Opinión, Política Nacional, Por Victorio Pirillo, Sindicales

Perón Braden la soberanía nacional y Massa

El ministro Massa en los EEUU, con la bandera detrás

El ministro Massa en los EEUU, con la bandera detrás

Los estudiosos de las sociedades, la política, la comunicación y el lenguaje consideran desde siempre que la política es adversativa por naturaleza. En esta columna el sindicalista local, Victorio Pirillo, siempre al tanto del escenario político nacional, advierte que no es lo mismo cualquier opción, por el solo hecho de pretender diferenciarse, en el actual contexto argentino. Y menos que menos la que es meramente electoral. Además propone  tener en cuenta cuestiones como la soberanía nacional, el crecimiento soberano y la educación.

Por Victorio Pirillo*

En 1946 JD Perón expresó un lema que describía el escenario concreto y palpable  donde se disputarían las elecciones históricas que lo llevaron al poder. “Braden o Perón” no era una contradicción ideada meramente para captar votos. Sino el resumen político que nombraba dos proyectos de país en pugna, uno colonial y el otro soberano.

Pero la estrategia maoísta basada en la contradicción “pueblo”, y “enemigo del pueblo”, desde que tenemos uso de razón en la Argentina, identificó al enemigo, principalmente, con la embajada y el gobierno norteamericanos. Más allá de sus colaboracionistas de turno que siempre los hubo y los hay.

Distinto al marxismo y a su visión de clases, el maoísmo propone que la denominación de “pueblo” la comprenden todos aquellos que se colocan del mismo lado contra los eternos enemigos. Así, en la guerra antiimperialista, para el maoísmo la principal contradicción no es entre trabajadores y la burguesía o la burocracia reaccionaria.

Esto hace que dictadores como Daniel Ortega (presidente de Nicaragua) puedan ser venerados. Al igual que se santifica en la Argentina a la embajada norteamericana y al gobierno de Biden -por desbancar a Trump-. Sin importar cuántas muertes, golpes de Estado y manos ensangrentadas con guerras injustas tengan los EEUU en su haber. 

El escudo de la tenebrosa ex «Escuela de las Américas», donde EEUU enseñaba a los militares latinoamericanos a ser golpistas. Y los adoctrinaba en la «teoría» de la Seguridad Nacional

Lo que ayer políticamente era un horror hoy  se ha convertido en un acto de justicia. Que nos pone en lo que muchos llaman el “seguro camino de la liberación nacional”. Esta contradicción se apoya en estimular enfrentamientos constantes y aprovecharse de ellos, sin importar el costo social o las víctimas inocentes que a su paso dejen.

Bien decía JD Perón: “Cuando te aplauden los de afuera y se priorizan sus intereses
es porque estas jodiendo a los de adentro”.

Es llamativo ver como ungen como un “dirigente progresista” a Massa, quienes  ayer denostaban al actual súper ministro de economía, que antes acompañó al macrismo electoralmente, cogobernó, legisló y legitimó el feroz endeudamiento con el FMI. Aunque él sigue empeñando salvajemente al país con un libreto “made in USA”.

Algunos progresistas llamarían a eso “la extranjería”. Hipotecar sin piedad alguna el futuro de generaciones. Garantizar, al fiel estilo británico, el sometimiento colonialista con índices inflacionarios irracionales y absurdos, que arman una realidad solo para fortalecer el mito de la “capacidad y eficiencia” de funcionarios políticos mediocres.

Vivimos en  una Argentina  donde solo los peores, y su parentela, -y está probado-,  acceden a los mejores cargos. El único imperialismo que parece preocuparles es el electoral, el de los votos. “Me vota o no me vota” es la nueva contradicción a la que con penosa hipocresía  se someten este tipo de políticos.

El ex alcalde Nueva Yor, Rudolph Giuliani y Sergio Massa

Bien decía JD Perón: “Cuando te aplauden los de afuera y se priorizan sus intereses es porque estas jodiendo a los de adentro”. Un Estado y gobierno que privilegian la adhesión de compinches, excluyen a  los capaces y garantizan el éxito de los de afuera; condenan a los de adentro a una miseria estructural. Esto se ve en cómo está el 60% de la población, o más, de la Argentina.

Un país  que sigue siendo saqueado por los de afuera en complicidad con los de adentro. Porque un país no se desarrolla a fuerza de empréstitos con el FMI, o impuestos que hunden al pueblo; sino entre otras cosas primordiales, con educación (la verdadera revolución de los pueblos), recomposición del aparato productivo nacional y crecimiento soberano.

*Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López

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