amistoso y coloquial con el que el escritor, Osvaldo Soriano (1943-1997), bautizó la casa de Bayer en la zona de Belgrano (Arcos y Monroe). Cuentan que el propio Bayer, muy amigo de Soriano, colocó un cartelito con el nombre tras la ocurrencia del autor de Triste Solitario y Final (1973).
«Las flores se secan, nuestras lágrimas también. Pero el amor que usted dio, su conocimiento, su eterna enseñanza, sabiduría que se cosechará en el tiempo, no perecerán. Seguirán vivas en cada palabra, cada hoja y cada libro que inmortalizó con su fina e investigadora pluma. Su obra, su lucha inclaudicable y su convicción inquebrantable supo vencer al tiempo y la muerte. Viva por siempre Osvaldo Bayer. Viva la libertad libertaria», escribió Pirillo sobre el recordado intelectual, a un año de su fallecimiento.
Gustavo Camps
Dejar una respuesta